El Gobierno se anotó una victoria clave en el Congreso y podría conseguir una segunda o, por lo menos, evitar dos duras derrotas, que se habrían sumado a los tres reveses consecutivos que significaron la sanción de la movilidad jubilatoria, el rechazo de Diputados al DNU para otorgar fondos a la SIDE y la elección de las autoridades de la comisión bicameral de Inteligencia.
En el momento de mayor tensión interna, cuando se multiplican las acusaciones cruzadas por la falta de conducción política, el oficialismo dividió a la oposición que no consiguió los dos tercios necesarios para revertir el veto presidencial y negocia para postergar la sesión del Senado del jueves, que encerraba otros dos cachetazos para el proyecto de Javier Milei: más fondos para las universidades y menos para la ex AFI.
El cambio de tendencia se explica en buena medida por el nuevo modus operandi que incluye una única ventanilla para atender a gobernadores e intendentes y nuevos articuladores políticos.
Nueva mesa política
Los ministros más efusivos explican el éxito del Gobierno en la mesa política que la Casa Rosada terminó de constituir en la emergencia de la semana más negra para LLA en materia legislativa.
Los martes, desde hace tres semanas Patricia Bullrich, Manuel Adorni, Martín Menem, Guillermo Francos y Lisandro Catalán consolidaron una instancia de diálogo y estrategia política junto al “triángulo de hierro” que conforman el Presidente, Karina Milei y Santiago Caputo.
La ministra de Seguridad ganó terreno en la política interna, aunque no tiene intenciones de moverse de su Cartera. La ex candidata presidencial de JxC fue una de las articuladoras para que los diputados radicales visitaran a Milei en Balcarce 50 el martes y anunciaran que respaldarían el veto del Presidente.
Dos de los cinco legisladores que estuvieron con en la Rosada -el tucumano Mariano Campero y el cordobés Luis Picat– trabajaron con Bullrich en la campaña. El gobernador correntino Gustavo Valdés también colaboró para que se sumara Federico Tournier. Completaron la nómina el neuquino Pablo Cervi y el misionero Martín Arjol.
En el entorno de la ex presidenta del PRO recuerdan su experiencia en el Congreso y en especial su rol como articuladora del Grupo A en Diputados en épocas de hegemonía kirchnerista.
¿Cambió Caputo (Santiago)?
El ascenso de otros funcionarios no significa que Caputo haya dado un paso al costado. “La diferencia es que Santiago antes operaba solo y ahora todos aportamos ideas, redes de contacto, soluciones y coordinamos”, explican integrantes del segundo club más selecto del Gobierno.
La tensión entre la ministra de Seguridad y Caputo llegó a su clímax tras la fallida elección de Edgardo Kueider para ocupar la bicameral de Inteligencia. Bullrich, como Macri, promovía al misionero Martín Goerling. Hubo gritos y testigos por otro error no forzado del Gobierno.
Bullrich volvió a sentarse a la misma mesa este miércoles en la previa de la votación en Diputados, cuando un nutrido grupo de senadores de LLA y opositores afines y la vicepresidenta Victoria Villarruel se reunieron con el Presidente.
“La idea es trabajar como si fuéramos un interbloque”, explicaron algunos de los presentes después del encuentro que se extendió durante dos horas cuarenta. El pragmatismo del oficialismo sirvió incluso para que el Presidente olvidara sus diferencias con la vice.
Javier Milei y Guillermo Francos con los jefes de bloque del PRO, Unidad Federal y Cambio Federal.Entre los aliados del Gobierno se contaron Eduardo Vischi (Unión Cívica Radical), Luis Juez (Frente PRO), Juan Carlos Romero (Cambio Federal), Beatriz Avila (Por la Justicia Social), Lucila Crexell (Comunidad Neuquén), y Carlos “Camau” Espínola y Kueider (Unidad Federal).
Se trata de una mesa análoga a la que LLA conformó con los diputados del PRO, LLA y el MID y fue la tercera vez que Milei se sentó en la cabecera de una mesa con políticos en dos semanas.
El Presidente y la rosca
En el Gobierno no hay certezas sobre cuánto le durará el entusiasmo por la rosca al Presidente que pretendía mantenerse como un outsider y lejos de los políticos profesionales. «No van a estar siempre ni él ni Karina», señalan en el Ejecutivo.
Milei está consustanciado con las explicaciones sobre el Presupuesto. El mandatario recogió el consejo de Mauricio Macri, que le sugirió conducir a los propios y también al PRO, que reclamó la presencia de Caputo o de la hermana del Presidente en las reuniones donde no esté el jefe de Estado.
Aunque es prematuro, en despachos encumbrados de Balcarce 50, piensan en una confluencia electoral en 2025 con varios de esos actores.
Los mismos funcionarios muy cercanos al Presidente que dejaron en offiside a Guillermo Francos cuando el jefe de Gabinete abrió la posibilidad a cambios al decreto que restringe la ley de Acceso a la Información ahora se desviven en elogios al ministro coordinador a quien señalan como el responsable de haber blindado el veto, una operación a la que Milei le puso el moño. En el triángulo de hierro se entusiasman con consolidar el bloque de 90 diputados que respaldaron el veto.
En el equipo de Francos -no es novedad- son los más cautos. Señalan que la debilidad legislativa del Gobierno volverá a sentirse inexorablemente y apuntan que no todos los temas concitan los mismos apoyos.
En los últimos días, por los despachos de Francos y su segundo, Lisandro Catalán, el tránsito de gobernadores se intensificó. En solo 5 días estuvieron Alberto Weretilneck (Río Negro), Martín Llaryora (Córdoba), Raúl Jalil (Catamarca) y Leandro Zdero (Chaco).
En el Gobierno pretenden que los mandatarios provinciales tengan como única mesa de entrada del Gobierno a la jefatura de Gabinete y el área de Interior para poder dar mejor seguimiento a la gestión. “Ellos (por los gobernadores) también nos tienen que ayudar”, se entusiasman en la mesa de los martes.