Por caprichos legales, burocracias, juicios y problemas de discográficas, existe un disco de Charly García que no todos conocen y que bien podría ser el mejor de una discografía llena de joyas únicas que lo convirtieron en el número uno del rock argentino.
Se llama Música del alma y es como el Bandas Eternas de García. Porque así como Spinetta reunió en un mismo show a todos sus conjuntos (Almendra, Pescado, Invisible, Jade) y recorrió toda su carrera en Vélez, Charly juntó en un Luna Park a Sui Generis, La Máquina de Hacer Pájaros, PorSuiGieco y un primer boceto de lo que sería Serú Girán.
Es el primer álbum solista de Charly, grabado cinco años antes de su famoso debut oficial con el doble Yendo de la cama al living/Pubis angelical que presentó en vivo en Ferro ’82.
La serigrafía original del arte de tapa de «Música del alma», realizado por Renata Schussheim y ahora incluido como póster en la reedición en vinilo.Sin embargo Música del alma se editó recién en 1980 y no fue reeditado en vinilo hasta ahora. En el medio hubo dos tiradas en CD, una con cajita de plástico de DVD y otra con sobretapa de cartón. En definitiva: era un inconseguible en formato físico, aunque ahora sí está en YouTube y plataformas digitales.
El origen del concierto
En septiembre de 1977, Charly García anunció la separación de su grupo La Máquina de Hacer Pájaros y declaró en la revista Expreso Imaginario que «Voy a organizar un recital monstruo en el Luna Park e inmediatamente viajaré a Brasil».
El aviso que armó el propio Charly García para promocionar el recital en el Luna Park.A esa altura de los acontecimientos, el lugar de mayor convocatoria era el estadio de box de Corrientes y Bouchard. Nadie imaginaba que el rock local podía llenar una cancha de fútbol ni que García haría dos River en 1992.
Un mes después, Charly dibujó él mismo un aviso para publicar en las revistas de rock. Bautizó al show como «Charly García, pianista y amigo» y anunció la fecha: 11 de noviembre.
La idea de García era contar con una suerte de banda estable formada por David Lebón y dos ex-integrantes de Crucis: el bajista José Luis Fernández y el baterista uruguayo Gonzalo Farrugia.
Ellos tres iban a estar en la nueva agrupación que Charly quería armar en Brasil, lo que luego se conocería como Serú Girán. Pero no pudo ser: Fernández terminó yéndose a Los Angeles y Farrugia a México. Finalmente Charly viajó a Buzios solamente con Lebón, y después de un tiempo se sumaron Pedro Aznar y Oscar Moro en el estudio de grabación en San Pablo.
La lista de invitados para el Luna Park le permitiría a Charly recrear en vivo a sus bandas anteriores, porque de Sui Géneris estaría Nito Mestre, de PorSuiGieco convocó a María Rosa Yorio, León Gieco y Raúl Porchetto, y de La Máquina a Oscar Moro y Gustavo Bazterrica.
También se sumaron Gustavo Santaolalla con Mónica Campins, Golo Cavoti, Juan Rodríguez, Pino Marrone y Aníbal Kerpel. Un auténtico dream-team de músicos que girar alrededor del anfitrión, con una cantidad y calidad nunca visto en el rock argentino, solo superado por el gigantesco Bandas Eternas de Spinetta en 2009.
Los problemas técnicos
El plan de Charly era grabar el recital y editar de inmediato un disco doble en vivo, lo cual le permitiría cobrar un anticipo de regalías para financiar su viaje y estadía en Brasil. Pero hubo todo tipo de contratiempos técnicos y el álbum recién se publicó en 1980, con abundantes regrabaciones en estudio.
La reedición 2024 de «Música del alma» incluye la etiqueta original del sello independiente Sazam, que pertenecía a Music Hall.Básicamente, la grabación fue muy mala y muchas canciones se volvieron a registrar en estudio. También se transmitió por radio en el programa de Juan Alberto Badía y muchos fans hicieron grabaciones piratas durante el show.
Con todo ese material disponible, además de los 13 temas del disco, los coleccionistas han reconstruido el show completo y está disponible en sitios de fans en la web. Según el historiador, escritor y coleccionista Roque Di Pietro, duró 3 horas y 23 minutos.
Según el texto que Charly escribió a mano en el sobre interno, «Este disco estuvo listo pasado un mes del llamado ‘Festival del Amor’ en noviembre del 77. Algunos temas fueron regrabados en los estudios Ion, los más ‘en vivo’, porque de aquellas cuatro horas y pico de música (entre cambio de cintas, acoples, etc) algo se perdió».
El texto manuscrito por Charly Garcia en el desplegable interno de «Musica del alma».Y agrega:»Lo que aquí quedó son temas de autores diferentes y muy parecidos a la vez, algunos de estos cantados por años, otros hechos especialmente para aquella ocasión»..
Dato importante: esta reedición es posible gracias a la iniciativa del Instituto Nacional de la Música (INAMU), que logró recuperar el catálogo del sello Music Hall. La edición fue hecha junto a DBN.
¿Por qué es el mejor disco de Charly?
Música del alma muestra a uno de mejores Charly García de todos los tiempos, tan deslumbrante como la etapa más pop de Serí Girán y tan impactante como la época del rediseño de sonido de Clics modernos y el rock de Piano bar.
El bicolor está más inspirado que nunca, cantando y tocando con todo el arsenal de sintetizadores de La Máquina y haciendo ostentación de su estilo único para tocar el piano eléctrico. Y con tantos músicos y posibilidades, abarca desde el mejor rock progresivo hasta los arreglos vocales folk de sus amados Crosby Stills & Nash, propios de la etapa con PorSuiGieco.
La Máquina del Hacer Pájaros, con Charly García, Carlos Cutaia, Oscar Moro, José Luis Fernández y Gustavo Bazterrica. Foto gentileza Carlos CutaiaEl inicio es un despliegue pianístico cien por ciento García en la improvisación llamada Variaciones sobre música del alma. Enseguida aparece su futuro socio David Lebón y se lucen en Dos edificios dorados y Hombre de mala sangre.
El Lado A del Disco 1 cierra con más piano tan característico de Charly, ahora acompañando a Raúl Porchetto en Sentado en el umbral de Dios.
El Lado B abre con otro tono, más explosivo e igual de extraordinario: una lección magistral de funk para una irreconocible versión de El fantasma de Canterville. Pocas veces se escuchó un grupo en vivo que sonara tan poderoso.
Luego llega León con una evidente regrabación en estudios de Las dulces promesas (luego grabada en un álbum solista como Un poco de comprensión), la primera voz de María Rosa en Iba acabándose el vino y un etéreo David en su Tema de los devotos dedicada al gurú Maharaji.
Charly García en vivo con Serú Girán en 1979 en la cancha Los Andes.Otro punto alto del álbum es el tema que abarca todo el Lado A del Disco B: una larga zapada de Boletos pases y abonos, llena de solos y el virtuosismo tan típico de esos años.
Sui Generis llega con un inédito que inicia el Lado B: Gaby (compuesto por Pipi Correa y Carlos Piégari, integrantes del primer Sui), con Nito y Charly sacándose chispas y el piano sonando a todo volumen. Siguen con el hit Bienvenidos al tren y el cierre es con la improvisación Studio jam y el tema que da título al álbum.
Este vinilo doble es un auténtico tour de force del universo García de 1977, cuando ya había alcanzado la fama absoluta con Sui, grabado con sus amigos en PorSuiGieco y dado rienda suelta al rock progresivo con La Máquina de Hacer Pájaros.
Se podría decir que está en su mejor momento, de no ser porque todos sabemos que luego tuvo otros varios «mejor momento» en su carrera.
Coda
Recuerdo que llegué a este disco casi de casualidad. Estaba aburrido en una fiesta en la casa de un compañero de secundario y me metí en la habitación de su hermano, el luego DJ y productor Tuti Gianakis. Revolví sus discos, miré las tapas y en el medio encontré una revista Pelo, donde adentro estaba el aviso anunciando el lanzamiento de Música del alma.
A esa altura, lo único que conocía del llamado «rock nacional» era un cassette TDK con La grasa de las capitales de Serú Girán. Pensé que este disco doble de «Charly y amigos» sería una buena segunda degustación, dada la gran variedad de músicos y bandas. A los pocos días lo compré. Lo escuché tantas veces que siento que lo tengo tatuado en la piel. Y me despertó una pasión inocultable por el rock argentino.