No pinta para hit, como su antecesora, pero sí rankea como serie recomendada para maratonear en un par de días. Y, especialmente, para entretenerse. Berlín no asoma, por ahora, con chances como para destronar a La casa de papel del podio de la más vista en la historia de Netflix, pero se defiende. Desprendida una de la otra en formato de precuela (cuenta algo anterior al relato madre), quiere parecerse y diferenciarse al mismo tiempo. Y sale bien parada del desafío, sin regalar nada.
Berlín evoca los tiempos mozos de uno de los personajes más pintorescos de la banda de atracadores que se hizo querer mucho (especialmente durante la pandemia) en el streaming. De la mano de los mismos creadores, Álex Pina y Esther Martínez Lobato, viaja a la época en la que Andrés de Fonollosa todavía no tenía alias de ciudad europea, pero sí un gran poder para hacerse de lo ajeno.
Y para saber rodearse. Porque si bien el objetivo de este spin-off es retratar a un hombre que sabía soñar y planificar -y al que había que darle los colores justos para conquistar al público desde la vereda del delito-, los ocho episodios de esta primera temporada abarcan también las vidas de los miembros de su nueva (vieja, cronológicamente hablando) banda. Y la de Camille, la mujer que le hace perder la cabeza. O lo intenta.
Los actores de la banda: Begoña Vargas, Tristán Ulloa, Alonso, Joel Sánchez, Michelle Jenner y Julio Peña.El disparador de Berlín es que un joven Andrés (a cargo de Pedro Alonso) diseña el robo de joyas de una prestigiosa casa de subastas de París valuadas en 44 millones de euros. Y pone manos a la obra, sin sospechar que el amor le iba a hacer entender que no es lo mismo el valor que el precio.
Es anecdótico, al menos para un crítica de ficciones, si el grupo de ladrones -cada uno con su tarea asignada de acuerdo a sus habilidades- logra su cometido. Y más en este caso, en el que los creadores buscan contar cómo lidia este señor entre su ambición y el deseo, que tampoco son la misma cosa.
Dos que se sacan chispas: Tristán Ulloa y Pedro Alonso.Con una estética moderna y la belleza de París como telón de fondo para buena parte de las escenas (el rodaje también se realizó en España), Berlín busca subirse al ABC de La casa de papel, pero con una vuelta de tuerca: romantizar al personaje principal y agregarle dosis extra de pasos de comedia.
No es mala idea, ni mucho menos. Para los fans de La casa… hay algo muy familiar en el trazado de plan perfecto y en el impacto del atraco, pero la tensión buscada para ver si ganan los malos o los supuestos buenos se diluye de a ratos. Y eso termina restando. Hay enlaces que, en un instante, van del peligro al gag.
En ningún momento amenaza con ser rotulada como una serie mala o regular, pero le falta para el muy buena. Entre sus puntos más fuertes están algunas actuaciones, especialmente cuando toma cuerpo el delicioso contrapunto entre Andrés y su amigo Damián (el otro cerebro de la banda), interpretado por Tristán Ulloa, uno de los hermanos Cortázar de Gran Reserva, enorme éxito de la TV española que no tuvo su explosión el streaming.
El español Pedro Alonso y la mexicana Samantha Siqueiros, como Andrés y Camille.A La casa de papel le ocurrió al revés: no tuvo buen despegue en Antena 3, pero cuando la compró Netflix sí pudo pegar el salto a la historia. Veremos si, con los días, Berlín cosecha tanta audiencia. Por ahora está primera en la Argentina, entre otros países, a nueve días de su estreno.
Ficha
Calificación: Buena
Drama y comedia Protagonistas: Pedro Alonso, Tristán Ulloa, Begoña Vargas, Michelle Jenner, entre otros Creadores: Álex Pina y Esther Martínez Lobato Directores: Albert Pintó y David Barrocal, entre otros Emisión: Netflix, ocho episodios.
