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Resistencia
25 noviembre, 2024

El tributo a Bob Dylan de Cat Power, la cantante de rock que admiran desde Dave Grohl hasta Eddie Vedder

La historia es así: Cat Power, el alias tras el cual se esconde la cantautora estadounidense Chan Marshall, recibió en noviembre del año pasado un ofrecimiento: tocar en el Royal Albert Hall londinense.

Se trataba del mismo lugar donde “en teoría” (ya volveremos a ese punto) Bob Dylan brindó en 1966 el recital en donde, tras correrse de su faceta acústica a un costa eléctrico e inexplorado por él hasta el momento, un fan le gritó, antes de tocar Like a Rolling Stone, “¡Judas!”.

Por Zoom desde Miami, el lugar donde reside hoy, Chan dice entre risas que, “Les dije que sí, siempre y cuando pudiera hacer sólo canciones de Bob Dylan. Y de ahí a pensar y a hacer exactamente el mismo show famoso de Dylan, sólo hubo un paso: esperar que las cosas pasaran. Y pasaron”.

El resultado fue Cat Power Sings Dylan: The 1966 Royal Albert Hall Concert, lanzado el mes pasado.

La portada de La portada de «Cat Power Sings Dylan: The 1966 Royal Albert Hall Concert», lanzado el mes pasado.Es un álbum en donde se recrea todo el show, que en realidad no fue en Londres sino en el Manchester Free Trade Hall tal como ocurrió, en un homenaje similar al que Gus Van Sant le brindó a Alfred Hitchcock al recrear su película Psicosis toma por toma en 1998, grito de “Judas” incluido.

Especialista en covers

Pero quedarse en la anécdota de este disco es subestimar la trayectoria de Cat Power. Una docena de discos la avalan como una de las cantantes más personales e influyentes de la escena rockera de los Estados Unidos en los últimos 25 años.

Tanto es así que 2018 Lana del Rey no dudó, y aceptó gustosa la invitación a cantar el tema Woman junto a ella. Eddie Vedder, Dave Grohl, Steve Shelley (Sonic Youth) son otros de sus fans reconocidos.

Cat Power también es famosa por sus recitales, que suelen ir desde la perfección absoluta a performances por completo erráticas, a veces producto de una adicción al alcohol que hoy parece estar ciento por ciento controlada.

Asimismo, por no revelar la identidad del padre de su hijo, refiriéndose a esa persona como “un gran tipo y gran artista”. De ahí a ciertas respuestas no del todo convencionales, precedidas por tiempos muertos.

Cat Power en 1995, abrazada a un disco de Dylan. Foto: IGCat Power en 1995, abrazada a un disco de Dylan. Foto: IGUna computadora en Miami, otra en Buenos Aires, y continuación, el diálogo de Cat Power con Clarín.

-¿Se puede decir que Bob Dylan es tu principal influencia? Antes de este show, le compusiste un tema llamado «Song To Bobby», que es una especie de carta pública sobre tus sentimientos hacia él.

-Ambos somos cantautores, y fue mi manera de hacerle un regalo y rendirle honores. Y es verdad, como dice la canción, que un tiempo atrás, nos vimos en París. En ese momento yo estaba grabando, y fue una experiencia hermosa y gratificante.

-Grabaste hasta el momento tres discos de covers: «The Covers Record» (2000), «Jukebox» (2008), «Covers» (2022) y este disco tributo a Dylan. ¿Cómo es tu proceso a la hora de elegir una canción para cantar y llevarla a tu estilo y a tu terreno?

-Para grabar una canción tengo que tener muchas ganas de cantarla. Y cuando la canto, esa canción me tiene que cantar a mí. Es algo muy particular, y a veces difícil de explicar. La canción tiene que estar en todos lados, trascenderme, y tengo que poder estar ahí.

-¿Y para cuando un disco nuevo con canciones originales tuyas?

-Pronto. De a poco comienzo a componerlas en mi casa. Estoy aquí en mi casa de Miami con mi hijo, y cuando estamos juntos trato de mantenerme ocupada.

-¿Qué le podés decir a la gente que te conoce por tus discos de versiones, aparte de que tenés un montón de discos con canciones originales tuyas?

-Primero que nada, eso último (risas) Y que intente experimentar escuchar mis canciones, que están buenas (risas)

Cambio de vida

-Hablaste hace un ratito de tu hijo. ¿Cómo es Chan Marshall como madre?

-Nunca creí que me iba a quedar embarazada y que iba a ser madre. A partir de eso, hay que dejar todo en el pasado, y mirar siempre hacia el presente y hacia adelante. Ahora somos dos para siempre: mi hijo y yo.

Cat Power en la actualidad, elebrando sus Cat Power en la actualidad, elebrando sus «165 días sobria». Foto: IG-¿Qué recordás de tus shows en Buenos Aires? Has venido varias veces, y has tocado en teatros, discotecas y festivales.

-(Largo silencio) Me cuesta mucho recordar algunas cosas que hice. Y eso hizo que cambiasen muchas cosas mías, como mujer, como persona. Es algo dificultoso, el darse cuenta y el cambiar, el tomarse las cosas de una manera más seria. Ahora es ahora.

-¿Tuvo que ver Miami con ese cambio de vida?

-Me mudé porque mi mejor amigo estaba acá. Y fue una muy buena decisión. Es un lugar muy lindo para soñar despierta, para estar en contacto con mí misma. El clima está bueno, y tener el mar y los árboles cerca es estimulante.

Miami es un lugar que inspira vida y naturaleza, gracias a su sol precioso. Desde que vivo acá, toda mi vida cambió. Fue un lugar sanador desde lo psicológico. Es lo opuesto a Nueva York, donde supe vivir mucho tiempo.

-Hablando de cambios, ¿cómo ves desde tu lugar de artista todos los vaivenes que han ocurrido en la industria desde tus inicios en la música hasta hoy?

Oh… (Largo silencio) Hoy es todo de otra forma. Antes descubrías una canción y la escuchabas por acá o por allá, o en la radio, en un disco, en una cita, en cualquier lado, ¿entendés? Siento que ahora no hay trabajo en el descubrimiento, que aparece y ya, o que dejás que esa búsqueda la haga la app. Y que eso no permite la creatividad.

Para que las cosas funcionen, tenés que ser creativo desde la incomodidad. Todo el mundo, desde las abuelas a los nietos, están atravesados por la misma mierda… ¡y a todos les gusta la misma música de mierda! Todo el mundo no puede vivir escuchando y festejando la misma maldita canción. Le dan a la gente lo que la gente quiere, y no se valora más la búsqueda y la originalidad.

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