Prácticamente transcurrió un cuarto de siglo, por eso la mirada sobre ese producto con la perspectiva actual se torne compleja. Telefe decidió reponer el programa Poné a Francella, aquel ciclo de humor que se emitió en 2001 y que se caracterizaba por un tratamiento disímil al presente de diversos temas, como el rol de la mujer.
Uno de los sketches más icónicos lo protagonizaba una joven Julieta Prandi, que oficiaba de ‘la nena’, en ese juego, que hoy se repudiaría, de coqueteo con Guillermo. El regreso a la pantalla de la serie activó algunos debates y originó análisis de toda índole en el público.
La blonda abordó con mucha altura y madurez las connotaciones de esas escenas y en diálogo con Puro Show opinó: “Cuando ponés en la tele una programación de humor, en este caso, que tiene que ver con 20, 30 años atrás, tiene una temática y una sociedad que no es la misma. Pasó el tiempo y hay que contextualizarlo en el tiempo que se hizo eso”.
Reflexiva, Prandi comparó el show de Francella con otras producciones históricas: “Es como ahora ponernos a levantar el dedo con Olmedo, Porcel, etc.. Es el humor de antes. O las novelas de Luisa Kuliok con Arnaldo André y los sopapos. O sea, como en ese momento nadie dijo nada de los sopapos y salían al aire, entonces hay que ponerlo en ese contexto”.
El cronista le consultó respecto a su vivencia en esas grabaciones, lo que activó en Julieta una revelación desconocida hasta el momento. “Quizás en mi experiencia personal yo no la pasaba bomba, era mi primer trabajo”, arrancó y luego soltó una confesión espinosa: “Había un montón de situaciones que quizás eran incómodas para mí”.
Sin ahondar específicamente en las circunstancias que le provocaban una sensación agria, Prandi añadió: “No importa cuáles. Situaciones que quizás no eran las más cómodas, y era mi primer trabajo, mis primeras grabaciones, muchas horas. Pero también agradecida del trabajo, de las puertas que me abrió. Pero no fue tan poco fácil transitarlo”.
Con aplomo y un evidente trabajo de introspección y tratamiento de esa experiencia en lo emocional, Julieta cerró con una reflexión concluyente de ese humor: “No me trae feos recuerdos, pero no fue el momento donde yo mejor las pasé”.