En su informe mensual, el Focus Economics proyecta un importante salto tanto para el dólar como para la inflación para el próximo año. Sus previsiones se apoyan en que ven que las medidas que tomará Javier Milei impactarán sí o sí en los precios y llevarán a una “contracción económica profunda” (el propio presidente electo advirtió que en los próximos meses la Argentina sufrirá una estanflación).
De esta manera, mientras prevén que la inflación alcance al 260% en el segundo trimestre de 2024; el dólar, aun sin ejecutar una dolarización de la economía tal como pregonaba Milei cuando estaba en campaña, alcanzaría los $ 1.500 hacia finales del próximo año.
«El presidente electo Milei parece decidido a avanzar con una consolidación fiscal significativa y adelantada, la eliminación de controles de capital y tipos de cambio, y privatizaciones una vez que asuma el cargo el 10 de diciembre», expresó el informe. Y detalló: «Estas medidas conducirán a un aumento de la inflación y una contracción económica profunda en los próximos trimestres, con la previsible oposición social a las medidas del gobierno interrumpiendo aún más la actividad económica».
Dolarización en pausa
Los economistas suponen que el futuro presidente despreciará con fuerza a la moneda local generando una devaluación que impactará en el dólar oficial e intentará acercarse al blue, lo que permitirá achicar la temible brecha que hoy se ubica por encima de 150%.
“El peso ha perdido alrededor de la mitad de su valor en lo que va de 2023 en el mercado oficial y más del 60% en el mercado paralelo”, comentaron. Y advirtieron que, hacia fines de 2024, el dólar estará más cerca de $ 1.500 y lo ven en $ 1.800 en el arranque de 2025.
«La próxima administración probablemente negociará un nuevo programa con el FMI, dado que todos los objetivos cuantitativos establecidos para 2023 se han incumplido. Es probable que el FMI solicite un tipo de cambio más débil, considerando el deterioro en la balanza de pagos», fue la previsión de los analistas de Itaú Unibanco.
La previsión de ese conjunto de expertos es que el tipo de cambio nominal sea un dólar a 1.550 hacia diciembre de 2024 y una inflación del 150% anual (con un pico probable en la primera mitad de 2024), reflejando el efecto de la devaluación esperada de la moneda y la corrección de las tarifas de energía, transporte y combustible, entre otros.
Para que la moneda local se estabilice, los analistas piensan que se necesita reducir radicalmente el déficit fiscal, la inflación y restaurar la confianza en la formulación de políticas.
Por otra parte, la firma que consulta a analista tanto locales como extranjeros advierte que «dado que el partido la Libertad Avanza de Milei carece de mayoría en ambas cámaras del Congreso, la dolarización parece estar descartada a corto plazo». Al respecto, agrega que, de hecho, «Milei ha dejado de mencionar la reforma en sus apariciones públicas recientes».
«Incluso sus medidas más modestas para reducir el gasto público y eliminar los controles de capital y FX podrían enfrentar oposición en el Congreso; en el Senado, la combinación de La Libertad Avanza y el partido de centro-derecha Juntos por el Cambio no alcanza la mayoría, por lo que necesitará negociaciones con los peronistas u otros grupos políticos más pequeños», suma.
Mejores perspectivas a largo plazo
Respecto al tipo de cambio, sigue vigente la premisa de que Milei buscará unificar los múltiples tipos de cambio, así como buscará agilizar el Estado, eliminar las distorsiones económicas, privatizar empresas estatales y mantener la estabilidad social -algo que requiere un cierto salto de fé-. Si todo resultase tal como lo viene anunciando, desde el Focus Economics señalan que «Argentina podría experimentar un crecimiento rápido a partir de 2025, a medida que la inflación y las tasas de interés disminuyan y la inversión privada se dispare».
Sin embargo, para los consultados incluso si la economía se recupera temporalmente después de 2024, la historia reciente de Argentina debería dejarnos algo claro: cuidado con los falsos amaneceres.
Sobre la postura fiscal, Sergio Armella de Goldman Sachs dijo: «Los fundamentos fiscales débiles están en el meollo de los problemas macroeconómicos de Argentina. […] Una vez que el Sr. Milei asuma el cargo el 10 de diciembre, esperaríamos que el nuevo presidente presente una enmienda al plan de presupuesto de 2024. El programa con el FMI prevé un objetivo de déficit del 0.9% del PIB el próximo año. Sin embargo, en nuestra opinión, pasar a un superávit primario debería ser uno de los pilares de un plan de estabilización macroeconómica en Argentina».