En una nota presentada ante la Bolsa porteña, YPF informó que Lew dejará de desempeñarse como CFO a partir del 1° de diciembre, y que el Directorio de la Sociedad designó en su reemplazo de forma interina a Pedro Kearney, hasta que se produzca la designación definitiva del funcionario que estará al frente de esa área.
También se informó que Gustavo Medele dejará de desempeñarse como Vicepresidente Sustentabilidad y Excelencia Operacional, a partir del 7 de diciembre.
En YPF se da por descontado que Marín arribará con su propio equipo En tanto, también se aceptó la renuncia de Santiago Álvarez al cargo de Director Suplente, quien además dejará de desempeñarse como Vicepresidente de Asuntos Corporativos, Comunicación y Marketing de YPF, a partir del 1° de diciembre.
Los cambios en el directorio y en la estructura organizativa de la empresa aceleran la salida de varios ejecutivos vinculados a la gestión actual, que es encabezada por el patagónico Pablo González, ante la anunciada llegada a partir del 10 de diciembre de Horacio Marín, tras a la asunción de Javier Milei como presidente de la Nación.
Marín, quien ya fue confirmado para encabezar la conducción de la petrolera de mayoría accionaria estatal, se desempañaba hasta ahora como presidente de Exploración y Producción de Tecpetrol, del Grupo Techint.
En YPF se da por descontado que Marín arribará con su propio equipo.
Fuentes de la compañía explicaron que Lew tuvo fuertes cruces con varios integrantes del equipo económico que conduce el ministro Sergio Massa, en particular por la demora en la importación de dos barcos cargados de combustibles que estuvieron esperando en el Río de la Plata.
Quienes están al tanto de aquel episodio recordaron que funcionarios claves del Banco Central y de la Aduana, en momentos de fuerte restricción cambiaria, le indicaron a Lew que YPF debía saldar el pago de esas importaciones con prefinanciamiento propio, mientras que el CFO reclamaba poder acceder a dólares en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC).
Ante esas diferencias, los barcos quedaron varados a kilómetros del Puerto de Buenos Aires durante varios días, hasta que recrudeció el faltante de naftas y gasoil en las estaciones de servicio, en medio de la campaña electoral y apenas unas semanas antes del balotaje del 19 de noviembre pasado.