Se acerca la siembra de trigo, el cultivo invernal más importante, y desde el campo piden un gesto a Javier Milei: eliminar las retenciones al cereal, que hoy tributa un 12%, en un contexto de números finos para los productores.
«Gran parte de las producciones y en especial de las economías regionales, pasan por una situación crítica. Ante esta situación, es importante tomar medidas urgentes de tipo fiscal y, por ejemplo, como señal y estímulo para la próxima cosecha, la de anunciar ya una baja en los Derechos de Exportación, que promovería y daría la previsibilidad que incentive la producción y en consecuencia la economía del país», dijeron los ruralistas que integran la mesa de enlace en un comunicado.
«La alta carga impositiva, que se lleva el 65% de la renta en general y aún más en ciertas producciones, significa un importante aumento en los costos de producción, no sólo por los aumentos en los combustibles (que tienen un 47 % de impuestos), de la logística, y ahora por el Impuesto país, aplicado a los insumos dolarizados», agregaron.
En concreto, el precio del trigo cayó en el último tiempo y subieron los valores de los insumos. «Los márgenes no muestran resultados alentadores«, sintetizó Catalina Ferrari, analista de mercados de Planifica+.
Según la referente, los precios del cereal se encuentran un escalón por debajo del promedio de los últimos 5 años, siendo el promedio de la posición enero para el mes de abril de 210 dólares contra los 240 dólares que cotizaba a misma fecha el ciclo anterior. Hoy el precio de diciembre 24 (referencia por el momento) cotiza en torno a 190 dólares.
«Dólar atrasado, insumos caros y precios bajos», sintetizó el economista David Miazzo, quien también se sumó al pedido al Gobierno de la baja de las retenciones al trigo.
Según los cálculos del economista, quien es titular de la consultora Data Miazzo, para marzo se necesitaban 32,1 kilos de trigo para comprar un litro de glifosato. Esto es un 12% más en relación al ciclo anterior.
Para comprar un kilo de urea el productor necesita 3,3 kilos del cereal, esto es un aumento del 59% en relación al año anterior.
A su vez para pagar un flete de 300 kilómetros, el chacarero necesitó 145,9 kilos de trigo, 10% más que el año pasado. Y para comprar un litro de gasoil, 5,3 kilos, un 35% de aumento versus la campaña previa.
«El precio internacional del trigo cayó 29%», explicó Miazzo sobre el principal motivo del deterioro de la relación insumo/producto. Al respecto, señaló que hay dos variables que intervienen directamente en el valor de los insumos: el impuesto país, (17,5%) y el cepo cambiario. «Todavía hay deudas comerciales que no se pagaron del año pasado y se siguen postergando los pagos de las últimas importaciones», indicó.
La producción de trigo en la campaña 20223/2024 superó las 15 millones de toneladas, 23,8% de aumento con respecto al ciclo anterior cuya producción se vio severamente afectada por la sequía. Pero, en comparación con los resultados de los últimas 5 ciclos, dicha cosecha registró una reducción de 15,6%.
En este contexto, desde la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) midieron que el 65% de la renta del productor queda en manos del Estado en sus diferentes niveles: 94% nacionales, 5% provinciales y el resto municipales. En comparación con el último informe, en diciembre, el Índice subió 6 puntos. Los principales motivos son la suba de los costos y la caída de precios.
Yendo a cada cultivo. la participación del Estado en trigo es del 83,9%, lo que supera a la soja y al resto de los cultivos.
«La mayor caída de precios se presenta en trigo, el cual a su vez indicó la mayor participación del Estado en la renta en marzo 2024. En este contexto y frente a la próxima campaña fina, los números comienzan a ajustar, considerando que esta caída de precios viene acompañada de incrementos en los insumos y servicios», alertaron desde FADA.