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1 noviembre, 2024

En solo tres meses, el salario Mínimo perdió 17% de su poder de compra

El valor del salario mínimo retrocedió este primer trimestre un 17,2%. Y con este antecedente, el Gobierno debería estar convocando en los próximos días nuevamente al Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) para definir el aumento de abril y meses siguientes.

La última reunión fue en febrero, y ante la falta de acuerdo entre los representantes empresarios y sindicales, tuvo que laudar la Secretaria de Trabajo. Y fijó, “salteando” el mes de enero, en $ 180.000 el valor mensual o $ 900 la hora de febrero y en $ 202.800 para marzo o $ 1.014 la hora. Una cifra equivalente a medio kilo de pan francés tipo flauta o un litro de leche fresca fresca en sachet, según los valores del INDEC a febrero. En relación a diciembre ($ 156.000 para los mensualizados o $ 780 la hora), los $ 202.800 de marzo, equivalen a un aumento del 30%.

La inflación de enero-febrero fue del 36,6% más un estimado del 15% de marzo arrojaría en el primer trimestre un 57% versus un 30%. Representa un deterior del 17,2%.

Esta pérdida se suma a la de 2023 cuando el salario mínimo tuvo un incremento del 151,8% frente a una inflación del 211,4%. Es una pérdida de 19%.

En relación con la canasta básica alimentaria, la caída superó el 25%.

El SMVM de diciembre fue de $ 156.000 para los mensualizados o de $ 780 por hora. En diciembre 2022 era de $ 61.953 mensual o $ 309.77 por hora.

La Comisión de SMVM reúne a sindicalistas de la CGT y CTA y representantes empresarios como UIA. Constituye una suerte de paritaria nacional que puede marcar los porcentajes de aumentos salariales que estarían dispuestos a acordar sindicatos y empleadores para el conjunto de las actividades.

Según CIFRA (Centro de Investigación y Formación de la República Argentina), “el poder adquisitivo del salario mínimo, vital y móvil muestra una tendencia negativa desde 2011, que resultó particularmente fuerte en los dos últimos años del gobierno de Mauricio Macri así como en 2020. Esta caída ha sido incluso superior a la pérdida real de los salarios registrados”.

Luego, “entre 2021 y 2022, en un contexto de inflación creciente, existieron siete instancias de actualización del salario mínimo, que no lograron una recuperación de su poder de compra. El año 2022 cerró con una caída promedio del salario mínimo real del 1,3%, que lo ubicó 33% por debajo del nivel de 2015”. Con la pérdida de 2023, la caída es del 45%.

La ley de Contrato de Trabajo le asigna tres características al salario mínimo, vital y móvil. Es la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia por su jornada laboral. Debe asegurarle alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y cobertura previsional. Y debe ajustarse periódicamente de acuerdo a las variaciones del costo de vida.

Es más que evidente que quienes perciben el SMVM, más el eventual cobro del salario familiar por hijo, les resulta imposible cubrir todos los requerimientos que marca la Ley de Contrato de Trabajo cuando la canasta de pobreza para una familia tipo a febrero fue de $ 690.901,57 , sin computar el alquiler. A marzo debería rondar los $ 800.000, sin el alquiler. Así, el SMVM no es mínimo, no es vital ni móvil en relación con el nivel y la suba de los precios.

El salario mínimo incide en los trabajadores registrados mensualizados o jornalizados que cobran menos del salario mínimo mensual o por hora. Y de manera indirecta como referencia sobre los trabajadores no registrados o informales.

También impacta en la exención del impuesto a las Ganancias para los trabajadores que ganan menos de 15 SMVM,

También influye en la cuota de inembargabilidad de los salarios que equivale hasta el monto del salario mínimo, salvo por deudas alimentarias. A partir de ese valor, se aplica un porcentaje creciente sobre la diferencia entre el salario percibido y el SMVM.

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