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31 octubre, 2024

Vuelven Los Piojos: cuál es la importancia de la banda en el rock argentino

El reciente anuncio sobre la reunión de Los Piojos, nada menos que (por ahora) dos recitales en el estadio Unico, confirma una vez más que se trata de uno de los grupos más importantes en la historia del rock argentino.

Si de estadios llenos y poder de convocatoria se trata, pocos pueden superar la seguidilla de shows multitudinarios que dieron entre 1996 -cuando explotó el boom del álbum Tercer arco– y 2009, cuando se separaron en River.

Los Piojos durante su último show en River. Ahora volverán pero al estadio Unico de La Plata. Foto: Martín Bonetto.Los Piojos durante su último show en River. Ahora volverán pero al estadio Unico de La Plata. Foto: Martín Bonetto.Obras, microestadio de Ferro, Luna Park, microestadio de Racing, microestadio Parque Sarmiento, All Boys, Atlanta, Huracán, Boca, Vélez, River y Unico… la lista es impresionante pero mucho más la cantidad de veces que tocaron en cada lugar. Son los shows donde comenzó a hacerse famoso el clima de fiesta que los fans denominaron «rituales».

Amantes de los Stones

En sus inicios, como tantas bandas, Los Piojos tocaban muchísimos temas de los Rolling Stones, perfeccionando la fusión de rock y blues hasta dominar el estilo con solvencia.

Algo que no todos saben es que Andrés Ciro Martínez no fue uno de los miembros fundadores, porque la banda arrancó antes de su ingreso, cuando el bajista Micky Rodríguez se juntó con el baterista Daniel Buira y el guitarrista Daniel «Piti» Fernández. Era septiembre de 1986 y todos estaban en el colegio Bernardino Rivadavia de El Palomar.

Los Piojos, sacando pecho. Foto: Hernan RojasLos Piojos, sacando pecho. Foto: Hernan RojasPronto se sumaron Juan Villagra en guitarra, Diego Chávez en voz y Rosana Obeaga en coros. Aún se llamaban Los Piojos del Submundo, título de un tema de Fabi Cantilo cuando tocaba con Los Perros Calientes.

Los primeros cambios fueron la partida de Villagra y el ingreso de Pablo Guerra, que trajo a Ciro para cubrir las reiteradas ausencias de Micky. Y cuando Chávez decidió irse, Ciro pasó a ser el cantante. La leyenda cuenta que los convenció haciendo una versión con guitarra y armónica de Blues del traje gris.

Los ensayos se volvieron más intensos, en diferentes casas en Caseros, El Palomar y Villa Luro, hasta que en 1989 finalmente comenzaron a recorrer con mayor continuidad la escena del under porteño, en lugares como el emblemático Teatro Arlequines, Baroqué y Ma Baker. Como resultado, Los Redonditos los votaron como Grupo Revelación en la tradicional encuesta del Suplemento Sí de Clarín.

A esa altura hacían temas propios como El blues del gato sarnoso y Ay qué maravilla, además de versiones de sus amados Rolling Stones y también Lou Reed. También se mandaron a Villa Gesell para tocar prácticamente a cambio de comida, antes menos de 100 personas. Pero se iba gestando el mito.

Los primeros discos y el boom

En 1991 ocurrieron dos hechos importantes en la joven historia de la banda: compraron pasajes a Europa en cuotas y viajaron a un festival en Francia, una experiencia muy fuerte para todos los integrantes. Por otra parte, Pablo Guerra decidió dejar la banda para pasarse a Los Caballeros de la Quema, y entró Gustavo Kupinski, que tenía apenas 17 años.

El álbum debut, Chactuchac, llegó al año siguiente, gracias a los elogios de Los Redonditos de Ricota, que los recomendaron al productor Gustavo Gauvry. En esa época también tenían una tecladista, Lisa Di Cione, y los temas incluían Los Mocosos, una versión rockera del tango Yira yira, y las canciones Tan sólo y A veces.

El segundo disco fue Ay ay ay, que también salió en el sello de Gauvry, y tuvo como productor artístico al ex-Los Gatos Alfredo Toth. Ya no estaba Lisa y el hit fue Babilonia, seguramente inspirado en el nombre de un local del Abasto donde habían dado un gran show.

El golpe maestro llegó en 1996, con la edición de Tercer arco, que traía los hits El farolito, Verano del 92 y Maradó, donde Dani Buira sumó su amor por el candombe y la murga, redondeando un sonido único, personal y sumamente contagioso. Fueron Disco de Oro y luego Doble Platino, pegando un salto de difusión radial, popularidad y convocatoria.

Desde 1996, el grupo Los Piojos comenzó a tocar en predios cada vez más grandes, recorriendo casi todas las canchas de fútbol aptas para recitales.Desde 1996, el grupo Los Piojos comenzó a tocar en predios cada vez más grandes, recorriendo casi todas las canchas de fútbol aptas para recitales.Ahí comenzó la seguidilla que duró 13 años, hasta que dijeron basta en 2009. Primero llenaron dos Obras, dos microestadio de Ferro con 10 mil personas, luego tres Obras más, dos microestadio de Racing y finalmente Parque Sarmiento.

Cada vez más alto

A mediados y fines de los años ’90, la escena del rock argentino se dividía entre el llamado «rock sónico» de bandas como Babasónicos, Los Brujos y Juana la Loca, y el apodado «rock chabón» de La Renga, Los Piojos y Viejas Locas. Además, alto en el cielo seguían estando gigantes como Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, Soda Stereo y clásicos como Charly García y Luis Alberto Spinetta.

Andrés Ciro Martínez en vivo. Andrés Ciro Martínez en vivo. En ese contexto, Los Piojos fue dando grandes saltos de popularidad con cada nuevo disco. Salió Azul (con los hits Desde lejos no se ve y Agua) y llenaron All Boys. Grabaron los Obras de su festejo de diez años de carrera y lanzaron Ritual, grabado en vivo.

En el 2000 se repusieron de la partida de Daniel Buira y entró Sebastián «Roger» Cardero. Hicieron una «septralogía» en Obras con grandes invitados, y sacaron un nuevo disco de estudio, Verde paisaje del infierno (con Luz de marfil y Ruleta), que presentaron en Atlanta y Huracán, donde grabaron temas para otro álbum en vivo: Huracanes en luna plateada.

Los Piojos en una de sus tantas participaciones en el festival Cosquín Rock.Los Piojos en una de sus tantas participaciones en el festival Cosquín Rock.A fines de 2003 sacaron Máquina de sangre, con otro gran hit: Como Alí. Lo presentaron en vivo en River. Luego llenaron los estadios de Vélez, Unico y Boca. En el medio, comenzaron los rumores de peleas internas, problemas de dinero y separación, pero la salida de un nuevo trabajo (Civilización), parecía demostrar que seguían adelante.

Sin embargo pronto llegó el fin: hicieron una gran gira nacional que duró casi dos años e incluyó fechas en España. En el 2008 hicieron su tercer River en el marco del festival Quilmes Rock, y once shows en el Luna Park. Repitieron el Monumental dos veces al año siguiente, primero en otro festival y finalmente en el show de despedida, el 30 de mayo de 2009.

Los Piojos en uno de sus once shows del 2008 en el estadio Luna Park. Foto: Mario Quinteros Los Piojos en uno de sus once shows del 2008 en el estadio Luna Park. Foto: Mario Quinteros Ahora, 15 años después, se inicia una nueva etapa, con una generación de fans que nunca los vio en vivo, y en un mundo sin CD ni DVD, los formatos de su carrera en las décadas del ’90 y 2000. Vuelven Los Piojos, y todo es posible.

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