La CAF señaló en un comunicado que invertirá «más de US$ 2.000 millones al año hasta 2030 para adaptación al cambio climático, y en especial para que la región esté mejor preparada para enfrentar los cada vez más frecuentes e intensos eventos naturales extremos».
El anuncio formal se realizó durante la 28ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida como Conferencia de las Partes (COP28), que tiene lugar en Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
«Este monto triplica las inversiones de la institución en este ámbito en los últimos cinco años y la refrenda como un actor líder de la acción climática regional», destacó la CAF.
Asimismo, detalló que los fondos se destinarán a mejorar la resiliencia de las infraestructuras, la seguridad hídrica y la alimentaria, atención de emergencias, reducción de desastres con sistemas de monitoreo y prevención con tecnología de vanguardia, control de la erosión y protección costera, entre otros aspectos.
El banco explicó que la región es una de las más vulnerables a los impactos adversos del cambio climático, como son el aumento y mayor intensidad de huracanes, inundaciones, incendios forestales, deslizamientos o sequías.
Asimismo, indicó que estas inversiones se enmarcan en el compromiso de ser el «banco verde» de la región.
En este sentido, añadió que la entidad está acreditada ante el Fondo Verde del Clima, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial y el Fondo de Adaptación, lo que le permite catalizar importantes flujos de recursos para proyectos de cambio climático.
«Este financiamiento refuerza el compromiso de CAF para impulsar acciones de adaptación al cambio climático y para lograr una mayor resiliencia en las comunidades ante desastres naturales y eventos climáticos extremos», dijo Alicia Montalvo, gerenta de Acción Climática y Biodiversidad Positiva de CAF en el escrito oficial.
Actualmente, los huracanes representan el 97% de los desastres en el Caribe, afectando a casi tres de cada cuatro latinoamericanos y caribeños, contempló la CAF, tras lo cual añadió que «en la región andina, las inundaciones representan el 63.6% de los desastres, con el 82% de las pérdidas humanas y materiales».
«Los deslizamientos de tierra también representan un riesgo significativo, con un 23% de los desastres», continuó la entidad, y puntualizó en las sequías, que «impactan la producción en diversas áreas de la región y han experimentado variaciones significativas en los últimos años».