Luego de la aplastante derrota de La Libertad Avanza en las elecciones de este domingo, este lunes el dólar oficial abrió en $1.460, una suba del 6 % en relación al viernes. El techo de la banda, que surge del pacto realizado con el FMI, es de $1.470, a partir de ese punto el Banco Central (BCRA) queda habilitado a intervenir utilizando reservas del acuerdo con el organismo internacional. El capital concentrado y los especuladores escapan de sus inversiones en empresas y deuda argentina vendiendo bonos y acciones. En la apertura de los mercados, el riesgo país supera los 1.100 puntos (que había cerrado en 900 el viernes 5 de septiembre).
Sin dólares propios en sus manos (las reservas netas se estiman negativas por US$ 7.500 millones), Caputo y Milei vienen intentando sostener un precio atrasado del dólar a cualquier costo. Ya habían perdido miles de millones de dólares intentando sostener la cotización y a partir de este lunes se abre la duda de cuántos más están dispuestos a regalar con tal de evitar una corrida cambiaria de mayores dimensiones.
Luis Caputo desde su cuenta la red social “X” había afirmado el domingo por la noche que “nada va a cambiar ni en lo económico ni en lo cambiario”, dando a entender que seguirán apostando a contener el dólar a fuerza de intervenirlo ofreciendo tasas de interés en pesos altísimas e interviniendo en el mercado del dólar futuro. Cuando era funcionario de Macri, el actual ministro de Economía fue parte de rifar todos los dólares del Fondo Monetario hasta que se acabaron y se desató una devaluación abrupta. La historia no se repite dos veces de la misma forma ¿Pero vamos hacia una situación similar?
En el inicio de la jornada los bonos de deuda en dólares bajan hasta un 10% (con la consecuente suba del riesgo país que mide el costo de emitir deuda para el Estado) y las acciones de empresas argentinas que cotizan en Estados Unidos hasta un 25%. Los bancos lideran la caída, marcando el nivel de desconfianza en el frente financiero, las acciones del Galicia son las más afectadas, seguido por el Supervielle y el Macro. La petrolera YPF también sufre la crisis, perdiendo más de 15%. Estas bajas agravan pérdidas que ya venían desde la semana anterior a las elecciones. Al mismo tiempo, la bolsa porteña, el Merval, se hunde al rededor del 11%.
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