No ha sido este 2023 un buen año para las películas de superhéroes. Y no hay grieta entre Marvel y DC Comics en cuanto a que no les ha ido bien en la taquilla ni en la respuesta de los críticos. Aquaman y el reino perdido viene a cerrar el año, y sí, es más de lo mismo.
No hay realidades ni mundos paralelos, un recurso que por muchas veces utilizado ha perdido gancho y alejado a los que antes iban a ver películas de Marvel. En esta Aquaman, como decíamos, hay más de lo mismo: mucha acción, algo de humor, y la venganza como leit motiv del malvado de turno.
Muchas preguntas giran alrededor de esta película. No solo por su estreno retrasado, sino por los comentarios que había despertado las funciones de muestreo, un primer corte, a comienzos de año, y que parece al público no le gustó.
Otro tema: Amber Heard, la exesposa de Johnny Depp, regresa, cómo no, como Mera, la ahora esposa de Aquaman, con quien ha tenido un bebe. Tras la ira de los fans, ¿cuánto está Amber Heard en pantalla? ¿La dejaron o borraron sus escenas? ¿Y Ben Affleck? ¿Aparece Batman?
El hawaiano Jason Momoa, convertido en rey de Atlantis. Fotos WB
La venganza, otra vez
“Hay quienes piensan que soy ridículo”, dice Aquaman, con su físico impresionante y los cabellos largos del hawaiano Jason Momoa. Ridículo, no, pero alguna de las acciones del superhéroe que es el rey de Atlantis bordean el absurdo.
La trama: regresa David Kane, o Black Manta (Yahya Abdul-Mateen II, el actor de Candyman y que fue Morpheus en la última de Matrix), quien juró vengarse de Aquaman, destruirlo a él, a su familia y, si hace falta, al reino también. Si bien tiene que reparar su “armadura”, tiene más poder que antes, porque Kane encuentra el Tridente que tantos dolores de cabeza les trajo a los siete reinos submarinos, y logra también hallar un combustible (oricalco), cuyos gases tóxicos están haciendo daño a todo el planeta. “Lo usa para calentar el planeta. Hay que detenerlo”, le dice la mamá (Nicole Kidman) a su hijo Aquaman.
Para ello, van a precisar la ayuda de alguien que también estaba en la primera, y con quien el protagonista también estaba enfrentado: su hermano Orm (Patrick Wilson, de las películas de El conjuro que dirigió o produjo James Wan, director de ésta y de la Aquaman original), al que le quitó el puesto de rey. Todo sea por salvar el planeta.
Los hermanos sean unidos… Orm (Patrick Wilson, de «El conjuro») y Aquaman (Jason Momoa).Aquaman tiene una versión más light, o si se quiere más humana, al tener a cargo a su bebe, Arthur Jr. Se emociona cuando advierte que comparten el don de hablar con los peces y le juega con muñequitos para contarle sus hazañas. Más que el rey de Atlantis, es padre.
La película por momentos parece una de Jumanji, y hay menciones explícitas a Loki, de Marvel, y Azkaban, de Harry Potter. Y hay muchas frases hechas (“La superficie ha envenenado nuestra atmósfera”, dicen en el Concejo de Atlantis, o “A veces no rendirse o darse por vencido es lo más heroico”) y también mucha nada.
Manta, el malvado que está arruinando el planeta.Como James Wan viene del terror, las escenas de suspenso deberían ser las mejores.
Pero no.
Yahya Abdul-Mateen II, de «Candyman» y la última de «Matrix», vuelve como el personaje que quiere venganza.James Gunn agarró DC y piensa barajar y dar de nuevo. Por eso, tal vez, no hay más que una escena postcrédito (una broma), pero no hace falta quedarse esperando que suceda algo que anticipe una próxima aventura del rey de Atlantis. Es una síntesis de la película eso de esperar que suceda algo.
“Aquaman y el reino perdido”
Regular
Acción / Comedia. Estados Unidos, 2023. Título original: “Aquaman and the Lost Kingdom”. 124’, SAM 13. De: James Wan. Con: Jason Momoa, Patrick Wilson, Yahya Abdul-Mateen II, Amber Heard, Nicole Kidman. Salas: IMAX, Cinemark Palermo, Cinépolis Recoleta, Showcase Belgrano.
