El sambista brasileño Melquisedeque Marins Marques, más conocido como Quinho do Salgueiro, una de las grandes voces del Carnaval de Río de Janeiro, murió a los 66 años en Río de Janeiro, informó la escola de samba Acadêmicos do Salgueiro.
El cantante padecía un cáncer de próstata, estaba ingresado en un hospital de Río de Janeiro y, según medios locales, falleció por causa de una «insuficiencia respiratoria».
La escola de samba afirmó en una nota sentir una «profunda emoción» y «un nudo en la garganta» por el adiós del histórico intérprete, del que dijo que «trascendió los límites de la música y del Carnaval».
Quinho do Salgueiro fue una enorme figura de la escola de samba Acadêmicos do Salgueiro. Foto: IG«Quinho no fue apenas un intérprete talentoso; era la voz que resonaba en cada conquista, en cada desfile, y estaba íntimamente entrelazada con el alma de Salgueiro», señaló el comunicado en su perfil oficial de Instagram.
Una carrera de 40 años
De familia asociada al mundo del samba, Quinho do Salgueiro empezó su carrera musical en la década de 1980 y pasó por varias de las escuelas más conocidas de Río, como São Clemente e Império da Tijuca, así como también por algunas de São Paulo y Porto Alegre.
Pero siempre estuvo vinculado a Acadêmicos do Salgueiro, donde militó durante alrededor de tres décadas en diferentes periodos y consiguió su mayores éxitos con la composición de auténticos himnos carnavalescos, como Explode coração.
Quinho do Salgueiro estuvo vinculado 30 años a Acadêmicos do Salgueiro. Foto: IG«Quinho no solo cantaba para Salgueiro; vivía y respiraba cada nota, cada latido del corazón acelerado de la batería. Personificaba el espíritu de Salgueiro, y su ausencia deja un vacío indescriptible», describió la escola carioca, una de las más tradicionales de la capital fluminense.
Acadêmicos do Salgueiro transmitió sus condolencias a la familia y a todos aquellos que tenían «una conexión profunda con su legado».
«Que tu voz resuene eternamente en las avenidas, en los corazones de los sambistas y en cada esquina de Salgueiro. Descansa en paz, Quinho, pues tu música seguirá estremeciendo nuestras almas», concluyó.
