En los comienzos del rock argentino, los grupos solían durar muy pocos años y parecía ser la norma a fines de los años ’60, toda la década del ’70 y comienzos del ’80. Recién el recambio generacional de Los Pericos y Los Auténticos Decadentes arrojó algunos nombres que ya pasaron la barrera de los 30 años.
Tal es el caso de Pez, formado en 1993 y liderado por Ariel «Minimal» Sanzo, que además posee otra particularidad distintiva: es la banda con mayor producción discográfica, con un total de 21 álbums, incluyendo al reciente Ion.
Para celebrar sus 30 años de actividad y también el lanzamiento reciente del disco Ion, Pez tocará este sábado en el Teatro Vórterix con una recorrida muy especial de toda su carrera, donde subirán al escenario algunos músicos de distintas épocas del grupo, más allá de los estables (desde 1996) Gustavo «Fósforo» García y Franco Salvador.
Pez, que durante muchos años fue un trío, actualmente es un cuarteto, tras el agregado de Hernán Espejo. Foto de prensa.«Lo que va a pasar este sábado en Vorterix -describe Ariel- es que el concierto va a empezar y terminar con el cuarteto actual tocando el último disco, pero lo que va a pasar en el medio es que vamos a revisitar los 30 años de Pez, sumando a músicos que pasaron por la banda. ¡Vamos a terminar siendo 12 músicos arriba del escenario a lo largo de toda la noche!».
-Podrían llamarlo Pez y Las Bandas Eternas.
-O simplemente La Banda Eterna. Cumplimos los 30 años y cada que cumplimos una década hicimos este tipo de show. Lo hicimos a los 10, a los 20 y ahora a los 30 lo volvemos a hacer, que es convocar a los ex compañeros de banda y recrear esas canciones con los timbres originales. Todo termina sonando igual que hace 20 años, y ya entra a tallar otra cosa que la nostalgia, la memoria emotiva. Es interesante.
El nuevo disco
El más reciente trabajo de Pez se llama Ion, en honor al legendario estudio de grabación donde se llevó a cabo. Son trece canciones grabadas en julio de este año, de las cuales ya se lanzaron como singles Bowie en Mar del Plata y Llevo la palabra, que suenan con la fuerza, energía y frescura que los caracteriza.
La tapa de «Ion», el nuevo disco de PezSegún Ariel «Minimal» Sanzo, «Las canciones nuevas fueron compuestas un poco antes de grabar. Es un disco que no ha tenido demasiado ensayo ni preproducción, también con algunas ideas que habían quedado de Pandemia. Está muy basado en el asunto de las dos guitarras, que es una formación que nunca había explorado».
-¿Cómo te sentiste con otro guitarrista después de tantos años solo?
-Me encanta . Pprimero porque me gusta mucho como toca Hernán Espejo, que es un crack. Y ninguno es claramente la primer guitarra y la otra guitarra rítmica, como suele ser en esos casos, sino que estamos todo el tiempo interactuando y departiendo, intercambiando roles.
-No es una división tipo Keith Richards y Ron Wood. ¿Qué que dupla tenías en mente?
-Me acuerdo cuando se sumó el Pichu de decirle que escuchemos discos de dos guitarras y marcarle y tratar de escuchar Almendra II o el Blues for Allah de Grateful Dead. Esos son los modos de guitarra que más me emocionan, más que Iron Maiden o las clásicas «twin guitars».
No es que yo me dediqué a cantar y tocar la rítmica y él vino a hacer los solos, sino que estamos todo el tiempo. Interactuando los dos.
Pez, una banda con 21 discos de estudio y 4 en vivo. Foto gentileza Barbara Raiker-Varios grupos están optando últimamente por un estudio caro como Ion para grabar en una o dos jornadas nomás, pero tocando en vivo y con buenos micrófonos y sala.
-Con Pez pasamos por todos los estudios de Buenos Aires en estos 30 años. Hemos grabado en vivo, hemos grabado por separado, hemos probado todas las opciones que había disponibles. Pero sí, acá grabamos en tres días y después se cantó y mezcló en otro estudio.
Un debut legendario
-Recordame cómo surgió la famosa tapa del primer disco, «Cabeza».
-Bueno, somos nosotros agarrándonos las pistolas. No sé cómo surgió esa idea ni me acuerdo que alguien haya dicho «Pongamos esto en la tapa», pero 30 años después estamos hablando de esa tapa.
La tapa de «Cabeza», el disco debut de Pez, de 1994.Hoy creo que sería más difícil, porque si bien se habla de libertad, cada vez hay menos. Y no solamente a nivel político y estatal, sino al nivel de la gente en la calle. Hay como una exacerbación de la libertad, pero cada vez somos menos libres y hay más miedo al qué dirán y todo eso.
-¿Cómo ves a lo largo de la carrera de Pez el paso de las modas musicales, las radios y la difusión?
-Creo que no tuvimos nada de lo que nombraste, ni apoyo de las radios, ni las modas musicales ni nada de eso. Nunca estuvimos pendientes de de una movida. Siempre fuimos así, medio a contrapelo.
-Sin embargo surgieron en la época del llamado Nuevo Rock Argentino.
-Sí, pero nosotros estábamos, en todo caso, haciendo foco en el viejo rock argentino, descubriéndolo. Si bien todo el mundo conocía el primer disco de Almendra, no tantos habían escuchado como se debe el segundo, y ni hablar del tercero de diez años después, El valle interior. Nosotros estábamos buceando en ese rock argentino que no había sido tan mainstream.
