Hace nueve meses, Fabiola Yañez aterrizaba en Madrid con su hijo Francisco, de menos de dos años, y su mamá, en el vuelo AR-1134 de Aerolíneas. Todavía le quedaban unos días como primera dama y nadie sospechaba por entonces el tsunami de denuncias y acusaciones, los videos, los chats y las fotos que terminarían -luego de las revelaciones de una investigación de Clarín– con el ex presidente Alberto Fernández imputado por presunta violencia física y emocional contra ella, hoy su ex pareja.
Yañez lleva casi 300 días en España, un país que, según contó, no eligió y al que la trajo Alberto Fernández porque “le habían prometido”, si Sergio Massa ganaba las elecciones presidenciales del año pasado, la embajada argentina en Madrid.
Desde entonces, Fabiola Yañez se mudó, al menos, dos veces. Vivió en el barrio madrileño de Argüelles y hoy pasa sus días recluida en un departamento muy céntrico de la capital española, del que suele salir sólo cuando oscurece.
A principios de agosto, cuando Clarín reveló el hallazgo de chats y fotos que evidenciarían las agresiones que habría sufrido por parte del ex presidente, Yañez se decidió a denunciarlo. Se presentó dos días seguidos en el consulado argentino en Madrid, desde donde tramitó un poder para su abogada defensora y declaró por zoom ante el fiscal Ramiro González.
Hoy, Yañez casi no sale del departamento de alquiler temporal en el que se instaló con su hijito y su mamá, Miriam Yañez Verdugo. Se trata de un edificio histórico que, como tantas propiedades en las ciudades más atractivas del mundo, hoy dedica la mayoría de sus pisos a alquileres turísticos. Los departamentos, de entre 55 y 80 metros cuadrados, cuestan, en promedio, 180 euros diarios.
Fabiola Yañez se mueve en Madrid en un auto alquilado. Foto Cézaro De Luca
Salidas nocturnas
La ex primera dama se mueve por la ciudad en un auto alquilado por suscripción que cuesta unos 600 euros por mes.
Sin embargo, Yañez sale poco. Casi nunca de día.
Se la vio subirse al auto el domingo 1 de septiembre, a las nueve menos diez de la noche. Llevaba el cabello recogido en un rodete, un vestido floreado con la falda hasta la rodilla, zapatos bajos y una cartera colgada en bandolera. Como siempre, se ubicó en el asiento de atrás. La acompañaban su mamá, su hermana y el nene.
El miércoles 4, a las once menos veinte de la noche, volvió a salir del departamento. De jeans y un abrigo oscuro, hasta pasada la medianoche no había regresado.
Fabiola Yañez sólo sale en un auto alquilado para no caminar por la calle. Foto Cézaro De Luca
No está sola
Por estos días Fabiola sumó la visita de su hermana Tamara. Siempre escoltada por la custodia policial que el gobierno de Javier Milei envió a Madrid por pedido del juez federal Julián Ercolini -quien lleva adelante la causa por violencia contra Alberto Fernández-, Tamara suele salir con su sobrino, después del mediodía o por la tarde. Siempre en auto. Nunca a pie.
En medio de operativos que incluyen maniobras para despistar, Tamara y su mamá salen con el pequeño Francisco, en algunas ocasiones, hasta la sucursal más cercana a su departamento de El Corte Inglés. A veces regresan con bolsas del supermercado que uno de los custodios carga hasta la puerta del ascensor.
Por delante del edificio en el que vive Fabiola Yañez pasan a diario miles de turistas. Sólo en el mes de junio, Madrid recibió casi un millón de visitantes y España superó su propio récord: 42,5 millones de extranjeros la eligieron en la primera mitad del año.
Entre quienes disfrutan del verano madrileño que comienza a despedirse abunda el acento argentino. Ninguno, sin embargo, sospecha que la ex primera dama es vecina del barrio.
Miriam, la hermana de Fabiola Yañez, con su custodio en Madrid. Foto Cézaro De Luca
Los últimos días con Alberto Fernández
A pesar de la derrota de Massa en las urnas y la presunta promesa de embajada que no fue, Alberto Fernández viajó a España el 21 de diciembre de 2023 para, según dijo, “reencontrarme con mi familia y pasar con ellos la Navidad y el Año Nuevo”. Eso explicó el ex presidente en sus cuentas de redes sociales, aunque desde hacía tiempo circulaban detalles de la separación de la pareja. Los trascendidos decían que Yañez había abandonado hacía meses la residencia principal y se había instalado con su hijito en la casa de huéspedes de la Quinta de Olivos.
Días después de su desembarco en España, Alberto fue visto con Fabiola en una sucursal del Banco Santander de la calle Serrano de Madrid, donde intentó abrir una cuenta bancaria, y durante las últimas horas del 2023: Fernández y Yañez celebraron juntos la llegada del 2024 en una cuestionada cena de fin de año en el Hotel Four Seasons de la capital española, donde el cubierto cotizaba casi 1.200 euros -vino incluido- por persona.
Las fotos y los videos de los comensales que los reconocieron destilaban tensión en la pareja: “Comé las uvas”, le habría casi impuesto Fernández, serio, a una Fabiola apesadumbrada, sobre la costumbre española de llevarse a la boca doce pasas de uva, una por cada mes, apenas dan las campanadas del nuevo año.
Por entonces, vivían juntos en un departamento a metros de la sede del PSOE, el partido que lidera el presidente español Pedro Sánchez, a quien Alberto Fernández considera “un amigo”.
En esos días participaron de una cena madrileña con el argentino y ex juez del Tribunal Supremo de España, Enrique Bacigalupo, referente en derecho penal y favorito de Fernández como asesor en la polémica reforma judicial que intentó llevar a cabo durante su presidencia. En la comida también estuvo Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica y vicepresidenta tercera de Pedro Sánchez y nuera de Bacigalupo.
Promediaba ya enero de este año cuando Fabiola se perdió el viaje a Roma para la audiencia con el papa Francisco en el Vaticano: “Lamentablemente una intervención quirúrgica para sanar una apendicitis impidió a Fabiola acompañarnos”, posteó el ex presidente en redes junto a una foto suya, sonriendo y con su hijo en brazos, junto a Bergoglio.
Fernández compartía con sus seguidores, además, que había aceptado, entre varias propuestas laborales españolas, la de una universidad virtual que hoy afirma no tener ningún vínculo con él.
“El expresidente Alberto Fernández ha participado en proyectos académicos de UNIR (Universidad Internacional de La Rioja), pero no tiene ni ha tenido ninguna vinculación laboral (ni fija ni eventual) con la universidad”, aseguraron a Clarín desde Proeduca, el grupo privado al que pertenece UNIR.
Miriam y Tamara Yañez, la madre y la hermana de la ex primera dama, la acompañan en Madrid. Foto Cézaro De Luca
El pasaporte diplomático
“Me trajo a España, pero no me ayudó con los trámites, de hecho me revocó el pasaporte diplomático mío y de mi hijo, creo que en parte como otro modo de castigo y control”, dijo Fabiola Yañez en su declaración testimonial contra el ex presidente.
En realidad, su pasaporte diplomático de primera dama -que no implica inmunidades ni privilegios y sólo agiliza los trámites migratorios en los aeropuertos- caducó el 10 de diciembre, con el fin del mandato de Alberto Fernández. Pero un decreto firmado por Mauricio Macri durante sus últimos días de presidencia habilita a los ex presidentes a tramitar otro pasaporte diplomático como ex mandatarios.
De todos modos, si Fabiola denunciara ante la justicia española la violencia física y emocional que declaró haber padecido -en particular los hostigamientos que, según ella, se agudizaron desde que se mudó a Madrid-, el Estado español le concedería una residencia transitoria.
“A las mujeres que acreditan ser víctimas de violencia de género se les concede automáticamente la residencia legal en España para que estén protegidas en territorio español”, explicó a Clarín la especialista en violencia contra la mujer y ex presidenta del Observatorio de Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial español, Ángeles Carmona.
Alberto Fernández, imputado por violencia de género contra Fabiola Yañez. Foto EFE
El celular de Yáñez
La causa contra el ex presidente incluye acusaciones de lesiones leves y graves, abuso de poder y de autoridad y amenazas coactivas, delitos que podrían ser probados a partir del material almacenado en el celular de Fabiola Yañez.
En los últimos días se conoció la decisión del juez Ercolini sobre el peritaje del teléfono de Yañez: el juez dispuso que se realice en Madrid, medida a la que se oponía Alberto Fernández.
“Es pertinente a la investigación disponer la realización de una copia forense del teléfono celular de Fabiola Yañez”, señaló la resolución del juez.
“Se llevará a cabo en cumplimiento de todos los protocolos de preservación de la evidencia digital vigentes, a fin de asegurar correctamente su contenido y cadena de custodia, sumado a que será realizado en cooperación con el Ministerio Público de España”, agregó Ercolini.
La declaración del ex médico presidencial
Desde Madrid, Fabiola relevó del secreto profesional a Federico Saavedra, el ex jefe de la Unidad Médica Presidencial, a quien ella citó en su declaración ante el fiscal.
Saavedra declaró el jueves 5 de septiembre como testigo. Según el testimonio de Yañez, el ex médico presidencial estuvo al tanto de, al menos, una golpiza que ella habría padecido en junio de 2022. Y le habría recetado globulitos de árnica para atenuar los moretones.
El ex médico presidencial, Federico Saavedra, al salir de declarar en la causa. Foto Federico López ClaroSaavedra confirmó lo recetado. Dijo, además, que cuando preguntó cuál había sido el motivo del golpe en el ojo derecho de la ex primera dama le respondieron que había sido producto de un movimiento involuntario en la cama.
Aunque aún no tiene fecha, una de las declaraciones más esperadas es la de la mamá de Fabiola, Miriam Yañez Verdugo. La mujer, que no se separó de su hija en estos nueve meses que lleva en España, es, además, quien más cerca habría estado del maltrato padecido por la ex primera dama.