Los salarios de los trabajadores registrados crecieron un 165% en 2023 según el Informe de la Secretaria de Trabajo. Versus una inflación del 211.4%, representa una pérdida del 15%, profundizando la caída de los últimos años.
Una parte significativa de esa caída se produjo en diciembre por la disparada de la inflación (25,6%) mientras los salarios subieron el 11,4%. Se descuenta que esa caída prosiguió en este primer trimestre.
Los asalariados registrados (públicos y privados) sumaron en diciembre casi 11 millones.
La remuneración nominal bruta promedio de diciembre 2023, excluyendo la estacionalidad, entre otras razones por el cobro del medio aguinaldo, fue de $ 572.426 versus $ 276.528 de igual mes de 2022.
Por su parte, la remuneración bruta de la mitad de los trabajadores registrados fue de $ 449.193 frente a los $ 169.863 de un año atrás.
Esto es, un 10% por debajo de la línea de la pobreza: a diciembre, la canasta de pobreza de una familia tipo fue de $ 495.798,32. De ahí se explica el aumento de la pobreza entre los trabajadores formales.
La remuneración bruta -previa a las deducciones por jubilación y salud- es la declarada por las empresas para cada mes. No incluye indemnizaciones. En el caso de la remuneración sin estacionalidad, entre otros, no se incluye el medio aguinaldo de junio y diciembre.
Cae el empleo registrado desde septiembre
Por su parte, “luego de que se observaran tasas de variación mensual positivas en el empleo registrado privado de forma ininterrumpida entre agosto 2020 y agosto 2023, se verifican caídas del empleo en septiembre, octubre, noviembre y diciembre 2023. De esta forma, se interrumpe el proceso de recuperación del mercado de trabajo asalariado formal iniciado en agosto 2020”, dice el Informe.
Uno de los principales sectores que llevó a esta baja del empleo privado fue la construcción, “que detuvo su crecimiento hace siete meses y aceleró su caída en los últimos cuatro. De 470.500 trabajadores en mayo 2023 se redujo a 425.884. Y se estima que siguió cayendo en este primer trimestre de 2024 por la paralización de las obras públicas, entre otras razones.
A esto se le suma que Hoteles y restaurantes, que alcanzó un nivel máximo de empleo en agosto 2023 y a partir del mes siguiente tuvo una tendencia contractiva. “El desempeño de estos sectores, que hasta hace poco tiempo eran los más dinámicos, explica buena parte del cambio en la situación actual del mercado de trabajo formal”, señala el Informe.
Este comportamiento del empleo registrado privado fue diferente según las actividades y las provincias. El Informe señala que en 9 sectores se verificó un crecimiento mensual del empleo, mientras que en cinco sectores se observó una tendencia contractiva.
Entre las ramas de actividad con mayor dinamismo mensual se encuentran: Pesca (+5,5%); Agricultura y ganadería (+0,4%); Explotación de minas y canteras (+0,3%) e Intermediación financiera (+0,3%). Por el contrario, los sectores que presentaron las mayores contracciones fueron: Construcción (-2,9%); Industria manufacturera (-0,2%) y Hoteles y restaurantes (-0,2%).
Las provincias que expandieron el empleo fueron: Chubut (2,4%), Entre Ríos (0,3%), Mendoza (0,3%) y Salta (0,2%). Y las que mostraron caída fueron Tierra del Fuego (-3,2%), Formosa (-1,7%), San Luis (-1,2%), San Juan (-1%), La Rioja (-0,7%), Chaco (-0,8%), Catamarca (0,7%) y Jujuy (-0,7%).
En la Ciudad y en la Provincia de Buenos Aires no hubo mayores cambios.
El trabajo independiente se incrementó en relación con el mes anterior por el crecimiento de los trabajadores en el régimen de monotributo (0,6%). En cambio, los trabajadores autónomos y los aportantes al monotributo social se redujeron en el mes de diciembre 2023 (-1,3% y -0,7% respectivamente). Y no hubo cambios en el trabajo de Casas Particulares (462.473 registrados en diciembre)
NE