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5 noviembre, 2024

Un banco de Wall Street espera leve baja de la inflación y dólar a $ 1.500 para fin de año

Por la fuerte recesión en marcha, algunos bancos de Wall Street esperan un desplome de la actividad y una leve baja de la inflación para fin de año. En sus últimos informes, el JP Morgan estimó una caída de la economía del 3,6% anual y un aumento del 200% en los precios minoristas en 2024 -unos 11 puntos menos que el año pasado-, por lo cual el rebote de la actividad llegaría en 2025 después de la «gran estanflación».

La entidad analizó los últimos datos oficiales que mostraron una caída del PBI del 1,2% mensual en enero. Si bien consideró que la contracción de la demanda interna era necesaria para corregir los desequilibrios previos, reconoció que «la combinación de políticas elegida puede haber exacerbado la contracción de la demanda interna en medio de los controles de capital, la devaluación del poder adquisitivo real, el ajuste del gasto y la reducción de la inflación».

En el informe al que accedió Clarín, el banco destacó que desde el pico observado en octubre pasado, la actividad real perdió 5,8% hasta enero de 2024 y proyectó un severo ajuste de la demanda interna para el primer semestre por tres factores: la devaluación y su consiguiente aceleración inflacionaria, la licuación de los pesos ante la necesidad de corregir precios relativos y las tasas reales muy negativas, y el ajuste fiscal «draconiano» del gobierno.

Dado el desplome de la industria, el comercio y la construcción, el JP Morgan estimó un hundimiento del 15,3% en el primer trimestre y una recuperación en el segundo trimestre, para cerrar el año con una caída del 3,6%. «La velocidad y profundidad de la caída libre empequeñece las recesiones de 2018 (cuando un cese repentino de las entradas de fondos desencadenó una devaluación) y el ajuste de 2015-2016, cuando asumió el gobierno de Macri», advirtió el informe.

Según las proyecciones de la entidad, el rebote llegaría en 2025 con un crecimiento del 5,2% y una inflación del 40%. El rally de los bonos soberanos refleja cierto optimismo que hay en Wall Street a partir de datos positivos como el superávit comercial, el incremento de las reservas, el superávit fiscal y la desaceleración de la inflación en los últimos meses desde el 25,5% en diciembre al 20,6% en enero y el 13,2% en febrero.

En cuanto al tipo de cambio, el JP Morgan estimó un dólar a $ 1.250 en junio, $ 1.400 en septiembre y $ 1.500 en diciembre, lo que implica en el último caso un incremento del 74% desde la cotización actual de $ 858. Ese ajuste implica una devaluación por debajo de la inflación esperada del 200% para este año, mientras el Gobierno continúa con un ritmo de suba cercano al 2% mensual, lo que provoca una apreciación del peso en relación a otras divisas.

Pese a la decisión de pisar el dólar, la cuenta corriente de caja registró un superávit de US$ 1.600 millones en febrero, lo que situó el saldo positivo de acumulado en el año en US$ 3.500 millones frente al déficit de 2.900 millones registrado en el mismo periodo del año anterior. «Cabe señalar que la mayor parte de la mejora se explica por los menores pagos de importaciones», señaló el informe del área de research del banco.

En otras palabras, la disminución de las importaciones en efectivo se debió principalmente a las nuevas restricciones al pago de esas operaciones, ya que el BCRA sólo permite su pago en cuatro plazos (30, 60, 90 y 120 días), lo que a su vez es la otra cara de la acumulación de nueva deuda comercial con los importadores y que aumentó en US$ 5.700 millones entre enero y febrero, según los cálculos de la entidad.

Gracias a esas medidas, el Central sigue acumulando reservas y compró US$ 11.200 millones desde el 10 de diciembre (consistente con un promedio diario de US$ 157 millones). Según el JP Morgan, las reservas netas son negativas en US$ 5.000 millones (incluyendo las amortizaciones de la serie 2 del bono Bopreal por US$ 1.500 millones en los próximos 12 meses), y las reservas líguidas suman US$ 7.600 millones (desde casi nulas cuando asumió Javier Milei).

Por último, el informe destacó la menor brecha cambiaria, que ahora es de alrededor del 30%. La reducción se debe al dólar «blend», por el cual los exportadores liquidan el 20% de sus ventas al contado con liquidación, y a la vigencia de los controles cambiarios. Hacia adelante, el banco espera una menor acumulación de reservas si se normaliza el pago de importaciones, aunque la modificación del dólar «blend» podría acelerar las compras.

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