Lourdes Ciccarone fue una de las grandes revelaciones de esta edición de Gran Hermano. Con su melena rizada, su acento marplatense y su estilo frontal, se ganó el cariño de muchos seguidores. Pero también llamó la atención por su estricta decisión de no hablar, durante los cinco meses que estuvo en la casa, de un aspecto central de su vida: su novio, Lisandro.
La jugadora dejó claro, desde el primer momento, que no expondría a su pareja al ojo público. Y así fue. Durante todo su paso por la casa más famosa del país, Lourdes jamás mencionó a Lisandro ni se refirió a su vida sentimental, pese a los cientos de charlas íntimas entre hermanitos. Una estrategia tan cuidada como inusual en el reality.
Sin embargo, tras su eliminación, ese velo se rompió, al menos un poco. El lunes pasado, cuando Lourdes abandonó la casa, Lisandro fue quien la esperaba en el estudio de Gran Hermano. Apenas la vio, la recibió con un apasionado beso que sorprendió a muchos, especialmente a quienes ni siquiera sabían que ella estaba en pareja. Pero lo curioso es que ni siquiera Santiago del Moro hizo referencia a él en vivo, respetando el bajo perfil que Lourdes pidió mantener.
La historia con Lisandro no es nueva. El joven, que vive en Mar del Plata y prefiere mantenerse lejos del mundo del espectáculo, ya había hablado sobre su relación meses atrás, en una entrevista que dio en un ciclo local llamado Buenas Mañanas. En ese clip, explicó que ambos habían acordado mantener la relación lejos de las cámaras: “Estuvo hablado. Yo la iba a acompañar y apoyar en lo que tenga que decir. Estoy tranquilo”, dijo.
UN ACUERDO ENTRE DOS
También sorprendió al hablar con madurez sobre los posibles vínculos de Lourdes dentro del reality: “Si llega a pasar algo adentro de la casa, se hablará después. Todo se resuelve después”. Con esa frase, Lisandro dejó ver que su confianza en Lulú estaba por encima de cualquier show televisivo.
Aunque no es figura pública ni aspira a serlo, el joven fue ganando notoriedad entre los fans del programa. Muchos en redes sociales comenzaron a buscarlo, y varios usuarios lo bautizaron como “el novio ninja”, por su habilidad para permanecer invisible durante toda la competencia.
Después del beso televisado, Lisandro volvió a desaparecer. No dio notas, no subió nada en redes, ni volvió a aparecer en público junto a Lourdes. Se sabe que sigue en Mar del Plata, su lugar de residencia, y que incluso allí evita la exposición.
Ella, por su parte, ya retomó sus redes y comenzó a mostrar algunos detalles de su vida fuera de la casa. ¿Incluirá a Lisandro en esa nueva faceta? Todo indica que no. Al menos por ahora, el bajo perfil sigue siendo la estrategia elegida por la pareja. Y como dicen cerca de la marplatense: “Lo que funciona, no se toca”.
