24 de Marzo: “Vayamos a la marcha, es el día de lucha más importante que tenemos”

Eduardo tiene 33 años, trabaja dando clases de artes marciales en distintos clubes de la Capital Federal y es profesor de música. El miércoles 12 de marzo participó de la movilización en apoyo a la lucha de jubilados y jubiladas y enfrentó la dura represión de las fuerzas de seguridad de Patricia Bullrich.

La Izquierda Diario: ¿Con quién fuiste a la manifestación y por qué?

Eduardo: fuimos con el grupo de un club donde doy clases para bancar a los jubilados, porque es un delirio el maltrato que están teniendo.

¿Era la primera vez que ibas a una movilización?

No a una movilización en general, sí a las de jubilados. He ido a un montón de manifestaciones a lo largo de la vida. En ese horario por lo general estoy trabajando, pero ese miércoles me pedí el día para poder ir.

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Contame desde que llegaste, cómo fue, con qué te encontraste, cómo se fue desarrollando la jornada

Nosotros nos juntamos a eso de las 16:30 cerca de Callao y Corrientes, un par de cuadras más cerca del Congreso, sobre Callao. Me acuerdo que en la esquina en la que paramos había un cordón de policías, entonces nos quedamos ahí. Esto era como a tres, cuatro cuadras todavía del Congreso. Para esa hora ya habían estado reprimiendo en la plaza y solo de estar ahí ya sentía un poco los ojos llorosos del gas lacrimógeno.

En esa parte estaban distintos grupos de gente, cantando, bancando básicamente. En un momento nos empezamos a mover más para el lado de Plaza de Mayo, sobre calle Mitre, pero en las primeras cuadras ya hubo una intersección de calles donde sí nos tiraron un gas lacrimógeno que nos pegó bastante cerca y dispersó un poco a la gente. De hecho tuvimos que reencontrarnos entre algunos compañeros.

Seguimos marchando más para el lado de Plaza de Mayo. Pasamos 9 de Julio y cuando finalmente estábamos llegando a la plaza, se veía desde lejos bastante tranqui, había un par de grupos de policías por ahí, pero todo como bastante tranquilo por decirlo de alguna forma. Nos quedamos en una esquina, sobre Diagonal Norte antes de llegar a la plaza y veíamos que iban llegando policías desde Avenida de Mayo hacia la plaza.

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En un momento nos empezamos a ir hacia atrás, o sea, ya nos estábamos desarmando, ya íbamos a desconcentrar. Nos empezamos a ir por Diagonal Norte, de vuelta para el lado de 9 de Julio y es como que cada cuadra que retrocedíamos, ahí la policía avanzaba hasta la esquina. Entonces nos íbamos una cuadra, avanzaba de vuelta la policía, nos íbamos otra cuadra, avanzaba la policía, y en una de esas, se abrieron y nos rodearon. En ese momento, obviamente, no sé si la mayoría, pero a muchos de los que estábamos ahí nos agarró miedo, porque simplemente estábamos caminando, nos estábamos yendo. Y yo veo que un par de personas -ya ni siquiera sabría si decir compañeros, porque no me acuerdo quiénes estaban y quiénes no y no éramos el único grupo que estaba por ahí- se meten a un edificio y yo me meto con ellos. El portero no fue tan amistoso que digamos con nosotros y llamó a la policía. Entonces entraron, no sabría decirte de qué fuerza porque no me acuerdo bien de qué color se veían, pero o gendarmes o policías. Entraron y dijeron, tipo, “fuera”. No nos tocaron ni nada.

Y mientras empezamos a salir, un par quisieron pegarnos. No querían agarrarnos, solo pegarnos. Cuando logro salir a la calle ya había un despliegue bastante grande y ahí fue cuando tuve que correr, esquivé a un par de policías. Varios intentaron agarrarme. Cuando logro cruzar toda la calle y subirme a la vereda, un policía me intercepta y me empuja contra la pared. Yo me tropiezo un poco y sigo corriendo. Al menos hacia mí, lo que yo sentí era que querían más lastimar que agarrar. Seguí corriendo un rato, porque la verdad ni me di vuelta a fijarme si esa persona me seguía corriendo o no. Cuando me doy cuenta de que no me está persiguiendo nadie me relajo un poco, pero estaba totalmente solo, ya había perdido a todos mis compañeros. Ahí me comunico con algunos, nos encontramos y al rato me entero que habían agarrado a un par de los nuestros.

¿Ustedes cuántos eran? ¿Un grupo de cuántos?

Éramos muy poquitos, la verdad. Ponele que éramos 20, no sabría decirte, pero había muchas personas yendo por el mismo camino que nosotros, al menos el 40, 50 personas éramos cuando ocurrió esta redada.

Esto fue cuando ustedes estaban tratando de volver de Plaza de Mayo para la Plaza Congreso

Exacto. Y ni siquiera para Congreso, ya estábamos desconcentrando, ya nos estábamos yendo.

A lo largo de todo ese camino, todo ese recorrido que vos hiciste, vos viste gente moviéndose, caminando, manifestándose, tranqui

Sí, un montón.

Desde el primer momento que les empezaron a tirar gas, ustedes simplemente iban caminando

Sí, totalmente.

No había ningún tipo de pretexto para reprimir

No, para nada, o sea, posta, voy a decir con total sinceridad, el momento de mayor violencia si se quiere de parte de nosotros, los manifestantes, hacia la policía, hablando en general, ni siquiera de mi grupo porque creo que era gente de otro grupo, fue un momento en que aparecieron dos o tres policías de los que tienen chalequito celeste, los que están más desarmados y que justo nos cruzábamos en una esquina y cinco o seis personas les empezaron a gritar. Fin. Ese fue el mayor grado de violencia que hubo.

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Vos decís que la intención era lastimar y no agarrarlos, ¿por qué creés que intentaban hacer eso?

No tengo la menor idea, porque les encanta, supongo. No lo sé. O sea, yo, cuando estaba dentro del edificio este y quise salir, lo único que intentaron hacer fue pegarme, no me querían agarrar.

¿Vos creés que esto es algo que provoca más miedo o más bronca?

Creo que las dos cosas. Mucha gente que fue y vivió eso seguro dice “no voy nunca más”.
O al revés, gente que le pasa eso y dice, “ah, sí, ahora voy a ir más preparado”, qué sé yo… “ahora no voy con un grupo de 20 personas, voy a encolumnarme en una cosa más grande, así no me pasa esto”. Yo no volví a ir este miércoles porque trabajo en ese horario, no me puedo pedir todas las semanas para ir a marchar.

¿Vos has escuchado gente que se quedó con mucho miedo, que dice que no tiene más ganas de ir?

No en persona. Nadie que me haya dicho a mí directamente eso, “tengo miedo, no quiero ir”. Sí, con un amigo que fuimos ese día, dijimos que la próxima habrá que ir más preparado. Sobre todo para cuestiones como esto de que te cae un gas pimienta a 20 metros y ya te hace mierda. Tener algo que te permita respirar un poco mejor, un par de antiparras.

¿Viste el video que mandaron, que publicaron en Twitter desde Chile? No sé si viste algo de la rebelión chilena en el 2019…

Sí

Publicaron un tuit que decía, “hermanos argentinos, desde el pueblo de Chile, les aconsejamos que para la próxima usen lásers para cegar a los represores”, algo así. Y hay un montón de imágenes. Los tipos llevaban esos lásers, ¿viste como los que usan en el boliche para señalarte cuando estás fumando? Y es increíble la cantidad… cuando apuntás de a miles de lásers contra un punto, así enseguecían a los milicos.

Pueblo Argentino 🇦🇷 desde Chile 🇨🇱 les decimos usen “Punteros Láser” pic.twitter.com/kn3WLKNtn6

— 🅿️🅰️🅿️🆄®️®️1️⃣🅿️🅾️🅿️ (@p4purrip0p) March 13, 2025

Volviendo al miércoles, ¿qué pasó con las personas detenidas que fueron con vos?

Primero, nosotros fuimos varios del club, pero había gente que yo no conocía, que eran de La Plata. Del club agarraron a tres o cuatro personas y también agarraron a otro par más de La Plata. Una vez que se calmó la marcha y estábamos de vuelta en grupo los que quedamos fuera, nos pusimos a hablar sobre cómo trabajar. Básicamente fuimos ahí a acompañar. Los tenían en unas camionetitas frente al obelisco. Y una de las chicas se comunicó con la gente de Correpi, que se encargó de seguir a las personas detenidas. Pasó un rato re largo, de las siete u ocho que estuvimos ahí hasta las tres de la mañana que los liberaron.

¿Sufrieron algún tipo de herida? ¿Tuvieron que recibir asistencia?

Sí, y sé que fueron a distintos hospitales, tanto a los que agarraron como a los que no quedamos detenidos, algunos tenían heridas importantes de golpes y de disparos de balas de goma.

¿A ellos les quedó algún tipo de causa? ¿Se los acusó de algo?

Hasta donde sé, no. Estoy en contacto con uno de los chicos, muy cercano, y él no tiene ninguna causa.

Bueno, como viene siendo, detenciones al voleo arbitrarias que después no se pueden sostener porque no tienen ningún tipo de fundamento

También agarraban gente súper random, que ni siquiera estaba marchando. En un momento de la marcha yo me cruzo con un amigo que estaba trabajando ahí por Florida o Lavalle. Me saluda, le hablo un rato, pero él estaba trabajando, estaba en otra. Y me cuenta a los pocos días que lo veo de vuelta, que a un amigo suyo lo agarraron porque sí, que estaba trabajando con él.

Más en general, ¿qué opinás de la situación que estamos viviendo en el país?

Me parece horrible, incluso sin tener en cuenta esto que es como con un nivel de violencia absurdo, de por sí ya, me parece que estamos siendo gobernados por un meme, literalmente.
Cada vez que caigo en razón de que Javier Milei es el presidente de Argentina, por un lado me causa mucha gracia, pienso que somos imbéciles. Encima pensar que es la persona que nos representa internacionalmente me da mucha vergüenza ajena, muchísima. Eso por un lado, las medidas obviamente a la clase trabajadora no nos benefician para nada. Yo hace poco tuve que cambiar un trabajo, más bien dejar un trabajo y no la estoy pasando tan bien que digamos y sé que no soy la excepción tampoco, está bastante difícil en general. Incluso fuera de lo económico, me parece un tipo muy maligno. Todas las cosas que dice, cómo habla tan abiertamente en contra de la comunidad LGBTQ, en contra del feminismo, me asombra a un nivel que no puedo entender que haya alguien así que ocupe un cargo de presidente. O sea, si fuese, no sé, mi primo facho que veo una vez cada dos años, te lo entiendo, pero es el presidente de Argentina y me parece deplorable. Y con lo que pasó con las criptomonedas. Siento que tiene un nivel de no hacerse cargo de las cosas que él mismo dice que no puedo creer, no puedo creer. Es como si yo siendo profe secundario, le invente algo a mis alumnos y no puedo hacer eso.

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Lo que está haciendo el gobierno es evidente, coincido, me pasa lo mismo que a vos. Pero eso es el gobierno. ¿Qué opinás de lo que está haciendo la oposición? Oposición, ampliamente entendida, porque no estamos hablando solamente de la oposición en el Congreso, sino por ejemplo, los sindicatos, las organizaciones, que se plantean por lo menos desde lo discursivo como opositoras, ¿qué opinás del rol que están jugando?

En principio yo estoy bastante out de las noticias políticas. Pero sacando eso de lado, sí es cierto que, por ejemplo, el día de la marcha, apenas llegamos, antes de todo el bardo que viví yo, porque ya había empezado el bardo en la plaza, una de las primeras canciones que se escuchó cuando llegué era reclamando dónde estaba la CGT. Y sí, claramente, ¿dónde estás? Este tipo, este grupo de personas que nos gobierna, está a un nivel estratosférico de delirios y de crueldades y los que deberían ser los principales protagonistas de la oposición están apagados.

Yo no diría apagados, yo diría que están siendo cómplices

También…

Ya no podemos hablar solamente de pasividad. No es que se quedan pasivos de brazos cruzados, a este punto, es una colaboración activa la que están haciendo. En el Congreso, las fuerzas políticas de la oposición, salvo la izquierda, lo vienen ayudando un montón. La CGT, como vos decís, que no se mueve, viene de reunirse en Estados Unidos con Kristalina Georgieva, que es la titular del FMI. No es que no están haciendo nada. Hablar de pasividad, es ser benévolos

Claro, sí, sí. Bueno, hay una frase famosa que dice eso, cuando hay una injusticia hay dos bandos. Si elegís la pasividad es que estás del lado del injusto.

Desde tu punto de vista, ¿qué crees que hay que hacer en la situación actual?

Honestamente, se me ocurren cosas horribles y la verdad es que no tengo mucha idea.
Creo que mantener la lucha como se pueda pero cuidándonos más, escuchar esto que me contaste antes, a los pueblos hermanos que ya pasaron por estas cosas, para que no nos pasen cosas más terribles.

Bueno, pero en principio, seguir movilizando, ¿opinás que es algo que es necesario?

Sí, siento que es, no sé si la única carta, pero la carta habitual que tenemos y que mientras sea algo molesto, mientras sea algo que al menos llame la atención, está bien. Algo va a pasar. Ese día que estábamos marchando, de repente se generaba un embotellamiento en una parte, por lo menos está pasando esto, por lo menos no está funcionando el tráfico y hace que se mueva algo más, que no sea solo gente caminando y ya.

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Movilizar creo que es más que molesto porque, de hecho, empezaron a reprimir antes del horario de la convocatoria, porque lo que buscaron evitar a toda costa era justamente que se vea la foto de la plaza llena, porque le tienen terror a la movilización, le tienen terror a la idea de que la parte mayoritaria de la población de repente se vea unificada, encontrada. Fue muy diferente la jornada de este miércoles 19, porque no pudieron evitar la masividad, hay estimaciones que dicen que la marcha fue más grande, aunque es difícil estimar la cantidad de gente que fue el 12 porque se ocuparon de dispersar desde antes de que se pudiera concentrar. Lo que buscan, esta imagen de normalidad que es lo que vos decís que se rompe cuando hay una movilización, no lo pudieron lograr porque los que tuvieron que cortar todo fueron ellos. No pudieron evitar la movilización y no pudieron transmitir esa imagen de normalidad, de siga, siga, acá no ha pasado nada, porque tuvieron que militarizar el Congreso. Fue muy simbólico porque por fuera estaba la movilización de los jubilados, cuando adentro la Cámara de Diputados le votó la aprobación para que pase el DNU que habilita un nuevo endeudamiento con el FMI

Ah… espectacular…

No se sabe los montos, no hay ningún tipo de información, no se sabe de cuánta plata estamos hablando, no se sabe los plazos… le votaron un cheque en blanco, un endeudamiento a ciegas

Espectacular…

Y el Congreso se lo votó, le dio el consentimiento, así como le vienen dando muchos consentimientos para toda su política, por eso te digo que ya no podemos hablar de pasividad o de no enfrentarlo, sino de colaboración abierta. Para cerrar, te quería preguntar ¿vos marchás los 24 de Marzo?

Sí, esa es casi la única que trato de no faltar nunca.

¿Y por qué te parece importante estar?

Porque creo que es, al menos de los últimos años para acá, el último gran golpe que tuvo el país, no digo golpe como golpe de Estado, sino golpe como algo que deja una marca, más que nada a nivel social y me parece importante reivindicar ese día. Para mí es el día de lucha más importante que tenemos. A veces voy en grupo, a veces solo pero trato de estar siempre.

Yo milito hace un par de años, también estoy todos los 24, pero siento que hoy tiene más actualidad que nunca. No estamos hablando de historia abstracta, del pasado…Sobre todo cuando se ve el avance represivo, autoritario, desde el punto de vista económico. Hay un revival del negacionismo de la dictadura, de los desaparecidos, ni hablar de que está Villarruel, que es un personaje bastante nefasto. Si tuvieras que dar un mensaje a la juventud de cara a este 24, ¿qué le dirías?

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Que vayamos. No creo o espero que no haya de vuelta un nivel así de despliegue policial tan violento como el que hubo el miércoles 12, que siento que lo hicieron principalmente para asustarnos y que más allá de que se repita o no, igual está bueno estar presente, que seamos muchos, nos cuidamos entre todos. Hay como una cosa ya hace varios años, este plan del individualismo de “qué pasa si no voy yo… no pasa nada” y no… si no estás vos no está nadie en cierta forma, porque lo que moviliza es que uno vaya y haga lo que hay que hacer. Eso, creo que la presencia es válida, yo he ido a los 24 por mi cuenta, quizás no me cruzo a nadie que conozco pero estoy ahí en la Plaza. Voy no porque me sienta mejor conmigo mismo, sino porque creo que estoy acompañando la causa, que como dijiste ahora se siente más cercana pero siempre es un símbolo de lucha piola, que está bueno dar.

*El nombre verdadero del entrevistado se mantiene en reserva para proteger su integridad