Programó el código con paciencia y activó la cuenta regresiva de una bomba atómica para el universo del espectáculo. La China Suárez defenestró a Benjamín Vicuña, como nunca antes, para posicionarlo bajo el auscultamiento de la sociedad y la opinión pública.
La mediática planeó su venganza contra el chileno por revocarle el poder para sacar a Magnolia y Amancio del país y escribió el posteo más inesperado, sorpresivo y que generó un sismo con secuelas incontenibles, que todavía no se dimensionaron del todo.
La blonda deseaba narrar su verdad, o al menos desperdigar conceptos fortísimos de Benjamín, a quien definió como adicto, maltratador psicológico, horrendo padre y también aseveró que le fue infiel durante el embarazo de su heredero más pequeño.
En definitiva, María Eugenia armó sus valijas y persiguió a toda costa a su novio de hace cinco meses, Mauro Icardi en su retorno al trabajo en Turquía, tras una montaña de semanas sin patear un balón e instalarse en Argentina para batallar contra Wanda Nara.
LA CHINA SUÁREZ CONTÓ QUE ICARDI ESTÁ OBSESIONADO CON SU BOCA
Ahí, en esas tierras lejanas, a más de doce mil kilómetros, la China y el delantero se lanzaron a la aventura de disfrutar de aguas cristalinas y la opulencia de la fortuna, dado que se subieron a un yate para lagartijear al sol en el verano del hemisferio norte.
En esa actividad amorosa e íntima, Suárez rompió los códigos de la intimidad y le gritó a todo el mundo, a través de su Instagram, la obsesión de Mauro con una parte de su cuerpo muy específica de su cuerpo. “Cuando tu novio está obsesionado con tu boca”, posteó.