El nuevo decreto sobre navegación fluvial y marítima genera alarma entre trabajadores del sector, quienes denuncian un retroceso en la soberanía y la industria naval argentina.
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el capitán fluvial, Oscar Verón, quien comentó que, “este decreto es continuidad de muchos otros”, en referencia a la reciente norma que disuelve la Administración General de Puertos y la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, reemplazándolas por una agencia manejada por un abogado sin experiencia técnica.
“Despidieron a 150 profesionales que mantenían a flote más de 70 barcos, muchos de ellos hoy en condiciones de hundirse”, denuncia. A esos despidos se sumaron 140 trabajadores contratados, mientras el Estado debió revertir la clausura de oficinas clave que gestionaban el 80% del comercio exterior por la red troncal fluvial.
Riesgos ambientales y entrega de recursos
“Este decreto permite que cualquier buque de cualquier nacionalidad navegue nuestros ríos con cualquier tripulación”, explica Verón. La medida, asegura, expone a riesgos ambientales por falta de control y representa una cesión de soberanía sin precedentes.
Además, alerta que el decreto habilita “la importación de buques y maquinaria usada, en detrimento de la industria naval nacional”, lo que desincentiva la producción local y genera desempleo en astilleros y fábricas argentinas.
Una industria naval al borde del colapso
Verón recuerda los tiempos en los que astilleros como Río Santiago eran referentes continentales. “Hoy sobreviven como pueden, mientras el Estado prefiere importar todo”, denuncia. “Desde Menem para acá, todos miraron para otro lado. Nadie reactivó la industria naval”, mencionó.
El costo de esta inacción es millonario. “Pagamos más de 7.500 millones de dólares en flete por no tener flota propia”, señala, y agrega que 5.000 buques tipo Panamax ingresan al país cada año, “ninguno de bandera argentina”.
Canal Magdalena y la conexión soberana
Como integrante de la comisión asesora del Canal Magdalena, Verón subraya la necesidad urgente de una salida marítima soberana.
“Dependemos del puerto de Montevideo, concesionado por 80 años a una empresa belga, para entrar o salir de nuestros ríos”, advierte.
Reclama la construcción de un puerto en la zona del Magdalena: “Somos el único país que adapta el río a los barcos. Los barcos deben adaptarse al río”. A su juicio, el dragado indiscriminado es un “desastre ambiental” que amenaza con convertir al río de la Plata en un depósito de sedimentos contaminados.
Narcotráfico y contrabando en los ríos
La falta de control también facilita delitos. “Hay un 30% de contrabando”, asegura Verón, señalando que muchos buques ingresan con calados falsos para cargar mercancía no declarada. También apunta a un incremento del narcotráfico: “No podemos subir a ningún barco extranjero, y así nos entran todos”.
Incluso relata un caso inquietante: “Dicen que el barco que chocó en el puente Zárate-Brazo Largo lo hizo porque debajo había un pontón hundido lleno de droga”.
La urgencia de la movilización
Verón cierra con una advertencia: “Estamos en una lucha de esclarecimiento, porque el pueblo necesita saber lo que está pasando”. Y convoca a una gran manifestación: “Tenemos que estar todos en la calle: por la salud, la educación, los jubilados, y por la soberanía nacional”. “Este gobierno tiene que cambiar el rumbo o irse. Está entregando la soberanía absoluta”, concluyó.