Después de seis días en el Hospital Italiano, Jorge Lanata regresó a la clínica de rehabilitación Santa Catalina, especializada en la neurorehabilitación, para continuar con su recuperación, por recomendación médica.
El primer parte médico de Lanata en el Italiano decía que «evoluciona favorablemente» en la Unidad de Terapia Intensiva, según se comunicó el viernes 20. «Actualmente se encuentra estable, sin fiebre y compensado hemodinamicamente», se comunicó en el informe, que fue completado con panorama alentador.
Jorge Lanata en su estudio. Foto: Rafael Mario Quinteros «Permanecerá internado en este servicio y se espera que la semana próxima pueda reingresar al centro de rehabilitación para continuar su proceso de recuperación», indicaba el documento con las firmas de Susana Bauque, jefa del Servicio de Terapia intensiva y de Sergio Giannasi, jefe de Unidad de la misma área.
En efecto, eso es lo que sucedió: volvió a Santa Catalina.
Una distinción
El regreso del periodista a la Unidad de Terapia Intensiva coincidió con la decisión de la Academia Nacional de Periodismo, que su sesión plenaria del miércoles, resolvió por unanimidad designar como académicos honorarios a Lanata y a Mónica Cahen D’Anvers.
Mediante un comunicado, se señaló que tal distinción se otorga a periodistas con “una destacada trayectoria en la profesión y que, además, han contribuido a la defensa de la libertad de expresión”.
Acerca de Lanata, se expuso que “tiene notables pergaminos en el ejercicio del periodismo gráfico, televisivo y radial. También destacaron que «se distinguió por su forma creativa de ejercer la profesión y por su vocación para investigar el lado más oscuro de la política”.
Mientras que de Cahen D’Anvers, se argumentó que fue durante décadas “una de las voces más creíbles del periodismo para la sociedad argentina» y que «fue una pionera en el conocimiento de otras realidades y de personalidades importantes del mundo”.