La Casa Rosada parece haber adoptado el camino de la política tradicional. Con una serie de negociaciones con gobernadores aliados y diputados de la UCR, logró abortar el intento opositor de insistir con la ley de reforma jubilatoria vetada por Javier Milei. Más que un problema de caja, de supuesta afectación del déficit cero, el desafío del Gobierno era político: demostrar que no le podían torcer el brazo.
El Gobierno intentó el mismo camino, el de la negociación política, para evitar que la oposición bochara el DNU con el que el Presidente le otorgó $100 mil millones de fondos extra a la SIDE.
Más aún: Milei se involucró de forma personal en esa negociación al recibir sorpresivamente, el miércoles, en la Rosada a un grupo de senadores oficialistas y aliados, como el peronista disidente Carlos Camau Espínola -algunos ex compañeros de bloque lo tratan a sus espaldas de «peronista libertario»-y al jefe de la bancada de la UCR, Eduardo Vischi, entre otros.
Allí, el Presidente no dijo puntualmente que vetará la ley de financiamiento de las universidades, pero sí pareció sugerirlo al decir que cualquier proyecto del ley debe contar con los fondos para implementarse.
El libertario Bartolomé Abdala preside la sesión. Foto: Federico López Claro.En esa reunión, y frente a Milei, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich fue la voz cantante del Gobierno en un pedido puntual: que el Senado llevase adelante una sesión secreta para que ella, el ministro de Defensa Luis Petri y el titular de la SIDE, Sergio Neiffert, pudiesen explicar por qué se necesitan inyectar fondos multimillonarios para Inteligencia.
Según las fuentes consultadas, Vischi dijo en esa reunión que no había margen para postergar el tratamiento del financiamiento educativo. Luego, a sus pares del bloque de la UCR les dijo que no había asumido ningún compromiso con patear el tratamiento del DNU sino que simplemente había quedado en transmitir el planteo del Gobierno. En el Gobierno sostienen lo contrario.
Más tarde ese mismo día se realizó la reunión de Labor Parlamentaria del Senado, donde la vicepresidenta Victoria Villarruel -había estado más temprano en la Rosada- y los jefes de los distintos bloques intentaron acordar el temario de la sesión de ayer.
El primer planteo del oficialismo fue el pedido de sesión secreta del Senado para que Bullrich, Petri y Neiffert informasen del dinero de la SIDE. Los senadores de Unión por la Patria enseguida rechazaron el planteo.
-Para hacerla secreta necesitan los dos tercios del cuerpo y no los van a tener. Y si igual insisten en hacerla, nosotros vamos a salir y contarle todo lo que se dijo a los periodistas, replicó el peronista José Mayans.
Votación este jueves en el Senado. Foto: Federico López Claro.Espínola contestó que no podrían informar de qué se habló porque era una sesión secreta.
-¿Ah, no? ¿Y qué nos van a hacer? ¿Nos van a dar un chirlo? ¿Amonestarnos? Si siguen insistiendo con esto en la sesión vamos a estar los 30 senadores de nuestro bloque filmando con los celulares, advirtieron desde la bancada de Unión por la Patria.
El rechazo a esa modalidad de sesión por parte del peronismo obedeció a dos factores. Uno, que entienden que el oficialismo lo único que buscaba era ganar tiempo para la supervivencia del DNU. Lo otro fue evitar quedar atrapados en una posible jugada de Bullrich.
Así, el oficialismo debió desistir del plan de sesionar en secreto.
Igual en esa reunión de Labor Parlamentaria el oficialismo y algunos bloques aliados acordaron tratar en la sesión de este jueves la Boleta Única de Papel y el financiamiento de las universidades, y excluir el DNU de la SIDE.
Mayans, jefe del bloque de UxP, no firmó ese plan. Tampoco el radical Vischi, que había estado horas antes en la Casa Rosada.
En la bancada radical cuentan que antes de reunirse con Milei, el correntino Vischi avisó en el grupo de WhatsApp que comparte con los otros 12 senadores de la UCR estaba por ir a la Rosada.
«Fue solo una notificación, no consultó entre todos si era conveniente ir», detalla un radical. Para ese legislador, Vischi no debería haber ido: «Tras la visita de los diputados radicales a Milei todo se transformó en un lodazal. No convenía políticamente acompañar al Gobierno en este momento».
Radicales Losada, Blanco, Abad, Fama, Zimmermann, Vischi y Suárez. Foto: Federico López Claro.En la reunión de bloque de este jueves, Vischi y otros dos senadores -el chaqueño Víctor Zimmernan y la mendocina Mariana Juri– estuvieron de acuerdo con postergar el tratamiento del decreto. El resto del bloque -hubo 9 votos a favor y una abstención- decidieron que debía incluirse su tratamiento en el temario.
En el Gobierno cuestionaron a Vischi por no lograr apoyo del bloque para patear el tratamiento del DNU. En su propio bloque interpretan que su vínculo con la Rosada quedó ahora debilitado.
Anoche Vischi -está alineado con el gobernador radical de Corrientes, Gustavo Valdés- llevó un mensaje del Gobierno a sus compañeros de bancada: les pedían apoyar pasar a un cuarto intermedio y no tratar el DNU. La maniobra del Poder Ejecutivo apuntaba a ganar más tiempo. Pero los radicales le bajaron el pulgar al plan.
Esta madrugada se rechazo del decreto. Fue una derrota contundente del Gobierno: votaron en contra del DNU 49 senadores y apenas 11 a favor. Hubo 2 abstenciones. Algunos de los senadores que se reunieron con Milei, como los peronistas disidentes Camau Espínola y Edgardo Kueider, votaron con el oficialismo, al igual que el cordobés Luis Juez (PRO).
Vischi, en cambio, votó en contra. Los aliados Lucila Crexell y Juan Carlos Romero, se ausentaron.
La sesión del Senado dejó algo más. La llamativa ausencia de Villarruel cuando se votó el financiamiento educativo y el rechazo del DNU. «Hizo la gran Cristina», dijo a Clarín un senador que estuvo en la Rosada el miércoles y que adjudica a la vicepresidenta -y no al Gobierno- el fracaso en el intento de posponer el tratamiento del DNU.
