El grupo Prestige Auto, nuevos dueños de Mercedes Benz Argentina desde mediados de año, están dispuestos a invertir 400 millones de dólares a partir de 2027 para transformar la fábrica de la marca, ubicada en la localidad de Virrey del Pino, en una planta ensambladora de vehículos utilitarios eléctricos. Así lo afirmó el CEO de Prestige, Daniel Herrero, a Clarín.
El directivo está ahora a cargo de todo el negocio de la marca Mercedes Benz en el país. Eso incluye a la fábrica donde hoy se produce el utilitario Sprinter como a los autos de alta gama que se importan desde Alemania.
Herrero, quien durante más de una década fue el titular de Toyota Argentina, asumió las riendas de Mercedes Benz con una agresiva política comercial.
En junio, cuando Prestige se hizo cargo de Mercedes, anunciaron una reducción de los precios de lista de la gama del Sprinter. Y en agosto, mientras otras automotrices acomodaban sus listas de precios a la suba que había tenido la cotización del dólar durante el mes anterior, los precios en pesos de Mercedes Benz para la Sprinter se mantuvieron sin cambios.
“Se achicaron los márgenes de rentabilidad, ahora se compite por precio. Eso es sano. ¿Cuál es el diferencial que podemos tener nosotros? El servicio”, dijo Herrero a Clarín durante el encuentro FIAC, que se desarrolló a comienzos de mes en Córdoba.
En la planta de Virrey del Pino trabajan 1.800 operarios. Herrero había asegurado en febrero, cuando se formalizó el acuerdo entre Mercedes Benz y Prestige, que no iba a haber despidos. Este mes, durante el encuentro en Córdoba, agregó que tampoco habrá suspensiones y dijo que la empresa incrementará su actividad en 2026.
“El plan inicial para este año era fabricar 14.000 Sprinter y vamos a producir 16.000. Pero además ya tenemos confirmada una producción de 20.000 unidades para el año que viene. Ojalá lleguemos a ser tan eficientes como para poder hacer las 20.000 unidades con la gente que había para hacer 14.000. Pero es muy probable que estemos más del lado de tomar gente que de sacar”, dijo Herrero.
El negocio de los utilitarios es diferente al de los autos, con una escala más baja. Herrero puso como ejemplo un pedido –no identificó de quién- sobre un lote de 10 unidades de Sprinter para un departamento de bomberos. “Si me piden que esas 10 Sprinter salgan pintadas de rojo para poder cotizarlas y venderlas, trabajaremos un sábado pintándolas de rojo”, graficó. Lo cierto es que las ventas de la automotriz tuvieron un repunte inicial no menor (pasaron de vender 310 unidades en el mercado interno durante junio a 421 patentadas en julio), pero sobre todo el negocio está focalizado en la exportación.
“El esquema de sustentabilidad que le buscamos a la planta va a tener que tener un canal de exportaciones superior al 60% de la producción total. El mercado latinoamericano tira, en tanto Argentina tiene asimetría de segmentos. El sector de energía y el transporte para los integrantes de este sector está creciendo un montón. Minería está en el punto de partida, pero si hay inversión en ese sector habrá un montón de ciudades que van a ir para adelante. Toda la minería de Perú está creciendo, entonces uno tiene que buscar los trajes a medida para ese tipo de productos”, dijo el directivo.
-¿Y Brasil? La Sprinter siempre se exportó muy bien a ese mercado.
-Para tranquilidad de todos, para ver cómo fue la reacción de los mercados de Latinoamérica al nuevo grupo (Prestige), hoy ya contamos con una orden desde Brasil para venderles 10.000 unidades el año que viene.
Herrero es el CEO de Prestige, cuyo principal accionista es Pablo Peralta, quien proviene del sector financiero (fue gerente en el ex banco Río) y hoy encabeza el grupo ST.
Por fuera de ST, un grupo financiero y asegurador, Peralta encabeza la firma Open Cars, dueña de una veintena de concesionarias de autos. Esta sociedad fue la que conformó Prestige Auto, la nueva dueña de Mercedes Benz Argentina.
El acuerdo que firmaron consiste en la cesión de la planta de Virrey del Pino con todo su personal, la licencia para importar autos y SUV’s Mercedes Benz desde Alemania y la licencia para producir la Sprinter hasta 2030. Después de esa fecha, en principio, haría falta una inversión adicional para comenzar a producir una versión electrificada de la Sprinter, que Herrero estimó en 400 millones de dólares.
-¿La nueva inversión de 400 millones de dólares para producir la Sprinter electrificada más allá de 2030 sería asumida íntegramente por Prestige Auto?
-Tiene que ser íntegramente hecha por Prestige Auto y ya te comento que la decisión está y vamos para adelante.
-¿Eso qué significa?
-Que vamos a poner la plata para para hacer esa inversión par contar con una Sprinter y también con una Mercedes Benz Vito electrificadas. Desde el lado de Prestige ya está la decisión de seguir, de ir para adelante. Falta todavía que Mercedes tome la confianza en nosotros. Vamos muy bien, estamos muy bien, pero es Mercedes el que tiene que decir te autorizo a que a que produzcas en Argentina.
–¿Una Sprinter y una Vito electrificadas?
-Electrificado y convencional a partir de 2030. Y honestamente, a mí me queda una cuotita de duda de que cuando hablamos de los cambios de modelo, de electrificación, creo que hay asimetrías de situaciones reales, de países, de infraestructura. Le hemos pedido a Mercedes si nos deja atender desde Argentina a mercados africanos que creo que van a estar un poquito más atrasados en el proceso de electrificación y de conectividad. Y entonces, a lo mejor, este modelo de sprinter puede seguir vivo para esos mercados más allá del 2030. Mercados que necesitan un vehículo no tan tecnológico, con combustibles no tan sofisticados y obviamente más baratos.