Diego Martínez apostó al doble nueve de entrada, con Miguel Merentiel, titular en todos los partidos oficiales y amistosos con el nuevo técnico y Edinson Cavani, que durante la pretemporada buscó mejorar físicamente tras una lesión que le amargó el cierre de 2023. La dupla arrancó con todo con ese gol de la Fiera, que lleva 19 con la camiseta de Boca, a los 8 minutos. Sin embargo, fue una noche maldita para el otro uruguayo que tiene más de 400 goles en su carrera: el Matador tuvo cinco situaciones de gol y en la única que convirtió estaba en posición adelantada. Para completar un panorama devastador en el Nuevo Gasómetro, se retiró lesionado, con una molestia en el muslo izquierdo.
Mientras Merentiel, con esos 19 goles en 52 partidos, alcanzó en la tabla de goleadores uruguayos a Santiago Silva (en 55) y Ariel Krasouski (161) y por promedio de gol se subió al podio que lideran Sergio Martínez (87) y Severino Varela (43), Cavani apenas lleva 3 goles en 18 encuentros en el club.
En el primer tiempo tuvo una buena actuación Cavani, pero más lejos del arco. Pero todo cambió en la parte final. A los 4 minutos del segundo, picó al espacio tras un pase entre líneas de Kevin Zenón y definió después de eludir al arquero. Festejó pero enseguida miró hacia la posición del asistente y advirtió que estaba adelantado (un cuerpo al menos).
Tres minutos después, la segunda chance: tras otra habilitación de Zenón, y nuevamente de zurda, el delantero uruguayo remató con libertad, esta vez dentro de la medialuna, pero su disparo salió desviado. Un rato después, llegó un centro desde la izquierda, cabeceó y el balón recorrió toda el área chica y se fue desviado.
Por tercera vez en el partido (y en el segundo tiempo), Zenón dejó a Cavani de cara al gol y esta vez fue el travesaño el que le negó el gol al delantero uruguayo. Tras un exquisito pase filtrado del ex Unión, el Matador la picó ante la salida del arquero Fernando Monetti, pero su remate se estrelló contra el horizontal. A esa altura, el delantero no podía ocultar su fastidio por la tremenda mala fortuna.
Un rato después, otro pase filtrado de Zenón, de gran partido, dejó a Cavani de cara al gol pero el delantero le erró a la pelota al intentar elevarla sobre Monetti que había achicado, y el arquero ganó el mano a mano. En el esfuerzo en vano de esa jugada sintió una molestia en el muslo izquierdo, hizo señas al banco y enseguida ingresó Benedetto, para completar una noche negra.
La imagen final tras el 1-1 parecía surrealista. El pibe nuevo, Zenón, se acercó para abrazar al veterano goleador, que estaba desconsolado por el empate, los goles perdidos y la lesión. Las cosas del fútbol.
