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Resistencia
22 noviembre, 2024

Joss Stone derrochó carisma y simpatía, enamorando a todo un Movistar Arena con soul, blues, pop y música disco

Joss Stone es un fenómeno casi único dentro del mundo de la música. Niña y adolescente prodigio, compitió y ganó concursos de talento en la televisión británica, grabó su primer álbum a los 16 años y desde entonces ostenta un puñado de hits de alcance mundial que sigue actualizando con nuevo material.

Viene a la Argentina desde 2008 y ahora llegó por quinta vez, después de haber llenado desde el Luna Park hasta el teatro Colón en sus viajes anteriores. El pasado martes 17 cantó en el estadio Movistar Arena y volvió a desplegar todo su talento, carisma, energía y simpatía arrolladora, hasta generar un clima festivo entre todo el público que prácticamente colmó la capacidad de la sala.

Joss Stone con su infaltable pie de micrófono decorado. Abajo, una alfombra y sus pies descalzos. Foto de prensa gentileza Gabi SoteloJoss Stone con su infaltable pie de micrófono decorado. Abajo, una alfombra y sus pies descalzos. Foto de prensa gentileza Gabi SoteloTambién es cierto que a esta altura existe una complicidad especial entre Stone y sus miles de fans argentinos, que celebran sus palabras antes de cada canción, sus gestos, mohines y hasta los momentos donde disfruta de su infantable taza de té. La gente aplaude y canta, la acompaña con ganas, y ella devuelve la atención cantando entre las primeras filas y agitando una bandera argentina que le regalaron.

También música disco

Joss Stone se hizo famosa debido a su impecable repertorio de música soul, cantado clásicos, componiendo temas propios y hasta adaptando magistralmente canciones en otro ritmo, como ocurrió con Fell in love with a boy, de los muy rockeros The White Stripes (los mismos del mega hit Seven nation army).

En esta visita, sin embargo redobló la apuesta e incorporó material de música disco, explicando que era un estilo que le gustaba a su pequeña hija Violet, que parecía preferirla a sus canciones soul. De ahí los dos potpourri con tramos enganchados de Everybody dance (de Chic), Got to be real (Cheryl Linn), Get down tonight (KC and The Sunshine Band) y hasta We are family (Sister Sledge).

Joss Stone en Movistar Arena. Foto de prensa gentileza Gabi SoteloJoss Stone en Movistar Arena. Foto de prensa gentileza Gabi SoteloDetrás suyo, entre su pie de micrófono con mantilla brillante y el telón de fondo con espíritu de batik hippie y símbolo de la paz, la secundaba una banda numerosa con mini-sección de vientos, tres coros y el clásico combo de batería, bajo, guitarra y teclados. Cada músico tuvo su espacio para lucirse individualmente, mientras que en conjunto construían los cimientos del impecable funk, soul y R&B de Joss.

La lista de temas no fue extensa (hora y media) pero tuvo un armado original y efectivo: arrancó bien arriba con un enganchado que incluía temas que otro artista dejaría para los bises: You had me, Fell in love with a boy y Super duper love (Are you diggin’ on me?). Encima, se metió entre la gente y cantó en la primera fila, arengando para que todos hagan coros (cosa que hicieron con ganas).

En sus primeras palabras al público agradeció que hubieran ido al show y recordó que en la visita anterior estaba embarazada «con una gran panza». También subrayó que de alguna manera seguía celebrando sus 20 años de carrera, que fue el pretexto de su gira mundial del año pasado.

Joss Stone al frente de una banda numerosa que dio cátedra de soul, funk y R&B4. Foto de prensa gentileza ChuleJoss Stone al frente de una banda numerosa que dio cátedra de soul, funk y R&B4. Foto de prensa gentileza ChuleLa cantante se lució también con Teardrops y un tema que confesó que había dejado de hacer «pero ya lo superé» (Spoiled). Hizo una introducción gospel en Walk with me, luego contó que hace poco quiso sacar un tema solo como single «porque no quería esperar al próximo álbum» y se despachó con una romántica oda a su pareja (Loving you).

Hacia la segunda mitad hizo el primer medley de música disco, coqueteó con el reggae en Wankerman (que tradujo en castellano como «Pendejoman») y dejó que sus músicos se lucieron en duelos (saxo y guitarra) y solos.

Para el bis se guardó «una canción que ha sido mi mejor amiga en los últimos 20 años»: Right to be wrong. Un cierre perfecto para una noche inolvidable, una vez más.

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