En los embarrados jardines del Campo de Marte, en un pabellón prefabricado repleto de gradas supletorias donde los aficionados lo dan todo, Fran Garrigós ha reemprendido el camino hacia su sueño medallista.
Vigente campeón del mundo, triple de Europa y, por supuesto, cabeza de serie en la competición, el judoca de Móstoles pudo entrar directamente en la ronda de dieciseisavos. Más tiempo para pensar, después de que en tanto en los Juegos de Tokio como en los de Río cayó en su primer combate.
Garrigós tuvo al belga Jorre Verstraeten como primer rival, un chico de 26 años que comparte vida con la atleta Noor Vidts, dos veces campeona del mundo de pentatlón en pista cubierta (2022 y 2024). El combate fue durísimo. Quizá ahí brotaran algunos demonios del pasado. El combate se fue hasta los tres minutos del punto de oro, donde el español, al que se le suele dar bien ganar al límite de la extenuación,
Hasta tres minutos tardó Garrigós en apuntarse un waza-ari con el que cerró su acceso a cuartos de final.
Su próximo rival será el japonés Ryuju Nagayama.
Nada es fácil.
Con mayor solvencia pasó de ronda Laura Martínez Abelenda en -48 kg, que venció a la chilena Mary Dee Vargas por waza-ari en 3:09. Martínez, bronce en el Europeo de 2023, disputa unos Juegos Olímpicos por primera vez a sus 25 años. Su rival en los dieciseisavos será la serbia Milica Nikolic.
