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Resistencia
20 noviembre, 2024

El Complejo Teatral de Buenos Aires corrió el telón de la temporada 2024

En un día de calor porteño achicharrante, la presentación de la temporada 2024 del Complejo Teatral de Buenos Aires trajo -valga lo fácil del juego de palabras- nuevos aires: más allá de la extremadamente difícil situación general, es un gran consuelo saber que un pilar tan grande de la cultura oficial y pública de la ciudad como es el CTBA emprende una programación nutrida, variada y bien distribuida entre las seis salas que el complejo contiene.

Hay que recordar que tras la pandemia el CTBA incorporó, después de refaccionarlo, un viejo cine-teatro del barrio de Mataderos, El Plata. Y en 2023 reinauguró el Teatro Alvear, sobre la calle Corrientes y a cien metros del Teatro San Martín –el corazón del Complejo-, que permanecía cerrado desde hacía quién sabe cuánto tiempo.

Las otras salas son el Teatro Sarmiento, frente a la Rural; el Teatro Regio, en el límite entre Palermo y Colegiales, y el Teatro de la Ribera, en La Boca. Es decir, una gran actividad escénica en cinco barrios muy diferentes de la ciudad, desde el centro hasta sus límites.

La intimidad de la presentación

La presentación, frente a una sala colmada de actores, periodistas y gente de la cultura en general, fue iniciada por Gabriela Ricardes, que dejó recientemente su puesto de directora del Complejo para estar al frente del Ministerio de Cultura de la ciudad de Buenos Aires; y luego fue completada por el flamante director Alberto Ligaluppi, que ya estuvo en este cargo entre 2010 y 2015.

La presentación en el San Martín: Gabriela Ricardes y Alberto Ligaluppi ante una sala colmada.La presentación en el San Martín: Gabriela Ricardes y Alberto Ligaluppi ante una sala colmada.Gabriela Ricardes, que dijo sonriendo de Ligaluppi “es mi predecesor y mi sucesor”, se refirió a su propio camino de formación y actuación en instituciones públicas de la ciudad (empezando por el ya mítico, pero aún vivo, Instituto Vocacional de Arte) y celebró la existencia del Complejo y de la gente que lo hace posible.

Hacia el final anticipó algo que está en marcha: en su propósito de tejer redes entre el CTBA y el propio Ministerio de Cultura, tanto el Bafici como el FIBA y el Festival de Tango contarán con sedes en las salas del Complejo.

Alberto Ligaluppi recorrió toda la caudalosa programación pero antes celebró la presencia de Jorge Telerman, director del Colón y que estaba en la sala, con este comentario propio de su sentido del humor: “En la historia del Teatro San Martín, Jorge, Gabriela y yo somos los únicos directores que seguimos vivos”.

«Ligaluppi es mi predecesor y mi sucesor», palabra de Ricardes, ministra de Cultura porteña.Y luego continuó: “Algo que caracteriza la presente temporada es una reflexión acerca de lo real. En tiempos de inteligencia artificial, cuando dudamos de todo lo que vemos y nos preguntamos acerca de qué es real y qué no, algunas de las obras nos muestran que lo real siempre ha sido una construcción”.

En lo que respecta a la temporada, que empieza en febrero y que es tan abundante que impone inevitablemente una síntesis, incluye algunas reposiciones: Cyrano, de Edmond Rostand con dirección de Willy Landin; Largo viaje de un día hacia la noche, de Eugene O’Neill, dirigida por Luciano Suardi, y Medida por medida, una creación de Gabriel Chamé Buendía.

Escena de Escena de «Largo viaje de un día hacia la noche», de Eugene O’Neill.A lo largo del año también vuelven otros espectáculos: Borges y yo, recuerdos de un amigo futuro, una pieza de teatro musical creada por la actriz Hanna Schygulla; también Burguesa, una versión de El burgués gentilhombre de Molière dirigida por Sebastián Bauzá; y Benito de La Boca, un musical-homenaje al pintor boquense en la sala que él mismo legó a su barrio.

Los estrenos

En cuanto a los estrenos llegará Lluís Pasqual para montar La gran ilusión, de Eduardo de Filippo, una puesta que el director catalán había estrenado en Nápoles en 2019. Alejandro Tantanian y Carlos Gamerro llevarán adelante una versión de Eduardo II, la tragedia de Christopher Marlowe; la pieza une el problema existencial e histórico del paso del tiempo con un fuerte drama individual.

También subirán a escena en el San Martín Clase póstuma, en la que, a partir de la muerte de Juan Carlos Gené, el dramaturgo Alejandro Robino construye una pieza para impugnar la muerte; y Un punto oscuro, de Agostina Luz López, suerte de versión de la novela de Louise May Alcott Mujercitas, en la que cuatro hermanas conviven con su padre desfalleciente.

La directora Lola Arias, que ya tiene un buen recorrido en el CTBA, estrena El rock de la cárcel, un “musical carcelario” que revela experiencias de mujeres y personas trans privadas de la libertad.

La presentación de La presentación de «El rock de la cárcel», un musical tumbero.A diez años del estreno de Mi hijo sólo camina un poco más lento, se rinde un homenaje a esta puesta de culto del teatro independiente porteño, que dirige Guillermo Cacace. E Irina Alonso llevará a escena El entenado, la gran novela de Juan José Saer publicada en 1983, a poco de iniciada la democracia en la Argentina.

Juana Viale protagonizará Juana, un espectáculo sobre textos de los españoles Juan Carlos Rubio y Marina Seresesky que recogen las palabras de La Papisa Juana, Juana la Loca y Juana de Arco, entre otras famosas Juanas de la historia.

En cuanto a la danza, el Ballet Contemporáneo, que dirigen Andrea Chinetti y Diego Poblete, vuelve a montar un enorme éxito de 2023: Folia, del coreógrafo francés Mourad Merzouki.

Regresa también La tempestad, coreografía de Mauricio Wainrot con música de Philip Glass inspirada en el clásico shakespeareano, y se suman los estrenos de una coreografía de Teresa Duggan que trabajará con la escritora Alejandra Kamiya Los gestos de la sal, y otra de Nicolás Berrueta sobre textos de Antonio Damasio.

Elizabeth de Chapeaurouge y Alex Soares estrenarán para el Ballet Contemporáneo dos coreografías que abordan el tema del color y Damián Malvacio, codirector junto con Norma Binaghi del Taller de Danza Contemporánea, presentará “Yo bailo”, una coreografía protagonizada por adultos mayores de 60 años.

«Medida por media» será una de las reposiciones de febrero.Y, por supuesto, estarán igualmente muchos de los bienvenidos ciclos de cine en la Sala Lugones, el Grupo de Titiriteros que dirige Adelaida Mangani, con reposiciones y estrenos, visitas de compañías internacionales, un homenaje a Alfredo Alcón a diez años de su fallecimiento, y dos proyectos performáticos: Lo que nos queda por contar, de Fernando Rubio, una experiencia con personajes creados a partir de historias recolectadas entre el público; y La Guerra Malvina, un concierto con performance audiovisual que reúne a artistas de diferentes disciplinas para reflexionar sobre el papel de los medios de comunicación durante la Guerra de las Malvinas.

Habrá una programación de música tanto clásica como popular y la Fotogalería del San Martín, fundada por Sara Facio y cerca de cumplir cuatro décadas de existencia, va a redinamizar sus propuestas.

Y esto no es todo, ni mucho menos.

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