El Gobierno nacional concretó la cancelación hasta el 30 de junio de 2027 del impuesto interno del 20 por ciento que regía sobre automóviles, motocicletas y embarcaciones. Además, redujo otras alícuotas aplicables a la industria, con la doble búsqueda de reactivar el mercado automotriz y bajar precios. De cara a la medida, en el sector automotor se debate el impacto sobre precios y ventas.
El secretario de la Cámara del Comercio Automotor, Alejandro Lamas, dijo que la medida puede generar algún impacto en los modelos de segunda mano pero advirtió que “la gama de 0km se va a beneficiar con la baja de impuestos. Este subsegmento está representando hoy, a nivel patentamientos, aproximadamente un 9 por ciento de las ventas totales”.
A través del Decreto 50/2025, publicado este viernes en el Boletín Oficial, el Ejecutivo estableció la suspensión temporal del gravamen sobre los bienes comprendidos en los incisos a), b), c), d) y e) del artículo 38 de la Ley de Impuestos Internos (24.674). Se trata de vehículos cuyo precio de compra oscila entre los 41 y los 75 millones de pesos.
A la vez, los vehículos que superen ese valor tendrán el beneficio de la reducción de la alícuota del 35 al 18 por ciento y para otros bienes incluidos en la normativa pasará del 30 al 15 por ciento. Todo a partir del 1 de febrero del corriente.
Impacto
La rebaja impositiva alcanza a un segmento determinado de modelos 0km, pero puede tener repercusión en el resto de la gama por el “efecto cascada” y en el mercado de los autos usados. La cotización de estos últimos está alineada a lo sucede con los modelos equivalentes nuevos.
En ese sentido, Lamas explicó que aún es temprano para saber cuál será el impacto final de la rebaja, pero elogió el camino elegido por el Gobierno. “Cuando se sepa de cuánto es el descuento de estos 0km, a los que va a afectar en un principio es a los usados más nuevos de esos modelos”, analizó.
Entre los modelos alcanzados por las rebajas se encuentran los de alta gama. En general, desde el sector automotriz se vislumbra con buenos ojos la decisión del Gobierno nacional.
Desde febrero, Toyota Argentina anunció que reducirá los precios de sus vehículos de alta gama y de algunas versiones de la Hilux. Gustavo Salinas, presidente de la compañía, celebró la supresión de “distorsiones” que soportaba el mercado.
Las terminales automotrices estiman que en 2025 habrá un crecimiento de la actividad. Según la Asociación de Fábrica de Automotores (Adefa), se llegaría a las 545.000 unidades de producción, lo que representa un alza de entre 7 y 9 por ciento. La entidad también estimó la exportación de 324.000 vehículos, 8 por ciento más que en 2024; y un mercado interno de 500.000 unidades con un crecimiento superior al 12 por ciento respecto al año pasado. Claro que dichos números se benefician de una base de comparación baja en 2024.
En la misma línea de fomento al sector, la gestión libertaria decidió bajar a cero los aranceles para la importación de autos eléctricos e híbridos de bajo precio FOB, con un límite máximo anual de 50.000 unidades. Se pretende generar opciones de vehículos más económicos en la oferta local.
La rebaja impositiva en los autos de lujo recibió críticas de parte de diversos sectores de la oposición, que advierten que se están resignando recursos en favor de los más ricos, mientras el ajuste fiscal se profundiza sobre los segmentos más necesitados de la sociedad, como jubilados, docentes, empleados públicos y trabajadores en general.
En diciembre, los patentamientos de vehículos nacionales crecieron 27,8 por ciento, mientras los importados ascendieron 170 por ciento, indicaron desde Adefa. El mercado podría acomodarse en una proporción de 70 a 30 a favor de los traídos desde el exterior, confiaron fuentes del sector a Página/12.