Los precios de los vehículos están bajando a la fuerza, tras haber registrado subas entre 80% y 100% en menos de 100 días. Así como durante los últimos tres años los sobreprecios eran la regla en los mostradores de las concesionarias, desde hace 60 días la situación se dio vuelta: ahora se discuten rebajas contra la lista de precios que publican las terminales automotrices y las guías de precios que siguen las agencias, como la revista Infoauto.
En algunos casos, esa rebaja ya es oficial: la pick up Toyota Hilux en abril va a seguir con el mismo precio de lista que tiene desde febrero. Si se toman las estimaciones de consultoras privadas, la inflación acumulada en los dos meses transcurridos entre febrero y marzo rondaría el 26%: esa es, en los hechos, la rebaja de precios implícita que acaba de comunicar Toyota Argentina a su red de concesionarias.
Las pick ups son los modelos hoy más propensos a las rebajas. La versión más económica de la pick Volkswagen Amarok, la 2.0 TDI de cabina doble, había quedado a comienzos de marzo a un precio de lista de 52 millones de pesos. Para mediados de mes, cuando los clientes escaseaban, un conjunto de concesionarias comenzó a ofrecerlas a $47 millones, un 10% por debajo.
Otra pick up de fabricación local, la Renault Alaskan Comfort 4×2, está publicada a un precio de lista de 38,3 millones de pesos desde comienzos de marzo. Pero en varias concesionarias de la marca del rombo se la consigue por $34,7 millones. De nuevo, 10% por debajo del precio de lista.
En lo que va del año, las ventas de vehículos cero kilómetro cayeron poco más de 30%, según datos de patentamientos de la Asociación de Concesionarios de Automotores (ACARA). En marzo ese retroceso se profundizó, con una baja de ventas contra igual mes del año anterior de casi 37%.
Algunas terminales están acusando el impacto: Renault anunció la baja de 270 contratos en su fábrica de Santa Isabel por la caída de ventas en el mercado interno. También Toyota abrió un programa de retiros voluntarios, si bien a causa de la caída de sus exportaciones, mientras que General Motors detuvo su producción dos semanas a causa del cepo cambiario.
Ese derrumbe de ventas comenzó prácticamente con los primeros días de enero, pero hasta entonces la situación era al revés; había compradores con dólares en la mano y las concesionarias no querían venderles, porque no tenían precio de reposición.
Pero una vez que el 25 de enero el Gobierno liberó los precios (llevó el piso de impuestos internos prácticamente al doble y de esa forma habilitó aumentos en los precios de lista), las terminales automotrices aplicaron aumentos que los compradores no convalidaron. Ya acumulaban 40% desde fines de noviembre y con los aumentos de precios de fines de enero y comienzos de febrero algunos precios de lista llegaron al 100% de suba en poco más de dos meses.
Ahora, es exactamente al revés: hace 60 días que las concesionarias están haciendo malabares para vender.
«Todo se está vendiendo con descuento. En algunos casos vendemos a pérdida», resumió un importantes concesionario de Fiat y Peugeot, las principales marcas de la automotriz Stellantis en el país. El modelo más vendido de 2023, el Fiat Cronos, sigue siendo el que encabeza el ranking de este año. Pero en lo que va del año sus ventas cayeron 38% contra el período enero-marzo de 2023.
«El Cronos se vende sobre todo porque muchas unidades se siguen entregando como parte de los planes de ahorro previo que la gente compraba cuando no había autos. Pero si viene alguien a pagarlo al contado, le hacemos entre 10% y 12% de rebaja«, agregó otro concesionario de la marca.
«Algunos directivos en las terminales automotrices se están poniendo nerviosos porque tienen que cumplir objetivos y el mercado no les está validando los precios. Pero los que estamos resignando margen y vendiendo a pérdida hace dos meses para pagar sueldos e impuestos somos nosotros«, dijo a Clarín un importante concesionario de Toyota de la zona norte, donde los salones de venta suelen ser más espaciosos y se nota más la falta de visitantes. En otra, de Volkswagen, señalaron que las versiones más caras de la Amarok ($64 millones en el precio de lista) están saliendo con una bonificación del 25%.
«Tenemos un nuevo mercado, donde los concesionarios tienen que ir en busca de los clientes», dijo Sebastián Beato, titular de ACARA.
¿Y las financiaciones? Hace una semana varias marcas salieron a ofrecer planes de «tasa cero», pero por montos de entre cinco y 12 millones de pesos como máximo, para unidades cuyo precio de lista ronda entre 20 y 60 millones de pesos.
«Las financiaciones que están sacando algunas marcas son convenientes, pero son por montos bajos. Si bien ayudan, no alcanzan para revertir el contexto. En esta malaria, con tanto aumento de precios, los montos de las financiaciones deberían al menos duplicarse para que tengan algún impacto en las ventas«, agregó otro vendedor.
También están cayendo, pero en menor proporción, la cotización de los usados. A diferencia del mercado de los cero kilómetro, donde las concesionarias tienen metas de ventas acordadas con las terminales automotrices, en las agencias de usados el precio de venta lo convalida el dueño de la agencia.
«Nadie va a tomar un modelo usado al precio que hoy lo cotiza el seguro o la patente, porque son precios que se acercan muchísimo a la cotización real un cero kilómetro», dijo Alejandro Lamas, secretario de la Cámara de Comercio Automotor (CCA). «Todavía hay un tironeo con los clientes que nos acercan sus unidades. Pero claramente los usados van a tener que acomodarse también a la baja».