Manuela Ponz tenía 20 años. La madrugada del 18 de abril de 2015 había salido con sus amigos y el taxista Tito Franklin Escobar Ayllón (54) la violó. El chofer escapó y estuvo prófugo durante ocho años. Este jueves, seis meses antes de que se cumpla una década de aquella violación, empieza el juicio en su contra.
Las audiencias serán a puertas cerradas por el tipo de delito, según confirmaron a Clarín en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 28, en la calle Paraguay 1536.
Manuela tiene 29 años, se recibió de abogada en la Universidad de Buenos Aires y escribió el libro «La mala víctima«. Se mudó a Caleta Olivia, en Santa Cruz y tuvo dos hijos.
Será la primera testigo en declarar en el juicio y está previsto que lo haga a las 10 de la mañana.
Escobar Ayllón le dobla la edad y después de pasar ocho años prófugo en su país, sin que nadie lo buscara demasiado, se enfrenta a la Justicia.
Durante este tiempo, la joven viajó con sus amigos a Bolivia para buscarlo, llegó a dormir con un cuchillo debajo de la almohada y esperó verlo ante un Tribunal.
Manuela Ponz esperó casi una década para ver a Escobar Ayllón en el banquillo de los acusados. Foto Archivo / Lucía Merle«Era muy estresante. Yo no sabía dónde estaba él y tampoco si él sabía dónde estaba yo… Llegué a dormir con un cuchillo debajo de la almohada«, le había dicho a Clarín luego de su detención. «Siento un alivio tremendo, saber que ya está en manos de la Justicia me da mucha tranquilidad», contó.
Aquel 18 de abril de 2015 Manuela había salido al bar Mamita, ubicado en Álvarez Thomas y Olleros, en Colegiales. Se subió a un taxi, le indicó la dirección de su casa al chofer y se quedó dormida.
Treinta minutos duró la violación. Su violador se aprovechó de la situación: estacionó el auto, se pasó para atrás, le quitó la bombacha y la violó. Ella gritó, le rogó que parara, que la dejara ir. Tito Franklin Escobar Ayllon siguió hasta que quiso. Después de violarla la abandonó en La Paternal.
Manuela Ponz se mudó de ciudad, escribió un libro y tuvo dos hijos.Manuela era de Capitán Sarmiento y hacía poco vivía en la Ciudad de Buenos Aires. No le sorprendió que el taxista la viera esperando el colectivo y se ofreciera a llevarla a su casa. «Mirá que esta zona es picante, subí, que podés ser mi hija”, le dijo para engañarla.
La joven llamó a su mamá y juntas fueron a denunciarlo. Escobar Ayllon escapó cuando se dio a conocer la denuncia y estuvo prófugo ocho años.
Manuela estudió Ciencias Políticas y se cambió a Derecho. Se reunió con todos los funcionarios que le abrieron las puertas hasta que en 2023 la secretaria de Seguridad de la Nación Mercedes La Gioiosa le dijo: «No se encuentra a quien no se busca». Y lo encontraron.
Tito Franklin Escobar Ayllón cayó en Bolivia en 2023.«Las malas víctimas somos aquellas que resistimos por la enorme vocación de ser felices. Las que queremos seguir sintiendo el mundo como antes de ser abusadas. Las que peleamos por un mundo en el que la vergüenza sea de ellos y no nuestra», escribió Manuela en su libro La mala víctima.
De encontrarlo culpable, Escobar Ayllon podría recibir una pena de entre 8 y 12 años de prisión.
MG
