Durante 10 años, Sofía Vergara se encargó de llevar risas a miles de hogares interpretando a una espontánea y carismática madre en Modern Family. Sin embargo, ahora decidió cambiar el rumbo de su carrera actoral y apostar por un rol arriesgado con el que nos muestra su lado más oscuro en Griselda, la nueva serie de Netflix.
La miniserie es una biopic que cuenta la historia real de Griselda Blanco, la líder narco que fue la inspiración de Pablo Escobar. Claro que el caso de Griselda fue menos conocido, por el simple hecho de ser mujer en un negocio dominado por hombres. Este aspecto es uno de los focos principales que eligieron para relatar su historia.
En los primeros minutos de la serie, paradójicamente, aparece una frase de admiración de Pablo Escobar hacia la protagonista: «El único hombre al que le he temido en mi vida fue una mujer, llamada Griselda Blanco».
Sofía Vergara, irreconocible en su nuevo papel, sale airosa del desafío dramático. Foto NetflixInmediatamente después -en el primero de los seis episodios– presentan a Griselda, escapando de Colombia a Miami con sus tres hijos, después de matar a su esposo maltratador. Al comienzo del relato, «la madrina» intenta abrirse camino en el negocio del narcotráfico, y constantemente es ninguneada por ser mujer. Poco a poco, vemos cómo va construyendo su imperio.
El tinte feminista que le dieron a Griselda es uno de los aspectos que logra una cierta humanización del personaje. No sólo está muy marcado en cada una de las escenas, sino que fue apoyado por una subtrama. La serie narra paralelamente la historia de June Hawkins, una mujer detective que intenta terminar con la mafia de «la reina de la cocaína».
Una Sofía Vergara irreconocible
No es la primera vez que la historia de Griselda Blanco es llevada a la pantalla. La televisión conoció a esta despiadada mujer en 2014, con la telenovela colombiana La viuda negra. Pero la Griselda de Sofía Vergara nos presenta una nueva perspectiva, que también la diferencia de la película de 2017 (Griselda: la reina de la cocaína), protagonizada por Catherine Zeta-Jones.
En la nueva miniserie, no vemos a una Griselda Blanco sensual que usa su cuerpo y su belleza como elementos para abrirse camino en el negocio. Esta licencia que se tomaron las ficciones que retrataron a la capa narco anteriormente desapareció en esta versión, en la que decidieron darle una impronta más realista y empoderada al personaje.
La actriz colombiana, que también es productora ejecutiva de la serie, se encargó de que nadie asociara a Griselda con su querido personaje de Modern Family. Hizo un gran trabajo físico y actoral, y los esfuerzos dieron resultado: está realmente irreconocible.
Es la tercera vez que la historia de Blanco llega a las pantallas. Además de protagonista, Sofía es la productora ejecutiva.El primer papel dramático de Vergara es cautivante, tanto que el espectador puede percibir cómo poco a poco el alma de su personaje se va oscureciendo, conforme avanzan los capítulos. Su versión de Griselda Blanco le escapa a la sensualidad. Vemos en ella a una madre desesperada, que lentamente se convierte en un monstruo por codicia.
Vergara logra que veamos en Griselda un costado poco explorado cada vez que se aborda la historia de este personaje: una madre amorosa que hizo todo por sus hijos. Incluso, logra que los espectadores terminan empatizando con el mismo personaje que fue responsable de incontables asesinatos.
Un aire a Narcos
La producción está a cargo de Eric Newman, el creador de Narcos. La serie se mantiene fiel a su estilo de escenas bilingües, intercalando entre el español y el inglés. Sin embargo, esta dramatización basada en la vida de Griselda Blanco trae un estilo narrativo propio.
Lejos de la imagen de Gloria Pritchett (la madre de «Modern Family»), Vergara se animó a la transformación física buscando verosimilitud. De todas maneras, es cierto que hay muchos elementos de Narcos que se mantienen aquí, y refuerzan la idea de que Griselda es, más bien, una nueva entrega en el universo de Narcos. El efecto cromático, la ausencia de material de archivo y la utilización de la banda sonora como recurso para dramatizar cada uno de los asesinatos son algunos ejemplos de las similitudes entre una y otra.
Griselda es una serie narco y violenta, que en sus 6 episodios de una hora logra contar luna historia real de manera contundente y con una fresca y humanizadora perspectiva. Trae una propuesta atractiva y convincente, sin escatimarle a la oscuridad, con una interpretación impecable de su protagonista.