El gobierno de Javier Milei debutó con una suba del 20 por ciento en el valor de la hacienda gorda, que en los próximos días se podría trasladar al precio de la carne en las góndolas. En rigor, los precios en el mercado de Cañuelas ya venían subiendo desde la semana pasada, pero en la mañana del lunes dieron otro salto hasta alcanzar los 1.445 pesos por kilo en promedio para los novillos de hasta 390 kilos.
Según los analistas del sector, el fenómeno responde más a la incertidumbre cambiaria que a cuestiones de oferta y demanda. “Se está anticipando el mercado a la suba del tipo de cambio. Hay menor envío de animales a faena y todos los eslabones se cubren con precios al alza. Después de esto no creo que haya otra ronda de aumentos, para mí se está adelantando el mercado. Si no, va a quedar desarbitrado el precio”, afirmó en diálogo con Clarín el economista jefe de Ieral, Juan Manuel Garzón, y recordó que la sobre reacción del mercado no es algo nuevo. “Ya se vió en agosto, podría pasar en medio de esta incertidumbre que el precio suba demasiado y que luego vuelva a bajar si el consumidor no lo convalida”.
Para comprender la dinámica del mercado de hacienda y de carne hay que recordar que durante todo el año hubo precios bajos por una oferta abundante y una capacidad de pago de la demanda limitada por la crisis económica. Solo en las últimas semanas se empezó a observar un alza de precios por un menor envío de animales a faena. La llegada de las lluvias, el rebrote de pasturas y la perspectiva de un nuevo Gobierno que promete liberar exportaciones hicieron que muchos productores decidan retener los animales en sus campos.
En ese contexto creció la incertidumbre en el mercado. Para abonar esa incertidumbre, el ex titular de Federación Agraria Eduardo Buzzi afirmó que si el Gobierno de Milei «deja fluir» el mercado el precio de la carne podría escalar hasta los 25.000 pesos el kilo. Pero Garzón le responde a Buzzi con un indicador que suele utilizar para realizar este tipo de análisis: el precio de la carne en dólares en los países de la región.
“El rango en dólares es de entre 8 y 12 dólares el kilo, en promedio de 20 distintos cortes. Lo que venimos viendo es que generalmente Chile está arriba en precio, después Uruguay y después Brasil y Argentina como los más baratos. Si son 8 o 9 dólares, por un tipo de cambio oficial de 700 pesos, da 5.600 pesos el kilo de carne”, ejemplifica Garzón.
Es decir que la principal variable del momento es la cotización de la divisa estadounidense.
El titular de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA) Leonardo Rafael prefirió no sacar conclusiones por el momento. “Estoy desorientado”, reconoció, y afirmó que seguramente mañana haya señales más claras. Y en la misma línea, el operador del mercado de hacienda Fernando Maqueda dijo que los precios de hoy fueron altos porque se trató de un número reducido de animales de muy buena calidad, pero que no son representativos para el análisis.
Para las próximas semanas y meses, lo que los analistas pronostican es una baja progresiva en la cantidad de hacienda disponible para faena y una continuidad de la crisis económica, dos factores contrapuestos para la definición de precios. El tipo de cambio será decisivo, y también habrá que seguir de cerca las decisiones que vaya tomando el Gobierno, que prometió eliminar las restricciones para exportar. Si eso se hace efectivo, según describió Buzzi la semana pasada, «el valor podría ser internacional». «20 euros vale el kilo de la carne en Alemania, o 15 dólares cualquier kilo de carne en un container. Si dejan fluir la carne libremente, viva la libertad carajo, habrá 4 o 5 millones de argentinos que podrán comer carne, los demás fideos y otra cosa, otro tipo de proteína, porotos, lentejas».