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6 noviembre, 2024

Aerolíneas Argentinas pierde dominio y las dos low cost suman pasajeros en el negocio aerocomercial

Dios tiene documento argentino. O aparentaría tenerlo, por lo menos para los que administran el sistema aerocomercial nacional. Quizás sea por, para estar lo más cerca posible del Creador, que la organización del transporte de pasajeros de nuestros cielos sea único en el mundo. O casi único.

El 17 de julio del año pasado, se cumplieron 15 años de la estatización de Aerolíneas Argentinas por Cristina Kirchner. En ese lapso, la empresa perdió algo así como 10.000 millones de dólares. Y si bien en los papeles figura como una Sociedad Anónima es tan estatal como la ANSES o el PAMI. Es decir, ese déficit lo pagan también los jubilados de ambos organismos y el resto de los argentinos.

Las lowcost ganan terreno en el mercado doméstico ampliamente dominado por Aerolíneas Argentina. Las lowcost ganan terreno en el mercado doméstico ampliamente dominado por Aerolíneas Argentina. Cuando la estatizó, Cristina armó una extraña ley que casi ningún otro país tiene: el Estado debe siempre pagar cualquier monto que Aerolíneas Argentinas pierda. No importa cuánta plata sea. Una línea de bandera teñida de política partidaria, con sueldos estrafalarios, que flamea gracias a los vientos de una aparente fiesta de deuda pública en un país quebrado.

A pesar del déficit, algo pasa que Aerolíneas viene desde hace años perdiendo posición en el mercado doméstico. Según fuentes del Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), convalidadas por la Secretaría de Turismo, AA habría perdido unos 10 puntos del mercado en el último año.

Aerolíneas Argentinas supo transportar hasta un 73% de los pasajeros en vuelos domésticos. Hoy, sigue siendo liderando, pero en un 62%. Los grandes ganadores fueron las dos low cost que quedaron en pie luego de la pandemia: Flybondi y Jets Smart, que con otras como Norwegian que se fue del país, comenzaron a operar por el plan de Cielos Abiertos del gobierno de Mauricio Macri.

En AA le admiten a Clarín que pudo haber alguna caída en el dominio del mercado local pero «no es para nada catastrófico». «Seguimos liderando ampliamente el transporte aéreo, incluso en esta última Semana Santa de seis días vendimos 240 mil pasajes en vuelos domésticos, casi un 30% más que el año pasado. Es cierto que las demás compañía también crecieron», indican.

Además de las rutas a otras provincias argentinas, sólo por AA, se fueron a otros paises unas 20.000 personas en esos seis días de feriados XXL. «14.000 a Estados Unidos, sobre todo Miami, y 5.000 pasajeros a Europa», detallaron a a este diario.

Volviendo a la competencia del mercado aerocomercial, los especialistas remarcan que tanto Jetsmart como Flybondi pegaron el salto gracias a un política agresiva de precios favorecidos por sus menores costos comparados con AA.

Cuando Latam Argentina dejó de existir, controlaba un 20% del mercado. «Esos pasajeros, casi totalmente, pasaron a viajar en las low cost», señalan. Hoy, Flybondi y Jetsmart transportan cerca de un 37% de lo pasajeros en vuelos domésticos.

«Jetsmart trasladó más de 60.000 pasajeros durante el fin de semana largo, desde el jueves a este martes, en 330 vuelos domésticos e internacionales hacia 17 destinos», le dice a Clarín, Daniel Scioli, Secretario de Turismo y Deporte.

El funcionario que se sumó al gobierno de Javier Milei luego de ser embajador en Brasil de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, agregó que Flybondi tuvo 450 vuelos con 78.000 pasajeros, el 85% nacionales.

Es decir, por lo menos en estos seis días de mini vacaciones, las dos lowcost transportaron algo más del 50% de los pasajeros que eligió Aerolíneas Argentinas.

Lejos, AA es la compañía con mayor cantidad de aviones. También aventaja aún más lejos con la cantidad de empleados administrativos, pilotos y tripulantes de abordo. Opera con 50 Boeing 737, que miden 35 metros y tienen capacidad para 185 pasajeros. También cuenta con otros 26 Embraer, más chicos y de 110 pasajeros. Los vuelos internaciones los hace con 10 aviones de fuselaje pesado, Airbus 330.

La flota de Flybondi la integran exclusivamente Boeing 737 y la de Jetsmart, Airbus. Entre ambas no llegan a 35 aviones.

«Aerolíneas va a seguir perdiendo plata y mercado. Es natural que así sea, porque es una compañía que estuvo mal administrada, cara e ineficiente. Con salarios mucho más altos que sus competidoras. Además, vuelan menos», entiende Franco Rinaldi, un especialista de temas comerciales que no renunció a su candidatura para Diputado porteño de Jorge Macri en plena campaña electoral.

Un alto funcionario de Aerolíneas Argentinas con estrechos contactos con La Cámpora, y que pide anonimato, desmiente que la organización de Máximo Kirchner opere contra las lowcost.

«Es cierto que se cerró el aeropuerto de El Palomar por un tema ideológico: había que destruir lo que hizo Macri. Pero tras un pequeño período en Ezeiza, se benefició a Flybondi y Jetsmart al permitirles operar desde Aeroparque. Su unidad de negocios creció como nunca, ellos mismo lo admiten y ni locos quieren volver a El Palomar», asegura.

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