Pocas muertes más horribles que ser quemado vivo.
Ese espeluznante final fue el que sufrieron Silvio David Vitullo (40) y Diego Fabián Segura (30) la tarde del sábado 10 de diciembre de 2022. Sus cuerpos fueron encontrados maniatados en la parte trasera de una camioneta Citroën Berlingo incinerada en la calle Chivilcoy, entre la ruta 16 y avenida Néstor Kirchner, en la localidad de Guernica (Presidente Perón).
Tremendo final y tremenda la historia detrás de sus muertes, que habrían sido ordenadas por Fabián Gustavo «Calavera» Pelozo (35) -un capo narco rosarino preso en el Complejo Penitenciario I de Ezeiza- como represalia por el robo de una camioneta Toyota Hilux 4×4 que le pertenecía, ocurrido un tiempo antes, el 24 de noviembre.
Ahora, en un operativo liderado por la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) y Gendarmería – que incluyó 25 allanamientos- se detuvo un grupo de soldados de Pelozo que participaron en los homicidios y se imputó a «Calavera» como autor intelectual de los crímenes. Fueron doce detenidos de los cuales cuatro ya estaban presos. Sólo quedaron dos prófugos.
Además, en la misma causa a investigación- radicada en el juzgado de Carlos Vera Barros- se imputó a Pelozo y su banda del tráfico de casi media tonelada de cocaína (464 kilos) secuestrada el 1° de julio pasado en el departamento de San Justo (Santa Fe) y de liderar una «asociación ilícita» que lavó millones y en la que participaron su suegro y su esposa.
La Citroën Berlingo incendiada adonde hallaron los dos cuerpos, en Guernica.Como frutilla de torta, en una tercera causa, la madrugada de ayer se imputo también a Yanina Alvarado, hermana del capo preso Esteban Lindor Alvarado, del trafico de 32 kilos de cocaína. La mujer -que estaba con prisión domiciliaria purgando una pena de 11 años de prisión por narcotráfico- ahora marcho a la cárcel por orden del juez federal de Rosario Marcelo Bailaque.
El megaoperativo contra la estructura de Pelozo se preparó basándose en dos dictámenes paralelos en los que los fiscales Diego Iglesias, Matias Silabra y Matias Alvarez ( de la PROCUNAR) y Juan Argibay de la PROCELAC pidieron el decomiso de autos de alta gama, una embarcación («Reyna de Reynas») y el embargo de bienes por dos mil millones de pesos.
Dos detalles: 1-Uno de los detenidos por el cargamento de la media tonelada de cocaína de hace unas semanas (Carlos Andrés Suárez) también había integrado el grupo que secuestró y mató a Vitullo y Segura. 2-La Justicia cree que Pelozo manejaba la banda a través de un abogado que lo visitaba en Ezeiza y para el que ahora se ordenó la detención.
El secuestro de 464 kilos de cocaina en la ruta nacional 11, en San Justo, Santa Fe.De estas tres acusaciones, sin dudas la más escabrosa es la del doble crimen. La camioneta estaba estacionada frente a la entrada de la cárcel y de ahí la robaron usando un sofisticado método: forzaron la cerradura y conectaron una computadora para encenderla y llevársela sin problemas.
La Hilux estaba allí debido a que un lugarteniente de Pelozo había ido a visitarlo al penal. Por lo que declararon luego varios testigos, estaba llena de dinero, drogas y lingotes de oro porque iba rumbo a Rosario. Al narco no le tomó mucho tiempo averiguar que detrás del golpe estaban integrantes de la banda de robacoches «Los Lindos», con cuyos jefes compartía encierro.
Pelozo no se iba a dejar «mejicanear» así nomás.
Fabián «Calavera» Pelozo, lugarteniente del capo narco rosarino Esteban Lindor Alvarado, detenido en un country de Córdoba.El fiscal Álvaro Garganta -que comenzó el caso – trazó bien su perfil: «Se encontraría íntimamente vinculado con Esteban Lindor Alvarado (45), máximo rival de la banda Los Monos. Asimismo, el nombrado Pelozo sería mano derecha de un conocido narco boliviano que posee pedido de captura y vínculos con el grupo PCC».
Entonces empezó la cacería humana.
Esteban Lindor Alvarado, preso. Foto Emanuel Flax.Entre cinco y diez soldados de «Calavera» Pelozo comenzaron a «romper» todos los domicilios de las principales bandas de ladrones de autos de alta gama. Así llegaron hasta «los Lindos». Bajo amenazas, con secuestros y torturas, los rosarinos lograron que dos de los miembros de la banda que estaban en libertad convocaran a una reunión a Silvio David Vitullo y Diego Fabián Segura.
La cita se pactó en el barrio El Triunfo, Villa Jagüel, en la localidad de Monte Grande, donde los dos «mecánicos» (que sólo habían adulterado los números de motor y chasis de la 4×4 de Pelozo) fueron emboscados y secuestrados. En aquel momento, el caso se relacionó con otros dos jóvenes
Los dos hombres a los que buscaban en Burzaco y los encontraron asesinados en Guernica.«Todos sabíamos que los rosarinos estaban buscando a todos los de la banda», declaró un testigo de identidad reservada, según el cual la camioneta fue devuelta con todo lo que tenía adentro, más 40 millones de pesos de penalidad por haberse metido con Pelozo. Esto, en verdad, nunca pudo confirmarse como tampoco la versión de que el capo rosarino mandó a secuestrar al hijo de uno de los responsables del robo y el joven nunca apareció.
Dentro del Complejo Penitenciario I de Ezeiza también hubo represalias. Los dos jefes de la banda de «Los Lindos» que estaban presos allí -autores ideológicos del robo de la Hilux- también fueron atacados. Elbio Emanuel Techera (31) y Rubén Alberto Báez (38) fueron apuñalados y debieron ser atendidos en la enfermería del penal.
Quién es «Calavera» Pelozo
Con un perfil más bajo que Ariel «Guille» Cantero (35), líder de Los Monos, o Esteban Alvarado, Fabián Pelozo se fue haciendo grande en el mercado de drogas de Rosario. Sin embargo (o tal vez por eso), vivía en una lujosa mansión en el country Lomas de la Carolina, en las afueras de la ciudad de Córdoba.
Fabián «Calavera» Pelozo, lugarteniente del capo narco rosarino Esteban Lindor Alvarado, detenido en un country de Córdoba.Pelozo recibía la cocaína del narco boliviano Jorge Adalid Granier Ruiz (44), detenido en el sur de Brasil en marzo de 2023 y extraditado a la Argentina a fines de ese año.
Granier Ruiz -un hombre con contactos con el poderoso grupo narcocriminal brasileño Primer Comando Capital (PCC)– está acusado de bombardear con cocaína el NOA argentino. Proveedor del clan Loza, tenía en su cartera de clientes a la famosa narco salteña Adelaida «La Tía» Castillo (62).
Adelaida Castillo, alias «La Tía», junto a su hija Rocío.Pelozo no sólo trabajaba en sociedad con Castillo, incluso fue condenado con ella en agosto de 2023. Le dieron nueve años de prisión y a Castillo 13 años por el tráfico de 389 kilos de cocaína secuestrada en Iberlucea (Rosario) y que tenía destino Buenos Aires.
Pelozo fue detenido en marzo de 2022 luego de que se lo vinculara a uno de los episodios más sangrientos de la historia criminal de Santa Fe, conocido como «La boda narco«.
El 29 de enero de 2022, Iván Maximiliano «Rey» Giménez (33), su pareja Érica Romero (35), y Elena -su hija de un año y medio- fueron acribillados cuando se retiraban del casamiento de los traficantes Esteban Rocha y Brisa Leguizamón, no por casualidad en la localidad de Iberlucea, territorio de Pelozo.
Las víctimas de la llamada «boda narco» de Rosario.«Calavera» era proveedor de Giménez. La familia iba en un Audi TT que terminó destrozado a balazos.
Siguiendo con la saga de violencia, a Pelozo también se lo vincula con el homicidio de Nahuel Fernández, quien está desaparecido desde agosto de 2018 y cuya casi segura muerte se atribuye a Esteban Alvarado. Por lo pronto, solo tiene dos condenas por narcotráfico y una pena a 15 años a cumplir.
Por su perfil, el rosarino está aislado en el Módulo VI de la cárcel de Ezeiza, reservado para presos de «alto riesgo», con restricción de visitas y llamadas. Dicen que no le gusta para nada. Por eso, a principios de este mes se sumó a una huelga de hambre en reclamo de mejores condiciones de detención.
EMJ
