La rosca de la «integración» de los equipos de la Libertad Avanza y el PRO no está exenta de tensiones. Pero el convulsionado armado del futuro equipo de gobierno no tiene como única sede la morada de Javier Milei desde hace poco más de un mes, el Hotel Libertador, sino que también unas oficinas ubicadas en el barrio de Núñez para ordenar la fiscalización del balotaje y que ahora albergan reuniones de los «equipos técnicos» de la futura administración.
Se trata de los salones del tercer piso de una lujosa torre ubicada en Avenida del Libertador 7208, que en su momento sirvieron para coordinar la fiscalización entre LLA y los delegados de Mauricio Macri. Con una calcomanía en su puerta que lleva impresa la figura de «Goku», el personaje de animé japonés, con la leyenda «Las Fuerzas del Cielo», esta semana fueron escenario de varias reuniones.
Si bien en el Hotel Libertador se toman las principales definiciones, el segundo «búnker» está destinado a armar equipos en los que se podrían colar dirigentes «amarillos» en las segundas y terceras líneas de los ministerios, tal como aducen por estas horas las espadas de Macri, con el agregado de «si es que ellos (por la LLA) aceptan».
Este miércoles por la tarde en el Centro Empresarial Libertador, un verdadero nombre «fetiche» para el locuaz economista, reunió al «equipo de Defensa» para comenzar a hilvanar algunos lineamientos de la futura gestión. Lo extraño del caso es que aún no hay definición sobre quién comandará la cartera que tiene bajo su control a las Fuerzas Armadas, más allá de las versiones de las últimas horas que ubicaban a Patricia Bullrich en ese cargo. La propia excandidata presidencial rechazó haber recibido ese ofrecimiento alegando «que aún no hemos hablado» con los popes de LLA.
Es que hasta ahora no han trascendido nombres de peso del «partido amarillo» en las primeras líneas del futuro gabinete, salvo para el área económica. «Da la sensación que no quieren mucha ayuda ni ceder los principales cargos», opinó un dirigente cercano a Bullrich que visitó esta semana las oficinas ubicadas en Núñez.
Roces internos
Esa puja provoca roces entre las segundas líneas de ambas fuerzas. La desconfianza de los libertarios hacia quienes los asistieron en la fiscalización había comenzado durante la celebración del último domingo. Son varios los integrantes de «Las Fuerzas del Cielo» que aún hoy siguen subestimando la ayuda del PRO para cuidar la boleta de Milei.
Una versión que ganó fuerza en las últimas horas es la supuesta fusión de Seguridad con el ministerio del Interior que, en teoría, conducirá Guillermo Francos desde el 10 de diciembre, que en su momento fue quien gestionó el alquiler de las oficinas de «co-working» en la citada torre. Pese a que esa arquitectura administrativa aún no fue confirmada, ya provoca comentarios irónicos. «Espero que no lo oficialicen, si no nos vamos a parecer a la Alianza», sostuvo un operador libertario al recordar la dependencia que a comienzos del siglo dirigía Enrique Mathov dentro de la cartera política.
Las suspicacias sobre este posible reordenamiento ministerial cobraron impulso por la reunión que mantuvo el último martes el propio Francos con Aníbal Fernández, con el objetivo de acelerar la custodia de la Policía Federal para Milei y para la vicepresidenta electa, Victoria Villarruel.
Se trata de un área de suma importancia para la futura administración en momentos en que suenan los cantos de sirena sobre la «resistencia» en la calle a posibles planes de ajuste. La propia Bullrich habría desechado también el ofrecimiento para volver a ocupar el cargo que supo liderar hasta el 10 de diciembre de 2019. «Hay cautela, claro, por lo que pueda pasar en seis meses. Pero tampoco puede haber mucho compromiso si las ofertas no son muy generosas», abundó la fuente PRO consultada.
El «partido amarillo» busca impulsar a Gustavo Morón, que supo formar parte del equipo de Jorge Triaca, a una secretaría de Trabajo que orbitaría dentro del superministerio de Capital Humano, que sería conducido por Sandra Pettovello. Esta dirigente, especialista en «Familia», habría mantenido en las últimas horas algunos chispazos con sus pares libertarios por la falta de definición de la estructura de la cartera que le fue encomendada conducir. «Sigue designada para ese puesto», enfatizó un vocero consultado para despejar cualquier suspicacia.