Además de ser una de las cantantes que levanta más pasiones a nivel global, tanto por sus discos (algunos de los cuales ha grabado dos veces), como por su vida personal, Taylor Swift ha demostrado, con 34 años recién cumplidos, que es una mujer de múltiples talentos.
La artista de Pensilvania ha aparecido en varias producciones cinematográficas como la versión con actores de ‘Cats’, la comedia romántica ‘Historias de San Valentín’ o el filme infantil ‘Lorax: en busca de la trúfula perdida’. También es una exitosa inversora inmobiliaria, con una cartera de propiedades valorada en más de 150 millones de dólares, tiene líneas de ropa y perfumes con diversas marcas, es imagen de otras tantas y colabora con numerosas causas sociales.
Pero ahora, sus fans más acérrimos, los autodenominados ‘swifties’, creen que han descubierto otra sorprendente actividad de su artista favorita: la escritura de novelas de misterio. La teoría ha conseguido abrirse paso a través de foros y publicaciones en diversas webs y redes sociales, en las que a algunas personas no les faltan argumentos para defender esta teoría, a priori, algo descabellada.
Según sus datos, Taylor sería la persona real detrás de la misteriosa escritora Elly Conway, autora de la novela de misterio ‘Argylle’, un libro que se acaba de publicar en nuestro país y cuya adaptación cinematográfica, protagonizada por Bryce Dallas Howard, Henry Cavill y Dua Lipa, se estrenará el 2 de febrero a nivel mundial.
El hecho de que no exista mucha información en internet sobre la identidad de Elly Conway, ha dado alas a los conspiranoicos. En la biografía publicada por parte de la editorial Grijalbo simplemente podemos leer: “Elly Conway nació y creció en el norte del estado de Nueva York. Escribió su primera novela sobre el agente ‘Argylle’ mientras hacía el turno de noche como camarera en una cafetería. Actualmente está trabajando en la próxima entrega de la serie”. En la foto que acompaña a esta descripción, la silueta a contraluz de una mujer que, literalmente, podría ser casi cualquiera. La cuenta de Instagram de la autora, en la que no hay ni una imagen de ella, también alimenta las teorías.
Los argumentos de los fans
Aunque el origen de todas estas especulaciones resulta bastante incierto, quizá la primera “prueba” que esgrimen los que apoyan esta curiosa teoría, apareció el 16 de marzo del año pasado, un par de meses después de la publicación en inglés de la novela.
Aquel día, Taylor subió una serie de fotos a su cuenta de Instagram y, en una de ellas, llevaba puesta una sudadera en la que se podía leer ‘Conway’. Poco les importó a los fans que debajo de esa palabra, pusiera ‘Recording Studios’ y la prenda fuera ‘merchandising’ de un conocido estudio de Hollywood, Conway Recording Studios, en el que trabaja habitualmente la superestrella estadounidense.
Dua Lipa y Henry Cavill, en un fotograma de ‘Argylle’. Archivo
Otro pequeño guiño que probaría que Taylor, a pesar de estar todo el tiempo trabajando en su música y dando conciertos por medio mundo, tiene tiempo para escribir novelas, sería el gato que aparecen en la película ‘Argylle’, Chip, de la raza Scottish Fold la misma a la que, ¡oh, casualidad!, pertenecen dos de los gatos de Swift, Meredith Grey y Olivia Benson (sí esos son sus nombres). El tercero responde al nombre de Benjamin Button.
El gato Chip se está convirtiendo en toda una celebridad a raíz de la película y tiene su propia cuenta de Instagram en la que aparece con algunas de las estrellas del film como Dua Lipa o Samuel L. Jackson. También ayuda que su dueña sea nada menos que la supermodelo de los 90 Claudia Schiffer.
La relación entre Chip y Taylor estaría demostrada según quienes apoyan la conspiración porque, entre algún otro indicio, el gato felicitó a la artista por su cumpleaños diciéndole: “Feliz cumpleaños, Reina”.
Por otro lado, en 2020 Taylor habló con la revista ‘Rolling Stone’ sobre su utilización de pseudónimos en algunas de sus composiciones. Por ejemplo, cuando en 2016 compuso junto a su pareja de entonces Calvin Harris la canción ‘This Is What You Came For’, firmó con el nombre de Nils Sjoberg. «Creo que utilizar un pseudónimo indica que todavía tienes amor por tu trabajo, y no quieres que se vea empañado por esta cosa que se ha construido a tu alrededor, basada en lo que la gente sabe de ti», afirmó. ¿Estaría ya por entonces escribiendo la novela?
¿Es Taylor Swift la autora?
Estos, y el gusto de Swift por llevar jerseys de rombos (‘argylle’ es como se llama en inglés al clásico estampado de rombos), serían los argumentos más claros que tienen los fans para atribuirle a la estrella de la canción estadounidense una de las novelas más exitosas de la temporada, pero hablando un poco en serio. ¿Tiene esta teoría algún valor?
‘Argylle’ se estrena este viernes en España. Archivo
El argumento conspirativo no se ha quedado solo en los foros de los fans más locos de la cantante, se le han dedicado muchas líneas en artículos publicados en medios pertenecientes al mundo anglosajón y, como probablemente todos los lectores esperarán, en general, nadie se cree que Swift haya escrito este libro.
De hecho, la periodista Sophia Nguyen, escribió en ‘The Washington Post’, que lo que habría ocurrido probablemente, dada la rapidez de la adaptación y el anonimato de la autora de la novela, era que la idea de la historia hubiera surgido antes para el cine. Una vez decidido que el filme saldría adelante, se habría encargado la escritura de la novela a algún escritor profesional bajo el nombre de Elly Conway (que además de la autora es una de las protagonistas de la trama). Por lo que todo se trataría de una maniobra de ‘marketing’ para darle más verosimilitud a la historia.
Según Nguyen, la posterior teoría de la conspiración de la autoría de Swift habría sido simplemente un “feliz accidente” que por supuesto a los productores de la película no les habría interesado desmentir de ninguna manera. Millones de ‘swifties’ acudirán a ver la película y comprarán el libro aunque sepan perfectamente que la cantante no está detrás del mismo, así que todos salen ganando.
Portada de ‘Argylle’, el libro de Elly Conway. Archivo