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7 noviembre, 2024

En medio de tironeos con el FMI, analizan una nueva baja de las tasas por una menor inflación

La expectativa de una desaceleración de la inflación en marzo reactivó los rumores en el mercado de una nueva baja de la tasa de interés. El Ministro de Economía, Luis Caputo, aseguró en las últimas horas que el índice del INDEC (IPC) que se conocerá este viernes estaría «en torno al 10%», después del 13,2% de febrero. Esa leve baja le daría margen al Banco Central para segur reduciendo el rendimiento que paga a los bancos en pases y la remuneración por los plazo fijo, una medida que choca con los pedidos del Fondo Monetario.

Si bien el equipo económico mantiene cautela respecto al rumbo de la política monetaria, consultoras y bancos se preparan para un escenario de mayor licuación de los pesos. Ya antes de conocerse el IPC de febrero, el BCRA redujo el mes pasado la tasa de pases pasivos desde el 100% al 80% nominal anual (8,6 al 6,8% efectiva mensual) y eliminó el piso de la tasa de plazos fijos, lo que redujo el premio que pagan los bancos a los ahorristas del 110 al 70% nominal anual (9,16 al 5,8% mensual), muy por debajo de la inflación.

El objetivo es seguir reduciendo la demanda de pesos y quitarle presión a uno de los factores que impulsaría la inflación, antes de levantar el cepo cambiario y avanzar en una «competencia de monedas» frente a la imposibilidad de dolarizar hoy la economía, sin reservas suficientes. «Estamos saneando el balance del Banco Central y cuando lo hacemos el nivel de precios de largo plazo se va a achicando y, por ende, la tasa de inflación baja, sanear el balance es importante para que no exista esa presión», dijo Javier Milei a Bloomberg días atrás.

En concreto, la baja de tasas contribuye a reducir la emisión de pesos para pagar los intereses de los pases pasivos. Estos títulos, que hoy ocupan el lugar de las Leliqs, pasaron de representar el 8,6% al 6,8 % mensual de la base monetaria entre el 11 de diciembre y el 26 de marzo pasado, según estimaciones del IERAL. De esa manera, el Banco Central busca reducir el déficit cuasi fiscal -licuándolo- y el riesgo de que los pesos de los depósitos en pases corran hacia el dólar cuando se levanten las restricciones cambiarias.

El problema es que la baja de la tasa de referencia también exige una reducción del rendimiento de los plazo fijo, ya que los bancos pagan esos depósitos con los intereses de los pases y si se les reduce ese ingreso no podrían pagar un mayor premio a los ahorristas. «Supongo que seguirán en esa tendencia de bajar las tasas, funcionó hasta ahora y uno se enamora de las cosas que funcionan, habrá un límite a seguir reduciendo el déficit del BCRA (el cuasi fiscal) y a acentuar la licuación», señalaron en un banco privado.

Uno de los principales límites es el FMI. La vocera del organismo, Julie Kozack, volvió a plantear la semana pasada que hay que «continuar mejorando la calidad del ajuste fiscal, mientras que la política monetaria también tendrá que adaptarse a esta transición«. El Fondo viene exigiendo tasas reales positivas, es decir, por encima del nivel de inflación para incentivar el ahorro y la demanda de pesos. En algunos bancos reconocen que, si el BCRA sigue bajando las tasas, «el riesgo es que esos pesos vayan al dólar, es el riesgo de licuar muy fuerte».

Ese no es el único riesgo si el rendimiento de los pesos sigue por debajo de las perspectivas de la inflación y depreciación de la moneda. Según el exsecratario de Finanzas y director de Quantum, Daniel Marx, esa política también genera: 1) el desaliento de la demanda de pesos, erosión del poder de compra de las remuneraciones y licuación de saldos de deudas en pesos, 2) una depreciación y salida de capitales, 3) caídas superiores en la actividad económica, y 4) un debilitamiento de la demanda de crédito por la mayor recesión.

En otro banco, afirmaron que «parte del mercado espera una reducción de tasas en los próximos días, donde algunos ven un IPC de marzo en torno al 10%, para nosotros es muy optimista ese dato». «En la medida que la inflación siga bajando, hay espacio para que las tasas hagan lo mismo, hay que ver hasta qué punto ya que no es rentable un plazo fijo en relación a la inflación y hay que hacer la cuenta con el dólar de los ahorros licuados, sin que se dispare para otro lado», señaló Eduardo Hecker, titular de la consultora Vectorial.

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