Con apenas 19 años, la princesa Leonor de Borbón se ganó un lugar en el corazón del pueblo español y también entre los fanáticos de las casas reales de todo el mundo. La primogénita del rey Felipe VI y la reina Letizia viene demostrando que, aunque su destino esté marcado por la corona, ella mantiene su individualidad con un toque moderno que la hace única.
Este 2025 comenzó con el desafío en el buque escuela Juan Sebastián Elcano, siguiendo los pasos de su papá y su abuelo, en una experiencia formativa que la está llevando a recorrer diferentes rincones del mundo. Pese a que esta etapa está marcada por su formación militar y personal, hay algunas curiosidades de la princesa que merecen salir a la luz.
Un nacimiento que conmovió a toda una nación
Leonor nació el 31 de octubre de 2005 por cesárea, pesó 3,540 kilos y midió 47 centímetros. Fue bautizada en enero de 2006 en el Palacio de la Zarzuela, con sus abuelos paternos, los reyes Juan Carlos y Sofía, como padrinos. Apenas nació, su padre, el entonces príncipe Felipe, dijo emocionado: “Es lo más bonito que le puede ocurrir a alguien en la vida”.
Su abuela Sofía, fiel a su estilo espontáneo, la describió ante los medios como “una niña gordita y redonda”. Poco después apareció un angioma en su nariz que se desvaneció sin consecuencias, aunque no faltaron los rumores infundados sobre una presunta sordera.
Leonor y su nombre de reina
La joven princesa lleva el nombre de Leonor de Navarra, quien reinó brevemente en el siglo XV. Desde 2014, tras la proclamación de su padre como rey, ostenta los títulos de princesa de Asturias, de Gerona y de Viana, además de duquesa de Montblanc, condesa de Cerverá y Señora de Balaguer. Su figura encarna una mezcla de tradición e innovación dentro de la monarquía española.
Zurda y políglota
Leonor es zurda, como se pudo ver en varios actos oficiales donde firma libros de honor. Además, es bilingüe en castellano e inglés, y tiene conocimientos de francés, chino mandarín, árabe y catalán.
La periodista Carmen Ramírez de Ganuza, autora de su biografía, destacó: “Parece que tiene una buena memoria y ha heredado la facilidad y constancia de los padres en el estudio y los idiomas”.
Fanática de la música moderna
Aunque de pequeña tomó clases de violonchelo, su pasión parece estar más alineada con los ritmos actuales: es fan de Harry Styles y Rosalía, y ha asistido a sus conciertos. Incluso se rumorea que pudo saludar al ex One Direction tras una presentación en Madrid.
Apasionada por la fotografía y el deporte
En su tiempo libre, Leonor se mostró mucho interés por la fotografía, una afición que comparte con su madre. También practica vóley, deporte que comenzó a disfrutar durante su estadía en Gales y que mantiene como hobby. Estos intereses, lejos del protocolo y la formalidad, la muestran como una joven curiosa y activa.
Leonor ama a los perros
Leonor ama a los animales, pero en especial a los perros. Desde su primera mascota, Sara, una labradora que sus papás le regalaron en su Primera Comunión, la princesa sumaba su propia mascota a una tradición familiar. Su padre, el rey Felipe VI, también tuvo un perro muy querido llamado Pushkin, un schnauzer que se volvió célebre en su entorno.
Leonor se perfila como una futura reina moderna, empática, culta y con los valores bien plantados. Con su mezcla de simpatía, compromiso y espontaneidad, la princesa se transforma en una figura cada vez más presente y cercana, que despierta admiración dentro y fuera de España.
VO