En la última cena que compartieron en la Residencia Presidencial de Olivos, el presidente Javier Milei le prometió al ex Jefe de Estado Mauricio Macri que no intentará ampliar el número de integrantes de la Corte Suprema de Justicia. Era un proyecto posible para el oficialismo si es que la bancada de senadores K, que lidera Cristina Kirchner, hubiera propuesto que se ponga en discusión generar nuevas vacantes en el máximo tribunal a cambio de los votos que la Casa Rosada necesita para aprobar en la Cámara alta los pliegos de sus dos candidatos a integrar la Corte, el juez federal Ariel Lijo y el académico Manuel García Mansilla. Para lograr ese objetivo, se necesitan dos tercios en el Senado. En sus charlas reservadas, Macri ya le había sincerado a Milei que estaba en desacuerdo con la postulación de Lijo, pero el ex presidente, al mismo tiempo, se comprometió a no “hacer campaña” en contra del pliego del actual juez federal. El Poder Ejecutivo podría entonces contar con algún voto del bloque de senadores del PRO a favor del pliego de Lijo. Milei y Macri lograron llegar a consensos y a cierta armonía en su vínculo en la última reunión no tan secreta en la que solo se vieron ellos, sin testigos.
“Mi posición siempre fue la de no ampliar la Corte”, tranquilizó Milei.
El ex jefe de Estado salió de la Quinta de Olivos y de inmediato le contó a los más cercanos dirigentes que “esta fue la mejor cena de las últimas que tuve con Javier”.
El viernes pasado, Milei encabezó una atípica reunión en la Casa Rosada con legisladores de La Libertad Avanza, pero a la que fueron invitados también legisladores del PRO y de otras bancadas “dialoguistas” con el oficialismo. Macri le había insistido a Milei para que se involucre de modo personal en el devenir de la política legislativa.
La promesa de Milei a Macri de no que no cederá a las presiones K para avanzar en un proyecto para ampliar la Corte Suprema fue revelada a Clarín por fuentes que conocen de modo seguro buena parte de lo hablado entre Presidente y ex.
La SIDE y las causas contra Macri
Esa “garantía” se sumó a otra corrección que Milei ordenó que se concretara para calmar una inquietud de Macri: los actuales espías de la SIDE de ningún modo se comprometerían a “operar” los tribunales en contra del ex presidente, tal como este temió que ocurriese cuando se enteró de que un abogado del servicio secreto se presentó en tres juzgados pidiendo conocer la información de cuatro expedientes donde se investigó e investiga el accionar del espionaje durante la gestión presidencial del líder del PRO.
Esa “excursión” del nuevo apoderado de la SIDE existió.
Fue un trabajo extravagante, incluso para la siempre singular labor de los espías argentinos.
Clarín accedió a uno de los documentos que presentó en tribunales el nuevo apoderado legal de la SIDE, el abogado Ignacio González, con el que intentó tener acceso a los expedientes de las causas impulsadas por denuncias de la gestión de Cristina Caamaño Iglesias Paiz como interventora K de la ahora ex Agencia de Inteligencia Federal (AFI), la nueva SIDE. Los acusados siempre fueron sus antecesores en el cargo, o espías que trabajaron en gestión anterior a la suya. La de Macri.
El poder que presentó el abogado Ignacio González en varios juzgados federales.González fracasó en sus cuatro intentos para recolectar información.
No pudo acceder a ninguno de los expedientes que solicitó que se le envíen a una dirección electrónica bajo su dominio.
Ocurre que la SIDE, ex AFI, no actuó nunca como “parte” en esas causas judiciales. Solo si hubiera sido querellante en las denuncias K podría haber pedido tener acceso a la totalidad de lo actuado en la Justicia.
El documento que presentó González ante diferentes jueces pedía que se cumpla con algo de imposible cumplimiento.
El rechazo al doctor González fue unánime, al menos en Comodoro Py: los jueces Julián Ercolini, Daniel Rafecas y Sebastián Ramos (quien al momento de la solicitud del abogado-agente subrogaba el juzgado de Marcelo Martínez de Giorgi), se negaron a darle la información que buscaba.
La primera información sobre este acontecimiento extraordinario la publicó Joaquín Morales Solá en la Nación. Clarín amplió después lo que había ocurrido una vez que Macri le preguntó a Milei qué es lo que pasaba para que un agente indague en tribunales tal como lo había hecho González.
El escrito de este abogado-agente había alertado a los magistrados por su falta de sustento, pero también por la explícita y particular redacción de sus principales párrafos.
Mauricio Macri, ex presidente de la Nación. Foto: Juano TesoneLos servicios de Inteligencia no asustan a los experimentados jueces de Py, pero sí lo que leyeron y firmó González, pero debido a cierta precariedad argumentativa de su solicitud.
El documento fue replicado con el mismo título y redacción ante diferentes juzgados, pero se modificó de acuerdo al expediente pedido y al juez al que fue presentado.
El encabezado dice así: “SE PRESENTE APODERADO DE LA SIDE. ACOMPAÑA PODER. SOLICITA SE RELACIONE DOMICILIO ELECTRÓNICO”.
Y, después, tras presentarse como “letrado apoderado de la Secretaría de Inteligencia del Estado -SIDE-”, el doctor González afirma que presenta junto al documento que está siendo transcripto en esta nota, otro escrito más, “una copia certificada de la Resolución ‘S’ N 24/2024 acompañada al presente, y que se encuentra vigente en todas sus partes, soy apoderado de la SECRETARIA DE INTELIGENCIA DE ESTADO -SIDE- razón por la cual solicito en consecuencia se me tenga por presentado, en carácter, y por constituido el domicilio procesal y electrónicos ´ut supra´indicados”.
Tal como se dijo, González no acreditó ni dio los argumentos necesarios, esenciales en estos casos, para poder acceder a todo un expediente tramitado en los juzgados en los que pidió esas causas sobre espionaje, al menos en sus solicitudes presentadas en Comodoro Py.
Macri se enteró del accionar de González por información que le transmitieron sobre el tema sus principales consejeros sobre el Poder Judicial.
El ex presidente se convenció de inmediato de que se trataba de una “operación” en su contra impulsada por el Gobierno. Creyó que el ideólogo del interés del apoderado legal de la SIDE por los casos judiciales que investigaron su gestión en Inteligencia había sido Santiago Caputo, el influyente asesor del Presidente. Así se lo dijo a Milei en la anteúltima cena que compartieron en Olivos. En la Casa Rosada explicaron que Macri estaba equivocado. Y difundieron, de modo informal, la versión que indicaba que el doctor González no se había presentado en los tribunales para obtener documentación comprometedora contra el espionaje en el período 2015-2019: en realidad el abogado de la SIDE se habría presentado en catorce causas que involucran a espías, o ex espías, para ponerse al tanto del accionar de todos los empleados de la nueva SIDE.
El ex presidente Macri escuchó ese argumento de parte de varios importantes funcionarios nacionales.
La calma volvió tras su última cena con Milei.
El perfil del abogado de la SIDE
El doctor González, además de su fallido escrito jurídico, tiene antecedentes profesionales no habituales para un apoderado de la SIDE. De acuerdo a los registros públicos, está registrado como monotributista ante la AFIP, tiene deudas bancarias que fueron calificados en la categoría 5, es decir, como “incobrable”.
Su único empleador registrado, desde septiembre del 2023 en adelante, no es el Gobierno Nacional. Siempre de acuerdo a las fuentes públicas consultadas para esta nota, González trabaja para la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires.El titular de ese organismo es el ex ministro de Educación K, Alberto Sileoni. Actual gestión Axel Kiciloff.
La explicación sobre lo que hizo González, en el sentido de que no tuvo como objetivo de investigación a Macri, fue lo que le transmitió al ex presidente, a pedido del actual Jefe de Estado, uno de los nuevos jefes del espionaje nacional, el flamante titular del Agencia de Seguridad Interior de la SIDE, el comisario retirado de la Policía Federal, Alejandro Cecati, ex jefe de la custodia de Macri. No fue el único que habló sobre el tema con el ex presidente.
Una curiosidad: si el abogado González hubiese accedido al expediente que pidió sobre el supuesto espionaje de la gestión Macri a los familiares de las víctimas del submarino ARA San Juan, expediente que por decisión de la Cámara Federal culminó con el sobreseimiento de todos los denunciados, habría descubierto que el propio Cecati fue testigo en esa causa, a pedido de la defensa de Macri.
Cecati es un ex policía de legajo intachable.
Trabajó con Macri y también con el ex ministro de Menem Carlos Corach.
Nunca se lo vinculó con la política partidaria.
Anécdota: en su primera adolescencia, Cecati conoció a uno de los legisladores que más sabe sobre el ámbito de la Inteligencia Nacional, Cristian Ritondo. Solían pasar varias horas al día en la esquina de las calles Fragata La Argentina y Pizarro, Mataderos. Las reuniones de amigos del barrio se sucedían allí porque había un kiosco cuyo propietario era entonces una autoridad destacada de la Federal. El comisario, Juan Pilles.
Otra vida. Otros tiempos.