20 C
Resistencia
8 noviembre, 2024

«El equilibrio fiscal es clave pero no puede ser un objetivo ciego», afirma la CEO de Cippec

Este lunes Cippec, el think tank de políticas públicas que nació hace 24 años, tiene su cena de recaudación anual. Es un acontecimiento de la política y del mundo empresario.

Serán 100 mesas de diez personas en la Rural a un costo de $2,2 millones por comensal. Cuentan que es récord en términos de federalismo, ya que asiste gran parte de los gobernadores y de embajadores en el país. Clarín entrevistó a la CEO de Cippec, Gala Díaz Langou.

—¿Cómo convive Cippec con un gobierno que reniega de las políticas públicas?

—Nuestro rol es más importante que nunca. Hay miradas de esperanza respecto de que finalmente estamos encarando nuestros problemas estructurales. Y buena parte de la población está dispuesta a pasar por dificultades. Estas miradas conviven con otras de mayor cautela por los impactos de las medidas que llevan al equilibrio fiscal en términos de costos sociales o de cierto desapego a hábitos de la democracia. Y lo que hacemos nosotros es, a través de la evidencia, dar cuenta de esa complejidad y entender qué podemos hacer a través de las políticas públicas para resolver los problemas que venimos enfrentando hace décadas.

Más de 1.000 referentes de la política, del sindicalismo, de las empresas, de la cooperación internacional y líderes de opinión participaron  en 2023 de la Cena Anual de CIPPECMás de 1.000 referentes de la política, del sindicalismo, de las empresas, de la cooperación internacional y líderes de opinión participaron en 2023 de la Cena Anual de CIPPEC—¿Son escuchados?

—En Cippec nuestra forma de trabajo es siempre con los gobiernos, nacional, provincial, local. Y estamos trabajando muchísimo con provincias y con el Gobierno nacional. Con el ministro Guillermo Francos vamos a realizar actividades sobre la reforma política. En temas sociales tenemos muchísimo diálogo con la ministra Sandra Pettovello. Nuestro ADN es en pos del desarrollo en el marco de las instituciones democráticas. El año pasado transformamos nuestra agenda reenmarcándola en cuatro avenidas temáticas, temas que se entrecruzan entre sí, no son compartimentos estancos. Y en primer lugar entender que para que cualquier tipo de desarrollo sea posible, necesitamos estabilidad macroeconómica y, para eso, hay que trabajar sobre la restricción externa y buscar exportar más, pero eso no es posible sin antes trabajar en la restricción interna equilibrando las cuentas públicas. Entonces, ahí hay una prioridad muy fuerte que es lograr finanzas públicas que sean sostenibles. Eso es una precondición necesaria, pero no es suficiente para alcanzar el desarrollo; creemos que es necesaria una estrategia de desarrollo que nos lleve a una Argentina mejor y para eso creemos que siempre el primer paso es la educación.

Gala Diaz Langou Gala Diaz Langou —Precisamente el tema ausente del Pacto de Mayo…

—Pedimos que la educación sea el punto uno de cualquier gran acuerdo nacional, como el Pacto de Mayo. Estamos trabajando en la escuela secundaria, el nudo gordiano del sistema educativo: solo el 13% de los chicos termina en tiempo y forma. Es clave la educación para el desarrollo, es un pilar sobre inclusión social. Es imposible llegar a cualquier tipo de desarrollo si se excluye a la mitad de la población. Entonces ahí urge mitigar los efectos de la recesión en la población más pobre. Porque el equilibrio fiscal es clave pero no puede ser un objetivo ciego. Es necesario un foco en proteger a las familias que no tienen otra forma de protegerse. Y también hay que ser conscientes de que la mitigación de la pobreza es un objetivo necesario pero no es suficiente; también es necesario trabajar una estrategia mucho más integral de articulación del empleo, con provisión de servicios sociales, acceso a la vivienda, la salud. Entonces hace falta también una estrategia más general para reducir la pobreza; esto parece difícil y muy complejo, pero es lo que hicieron los otros países de la región, por eso bajaron la pobreza. Nosotros acompañamos muchas de esas experiencias y estamos poniendo a disposición de la ministra Pettovello lo que aprendimos para que funcione en Argentina. Pero nada de esto es posible sin un Estado que sea eficiente.

—¿Cómo entiende al Estado eficiente?

—Las políticas públicas son un vehículo para llegar al desarrollo, para llegar a una Argentina más próspera, pero eso solo es posible si el Estado tiene fuerza genuina y no es un Estado con anabólicos, como el que tenemos ahora. Hay que transformar el Estado para que sea un Estado con capacidades, que los empleados tengan las capacidades que se requieren, pero también que el Estado pueda usar la información, se digitalice, que sea inteligente. Hay varias provincias que ya están trabajando con nosotros.

—¿Cuál es la recepción?

—Cuando vino Gita Gopinath, la segunda del Fondo Monetario Internacional, estuvimos con ella, para presentarle nuestra reforma previsional. También la tienen los equipos de Luis Caputo.

177 regímenes jubilatorios especiales

—¿En qué consiste esa reforma jubilatoria ?

—Implica una erogación menor a lo que hoy se invierte en el sistema provisional, que son 11 puntos del PBI, y mejoraría la situación del 80% de los jubilados. Planteamos que hay que discutir en serio los privilegios. Y son las jubilaciones que tienen excepciones, no solamente la de Presidente y Vice, que se incluyó en el proyecto de Ley de Bases. Ahí lo principal son los regímenes de excepción. Existen 177 regímenes de excepción, de 177 profesiones distintas, de los cuales 175 son deficitarios. Lo primero que se dice es “yo tengo una jubilación más alta pero porque contribuyo más”. Es cierto, pero eso no alcanza para que ese régimen esté en equilibrio. Sigue usando recursos del Tesoro, que son impuestos que pagamos entre todos, ¿entonces por qué una jubilación más alta? Ahí hay que trabajar sobre distintos regímenes. Cuatro de los 11 puntos que hoy nos sale el sistema previsional son excepciones.

—Entonces, el problema no es la jubilación mínima…

—Es posible mejorar la jubilación mínima, subir el piso, mejorar la situación al 80% de los jubilados discutiendo. Y, sobre todo, incentivando a que haya más contribuciones, Porque hoy el corte que hay en los 30 años de aportes, para ingresar al sistema formal, es un desincentivo a seguir aportando. El 65% de las personas no llega a los 30 años de aportes, porque tenemos un sistema altamente informal, dualizado y en el que hay regímenes que entran por otras vías, como por ejemplo el monotributo. Abramos la discusión. Por qué los docentes tienen un régimen especial y los médicos no. En los regímenes especiales además del poder judicial, servicio exterior, fuerzas armadas hay medallistas olímpicos, pesqueros de Chubut y bomberos de todo el país. Es una locura.

Últimas Noticias
NOTICIAS RELACIONADAS