El 9 de septiembre de 2020, en plena pandemia, Jorge Macri se sentó en una de las primeras sillas dispuestas para escuchar el mensaje en el que Alberto Fernández, casi sin previo aviso, decidió quitarle un punto de coparticipación a la ciudad de Buenos Aires y transferírselo a la Provincia, en medio de un reclamo de las fuerzas de seguridad bonaerenses por aumentos salariales.
Al lado de Macri, entonces intendente de Vicente López, estaban Sergio Massa, en ese momento presidente de la Cámara de Diputados; Juan Zabaleta, jefe comunal de Hurlingham; y bien cerquita Néstor Grindetti, intendente de Lanús. El tiempo les dio a todos un protagonismo especial y cuatro años después Jorge Macri ocupa el sillón de jefe de Gobierno porteño y Grindetti es nada menos que su jefe de Gabinete.
A las 17, esta tarde, Macri y Grindetti ingresaron al Ministerio de Economía a reclamarle a Luis Caputo que Javier Milei cumpla la promesa de campaña de restituirle los fondos que el kirchnerismo le quitó al gobierno porteño, una caja que asciende a $ 350.000 millones, teniendo en cuenta el fallo de la Corte Suprema de Justicia, que en diciembre de 2022 definió que la Ciudad debe percibir de Nación un 2,95% de coparticipación en lugar del 1,4% que Alberto Fernández había definido pagarle de manera arbitraria.
«Las conversaciones están avanzadas para que el Gobierno Nacional cumpla con el fallo de la Corte Suprema y comience a depositar el porcentaje corriente mes a mes de coparticipación», es la expectativa de fuentes porteñas que son parte de la negociación.
Luis Caputo, ministro de Economía nacional. Foto: Maxi Failla. De la cumbre de este jueves, además de Macri y Grindetti, también participa Gustavo Arengo, el ministro de Finanzas porteño que reemplazó en el cargo a Martín Mura, que había estado allí desde 2015. Por el lado del gobierno estan Caputo y varios de sus asesores del equipo económico.
La Ciudad viene recibiendo desde hace más de un año el 1,4%, a partir del incumplimiento de la Rosada. «Esperamos que se cumpla el fallo, con el 2,95% de los fondos de goteo que nos tienen que transferir a través del Banco Nación», suelta otra fuente de Uspallata consultada por Clarín, con cierta incredulidad aún respecto a la promesa que había hecho Milei en campaña de aceptar el fallo.
Desde Casa Rosada, el planteo viene siendo el mismo que se esboza frente a cada negociación con las provincias. «No hay plata», sostienen, si bien reconocen que el reclamo de la Ciudad es lícito y cuenta con el aval de la Justicia. Consideran, además, que si se le habilitan los fondos a los porteños se pueden abrir otros focos de conflictos provinciales por más recursos.
A raíz de la decisión tomada por Nación, la Ciudad debió ajustar su presupuesto en los siguientes tres años de gestión de Horacio Rodríguez Larreta. Esa deuda original surgida desde Nación por la quita de recursos porteños, se terminó compensando con la reducción de un 10% del gasto corriente, un freno a las obras y renegociando contratos, aunque especialmente con el impuesto a las tarjetas de crédito -ya eliminado-, más la aplicación de Ingresos Brutos a las Leliq, todavía vigente y que se eliminará una vez que se le pague la coparticipación correspondiente definida por la Corte Suprema.
