Muchos llegan a esta serie a modo de consuelo. Ante el final de la lacrimógena This is Us después de seis temporadas (y la ausencia de un spin-off deseado por los amantes del drama creado por Dan Fogelman) buena opción parecieran ser las historias que incluyen a alguno de los entrañables actores del antológico drama.
Tracker (Disney+) es un producto del que se agarran los que extrañan a los Pearson, aunque ese abrazo desilusione: el protagonista es el querido Justin Hartley (Kevin Pearson, el mayor de «los tres grandes») y su criatura tiene mucho del individualista de This is Us. Maquilla su vulnerabilidad, esconde un alma rota, aunque la atmósfera narrativa es otra.
Este drama con altas dosis de thriller y acción no nos conecta con las entrañas de una familia, ni perfora pechos con el tratamiento de los vínculos y la emocionalidad. Persigue a un incomprendido cuarentón cuya vocación se explica desde un trauma infantil.
Justin compone a Colter Shaw, un singular cazador de recompensas, lobo solitario que vive de rastrear a personas desaparecidas para luego cobrar por dar con sus paraderos. Tiene alguna herida relacionada con lo paterno, pero habrá que dejar correr los capítulos (y los flashback) para entender de dónde viene y por qué esa adrenalina por encontrar a seres a los que se los tragó la Tierra.
Uno de los «tres grandes» de This is Us, Hartley, con serie propia: protagoniza y produce. Astuto para la investigación, de gran olfato e intuición, hábil, para escalar, esquivar los tiros o revisar cámaras de seguridad, no trabaja para ninguna fuerza policial. Lo suyo es una empresa solitaria cuyas tretas implican altos costos, como el riesgo de ir preso o de recibir un nocaut.
Su misión, un servicio noble a pesar de las herramientas que el caza-recompensas usa, no logra conmovernos, ni inquietarnos demasiado. No queda claro si el guionista juega a propósito con cierta desconexión emocional del protagonista o si le falta trabajar la profundidad emocional.
Sectas, narcotráfico, venganzas, secuestros. No hay escollo que frene a este justiciero en ese camino por redimirse. El apuesto Colter deja ver sus suturas cuando se saca sensualmente la camisa. Duerme en un motorhome capaz de permitirle recorrer de punta a punta los Estados Unidos. Donde sea que esté el trabajo de búsqueda, allá va con su viejo dolor maquillado. Tiene apoyo logístico a distancia (la dupla Abby McEnany y Robin Weigert) y algunos coqueteos o amoríos con colegas que no logran sacarlo de su soledad.
Hartley, un justiciero con una vieja herida.«Vas a sobrevivir», dice en la primera escena este musculoso y valiente sabueso que rescata a un chica en el desierto. Entre disparos, precipicios, sirenas, enigmas, cada episodio propone un caso a resolver. Lo único permanente en la serie es la llaga del héroe, que explica en parte esa compulsión por hacer que los que faltan del hogar se reencuentren con los familiares desesperados.
Superpromocionada durante el último Super Bowl (emitida por CBS), de manual, con varios clichés y sin intenciones de quedar en el recuerdo o diferenciarse, esta historia basada en la novela The Never Game, de Jeffery Deaver, tiene la producción ejecutiva del propio protagonista, con su productora Change Up.
Más que la trama policial, el imán pasa por el turbulento pasado del muchacho en cuestión, a veces poco explorado. Pese a que la psicología del paladín del cuento no esté aprovechada a fondo, el producto es un marquetinero anzuelo para los «huérfanos» de This is Us. Y para ese público amante de los capítulos independientes que pueden verse en cualquier momento, sin necesidad de tener que recordar el anterior.
El musculoso Hartley en un drama con tiros y acción.
Ficha
Calificación: Regular.
Género: Drama/Acción. Protagonista: Justin Hartley. Creación: Ben H. Winters. Dirección: Ken Olin y otros. Trece episodios disponibles en Disney+