23.2 C
Resistencia
2 agosto, 2025

Dólar caliente: después de la salida del cepo, se fueron US$ 12.000 millones por ahorro y turismo

El levantamiento parcial del cepo abrió una canilla potente para la salida de dólares, que está poniendo a prueba los nervios del Gobierno en medio de la suba del tipo de cambio. Desde abril -mes en que se puso en marcha la medida- hasta junio, la compra de divisas por parte de personas humanas para atesoramiento y viajes al exterior demandó US$ 12.300 millones, el mayor volumen en 22 años.

Según los datos del Banco Central que se remontan hasta el 2003, durante el segundo trimestre de este año la compraventa de billetes y divisas sumó US$ 10.050 millones, y el turismo y otros pagos con tarjeta, US$ 2.250 millones. El combo se vio alentado por la eliminación de restricciones para comprar dólar ahorro y el encarecimiento en dólares de la Argentina por la apreciación cambiaria.

El nuevo récord supera la marca previa de US$ 9.380 millones durante el segundo trimestre de 2008. Por la pérdida de reservas, el gobierno de Cristina Kirchner fijó restricciones para comprar dólares en octubre de 2011, iniciando así lo que se popularizó como el cepo, un mecanismo que luego eliminó Mauricio Macri en 2015 para restablecerlo en 2019 mantuvo Alberto Fernández y flexibilizó Javier Milei en 2025.

Ahora, con un nuevo esquema cambiario de flotación con bandas, el flujo de la salida de dólares de personas humanas sumó un nuevo factor de presión sobre las reservas. Tal es así que absorbió casi dos veces el saldo comercial de bienes de US$ 6.400 millones que obtuvo la Argentina en el segundo trimestre, pese a adelanto de exportaciones en junio por la baja temporaria de retenciones.

“El mercado está más demandado que ofrecido, en junio ya empezó, en julio se aceleró, incluso no alcanzo para compensar fuerte aumento de la oferta, la demanda sigue muy fuerte, y la oferta es más transitoria, porque adelantaste mucha exportación y el mercado va viendo que es pan para hoy y después se te acaba, te van leyendo las cartas“, dijo Martín Polo, economista jefe de Cohen.

En ese contexto, luego del fuerte avance del miércoles y jueves, el dólar saltó 13% en el mes y cerró en $ 1.380, acumulando una suba de más de 30% en siete meses. De esa manera, se acercó al techo de la banda de $ 1.450 y volvió a poner en duda la estrategia oficial para mantenerlo a raya. Para los próximos meses, los analistas prevén un escenario más complejo, en parte por la demanda habitual de la dolarización previa a las elecciones.

“Suponiendo que habrá una menor oferta de dólares del agro en el segundo semestre (por cuestiones estacionales que difícilmente se vean compensadas por la reciente baja de retenciones), si se mantienen los actuales niveles de demanda de dólares para atesoramiento, aumentará la tensión en el mercado cambiario y el dólar podría testear la parte media o alta de la banda (algo que ya comenzó a observarse en julio)”, dijo Antonio Andrés Navarro, economista de LCG.

Sin mencionar la disparada del dólar, Luis Caputo se limitó en las últimas horas a destacar que el tipo de cambio real multilateral está “casi 3% por encima de enero del 2016, y sin traspaso a precios”. Los economistas coinciden en que la inflación en julio estará en torno al 2%, con un leve aumento desde el 1,5% registrado en junio, gracias a las elevadas tasas y la desaceleración de la actividad.

“Después de julio, proyectamos que se mantenga en torno al 1,5%, con un piso que sigue siendo explicado por los regulados. En cuanto al dólar, si bien el esquema actual es más volátil, el traslado a precios no viene siendo tan lineal, y por ahora se mantiene contenido. Tal vez el costo en este segundo semestre se sienta más en la actividad, a costa de las tasas más altas“, dijo Francisco Ritorto, economista de ACM.

SN

Últimas Noticias
NOTICIAS RELACIONADAS