Los últimos hechos indican que el grupo escocés Travis está disfrutando de una especie de renacimiento, ya que acaba de encabezar cuatro festivales británicos y viene de girar con sus álbumes clásicos The Man Who y The Invisible Band, que en el cambio de milenio los ubicó en la cima del post Brit-pop, junto a Keane, Snow Patrol, Stereophonics y Coldplay.
Hoy tienen casi 35 años de historia, y su líder Fran Healy está en un gran momento de creatividad y entusiasmo.
Fran Healy en 2018, cuando vino al Festival de Cine de Mar del Plata para presentar «Almost Fashionable», un documental sobre Travis. La banda acaba de lanzar el álbum L.A. Times e inició en abril una gira por todo el Reino Unido. Además, confirmó que el 7 de noviembre estará en el teatro Gran Rex de Buenos Aires.
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Más cerca de la tierra que Coldplay
En un alto de la gira, Fran Healy charló con Clarín sobre el momento actual de Travis, que actualmente llegó a la categoría de «clásico» donde los van a ver fans fieles y también un público nuevo.
Travis acaba de completar una gira por todo el Reino Unido, promocionando su flamante álbum «L.A. Times». Foto de prensa-Te gusta el lugar donde están actualmente, o a veces decís «Me hubiera encantado convertirme en Coldplay y tocar en estadios todos los años»?
-¡Ah, eso es como preguntarme si me gustaría escalar el Monte Everest en calzoncillos! Algunas personas pueden. Hay personas que por alguna razón son capaces de sobrevivir en esas altitudes, y Chris Martin es uno de ellos.También Bono.
Con Travis, cuando llegamos a esas alturas, ganábamos premios, éramos la banda más grande de Europa y estábamos tratando de pegarla en Estados Unidos, nuestro baterista se rompió el cuello en un accidente y aterrizamos de golpe.
-¿Te gustó estar ahí arriba?
-No me gustó, no me parecía algo real y no es algo que disfruto. Soy un chico de clase trabajadora y tener una banda exitosa era un buen trabajo, ganar mucho dinero y ver el mundo. La cuestión es que todavía se puede ganar mucho dinero y ver el mundo sin tener que subir a la cima del Monte Everest.
Cuando estás tan arriba con la fama, la vida está tan lejos que ya no podés verla. ¡No es posible sentirte identificado con eso! Entonces, en las canciones para el cambio y en todo lo que hago, siento que necesito estar más cerca de la tierra y ver la vida para sentirme humano.
-¿Cómo pensás que lo vive Chris Martin?
-Conocí a Chris el año pasado y le dije, «¡Estoy tan orgulloso de vos! Sos como una fuerza para el bien. Literalmente estás peleando por todos nosotros y haciendo feliz a la gente». Coldplay no es sólo gente divirtiéndose, sino que es como una experiencia religiosa. Sé que lograr eso conlleva mucha presión. ¡Y encima Chris es un buen tipo!
El poder de la música
Fran Healy creció escuchando discos de vinilo y lanzó los discos de Travis en CD cuando no existían las redes sociales. Ahora tiene su música en plataformas digitales y convive con el mundo de Instagram, X y Tik-tok.
Travis vendrá a Buenos Aires el 7 de noviembre, al teatro Gran Rex. Foto de prensa«No me importa -dice- si una canción sale en CD, vinilo o lo que sea. Lo importante es poder escuchar la música. La música cura y es lo más parecido que tenemos a Dios. Por eso cada iglesia en el mundo usa música en su religión. Porque la música, el tono y el ritmo son cosas cósmicas y divinas. En cambio las redes sociales son casi como el diablo. No es que el diablo exista, pero es su maldad y está causando muchos problemas».
Y agrega: «Anoche fui a un concierto y la gente estaba muy feliz, escuchando música y bailando juntos. Ese es el poder de la música. Es todo lo contrario a las redes sociales».
-En tu caso, ¿sentí que la música y tu pasión por la creatividad te salvó?
-La música salva a todos. Y si tienes la suerte de hacerlo, lo sabes, lo curioso es. Si escribes una canción. Si escribes una canción y es realmente buena y te hace sentir algo como si te quedaras atrapado, lo sientes, tú, tú. Es como si algo se hubiera estado acumulando. Es como dejar escapar algo, ya sabes, es como si tuviera un gran listón para hacerlo. Sí. Ir al baño puede significar que te sentirás mejor después de liberarlo. Es muy interesante. Cuando escucho una canción escribo que me gusta mucho. Mismo sentimiento. Excelente. Se siente como si hubiera escrito. Es mi canción. Así son ellos con la magia de la música. ¿Entonces? Por lo que puede. Fresco.
-¿Por qué el nuevo álbum se llama «L.A. Times» y no «Glasgow Times»?
-Tengo que remontarme a 1995, hace casi 30 años. Por esa época, en el centro de Glasgow, había un tipo que vendía diarios y hacía algo gracioso con su voz. Lo lo grabé e hice una cinta para un amigo, que la llamé «Final Times». Desde entonces, siempre queremos hacer un disco llamado «Fatal Times».
Luego hice esta canción en mi estudio y es un lugar realmente duro en Los Ángeles, donde ves muchos opuestos, como un Lamborghini al lado de mucha pobreza. Entonces tenemos esta concentración de poder y riqueza, con gente que parece muy indiferentes. Dicen que están ayudando a la gente, pero yo digo, «¡Vamos, podrías hacer un poco más»!
-El disco tiene grandes canciones y suena muy fresco, a pesar de llevar 30 años tocando y grabando juntos. ¿Sentís esa misma frescura cada vez que grabás?
-Creo que estar en una banda nos mantiene jóvenes seguros. Antes de hacerlo cambiamos de manager porque no sentíamos que amaba a nuestra banda, pero otras personas sí. Y eso nos mantuvo. Así que es el primer álbum después de eso, que fue como un divorcio. Quizás por eso nos sentimos como si fuéramos libres.
-¡Es un álbum de ruptura, entonces! (risas)
-Se siente más como un álbum que abre puertas. Siento que recuperé el entusiasmo. Miro hacia afuera, veo otras bandas de mis contemporáneos y siento que no me rendí.