El presidente electo dijo que el “reordenamiento fiscal” que planea tendrá impacto en la actividad y que la inflación seguirá alta. Especialistas prevén impacto en los índices de pobreza, salarios y PBI.
29 de noviembre 2023, 20:24hs
La combinación entre la caída de la actividad económica y la inflación da por resultado un fenómeno conocido como estanflación. El concepto no es nuevo, pero tomó relevancia en las últimas horas después de que Javier Milei dijo que “va a haber una estanflación” y anticipó así que al menos durante la primera parte de su gestión se profundizará la crisis en términos de índices de pobreza, empleo, salarios y PBI.
“Va a haber una estanflación. Porque cuando vos hagas el reordenamiento fiscal te va a impactar negativamente en la actividad económica. Por eso yo digo que la única billetera que está abierta es la del capital humano para dar contención a los caídos”, expresó el presidente electo en declaraciones radiales. Con respecto a la inflación, indicó que “va a seguir alta” y adelantó que crearán mecanismos para “detener la emisión de dinero” en un lapso de 18 a 24 meses.
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Lo cierto es que la Argentina tuvo estanflación en reiteradas oportunidades durante los últimos años, pero los dichos del líder de la Libertad Avanza ratifican que el escenario se puede tensionar aún más en los próximos meses hasta efectivamente lograr estabilizar la economía.
“Cuando vos ves los últimos 12 años podes decir que estuvimos en estanflación. El PBI no creció y cuando descontas por crecimiento de la población cayó casi 15% en 12 años. Ahora estamos en un escenario peor en recesión, sumado a la aceleración de la inflación y Milei dice que eso va a continuar mientras se hagan los ajustes del déficit fiscal, el problema de las Leliq y la unificación del esquema cambiario”, reflexionó el economista de Equilibra, Lorenzo Sigaut Gravina.
Los riesgos de la estanflación de la que habló Javier Milei
Una economía marcada por un proceso de estanflación tiene como consecuencia directa el impacto sobre la producción, el nivel de empleo y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, que repercute sobre principalmente las cifras de pobreza, las condiciones laborales y la falta de crecimiento de las empresas e industrias en general.
“Los riesgos son primero que sube la pobreza porque significa que hay menos producto por habitante. A eso se suma que, por la dinámica de los ingresos laborales, los que menos tienen menos podrán seguirle el paso a la inflación. Entonces hace que la pobreza aumente y la desigualdad sea mayor”, resumió.
En coincidencia, el director de Analytica, Claudio Caprarulo, explicó que el escenario de estanflación ya se registró desde este último trimestre del año y que se verá reflejado en ingresos cada vez más pulverizados.
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“Ya desde este año atravesamos una situación así, principalmente a partir de este último trimestre. Las consecuencias directas van a ser un menor poder adquisitivo de muchas familias y menores ingresos para empresas de algunos sectores. Producto tanto de caídas en el nivel de empleo como en los salarios”, sostuvo. Y agregó: “La estanflación que vamos a atravesar estará marcada por la corrección de precios relativos. Eso significa, por ejemplo, el salto en el dólar oficial y el aumento de precios que venían rezagados como el combustible”.
En un escenario de estanflación, crece la preocupación por los salarios
Más allá de las cuestiones macroeconómicas, la pérdida del poder de compra de los salarios no solo empujará a más personas hacia la pobreza, sino que además genera gran incertidumbre sobre el futuro de las negociaciones paritarias, que se licuarán rápidamente frente a una inflación que ya se espera que será mayor que la de estos últimos meses.
“No creo que vayan a imponer límites formales a la negociación colectiva, pero es posible prever una mayor resistencia de los empleadores a firmar aumentos salariales y un Ministerio de Trabajo mucho menos dispuesto a jugar activamente. Es todo un interrogante cómo van a responder las paritarias a un escenario de una inflación instalada en dos dígitos por unos meses”, evaluó el coordinador de Observatorio del derecho social de la CTA, Luis Campos.
En este sentido, consideró que la disputa por los sueldos dependerá de la capacidad de negociación de cada sindicato en forma particular y que así podría agravarse la disparidad salarial entre los distintos sectores.
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Más allá de los efectos que ya se pueden visualizar en el escenario que planteó el presidente electo, lo más certero es que el año entrante no traerá buenos números para las variables más sensibles de la economía y las proyecciones arrojan que, en el mejor de los escenarios, recién en 2025.
“Todo indica que 2024 va a ser un año complejo y que la estanflación continuaría. En el mejor de los casos podes sufrir un primer semestre duro, con aceleración de inflación, corregis el atraso tarifario, el déficit y empiezan a visualizarse mejores perspectivas, pero sobre todo para 2025″, consideró Sigaut Gravina. Y Caprarulo completó: “Lo importante es que ese proceso se realice de tal forma que permita ordenar los incentivos para tener una economía más productiva que vuelva a crecer para dejar atrás la estanflación”.