Es preciso situarse en 2011 en la Copa Mundial de fútbol sub 17 que se realizó en México donde se reunieron a los jóvenes futbolistas más prometedores de cada selección . El torneo estuvo integrado por dos fases: en la primera se formaron de seis grupos de cuatro equipos cada uno y avanzaron a la siguiente ronda los dos mejores de cada zona y los cuatro mejores terceros lugares. Los 16 equipos clasificados conformaron los octavos de final en los que el número de equipos se redujo a ocho para cuartos de final, a cuatro para semifinales y por último a dos para la final en el Estadio Azteca.
Los dos finalistas: México, el local, contra Uruguay. En el partido que ante los ojos de casi 99 mil espectadores, el Tricolor le ganó a la Celeste por 2 a 0. Lo curioso no es el encuentro ni el Mundial, sino un futbolista en particular: Sebastián Canobra, la promesa del fútbol en el año 2011, que con menos de 17 años ingresó a jugar los últimos minutos de esa final contra los mexicanos.
El formado en Atenas de San Carlos, estuvo a un paso de jugar en Peñarol de Uruguay: «Fui con ganas y expectativa. Era otro momento, iba con euforia, otra mentalidad. Con ganas de crecer y aspiraciones», recordó en su momento. Pero, lamentablemente, una rotura de ligamentos cruzados y con los meniscos rotos truncó su sueño.
Sebastián Canobra en Curazao.Los meses de recuperación se transformaron en años y es en ese punto donde la persona comienza a replantearse si realmente vale la pena seguir intentándolo en el fútbol. Sebastián así lo hizo. Lo recibió Curazao, más precisamente el RKSV Scherpenheuvel donde se registró su última aparición en el plano futbolístico en el año 2018.
En el presente, 12 años después de ser el joven estrella de la selección de Uruguay, Sebastián es un hombre que se encuentra en situación de calle, a causa de una adicción, en la ciudad de Minas, departamento de Lavalleja. En los últimos días, trascendió la noticia a través de un usuario de Facebook: «Es un joven de 29 años, que anda deambulando en nuestra ciudad de Minas, está en situación de calle. Hablando con él, me contó su historia de vida, me pidió ayuda y dice querer tener un trabajo, un lugar donde vivir”.
En esa misma publicación añadió una cita del jugador, que pedía dignificarse como persona y expresaba su deseo de volver a jugar al fútbol. Este usuario convocó a un grupo para buscar un lugar en el que Canobra pueda vivir, un trabajo y conseguir un club de fútbol en el que el exseleccionado juvenil tuviera minutos. “Sé que se puede interpretar como muy loco creer que se puede ayudar a alguien que cayó en la adicción, pero debemos creer y confiar en los gurises que quieren salir adelante”, explicó sobre su acción.
Sebastián Canobra en la actualidad.Algunas horas más tarde, ese posteo fue borrado porque, por su enorme repercusión, le llegó a uno de los hermanos de Canobra. En la misma red social el hombre pidió respeto hacia la familia: “Nadie más que nosotros sabe lo que hemos pasado y la ayuda que le hemos dado hasta el último día que nos pidió ayuda. Todos tienen derecho a comentar, ya que se hizo público, pero pido respeto y, si no saben del tema, ahórrense el comentario”, expresó.
En diciembre de 2023, el Ministerio de Desarrollo Social del departamento, también se puso a disposición de Sebastián y le ofreció lugar en un refugio para personas que se encontraban en su situación, pero el exfutbolista se retiró del centro. “Yo me revuelvo”, fue la respuesta que dio.
La última noticia sobre su presente llegó este viernes, cuando la familia tomó la decisión de viajar desde Maldonado hasta Minas para internarlo en un centro de rehabilitación, así lo informó El Observador. El lugar donde permanecerá Sebastián será privado a petición de los Canobra. Por otro lado, la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales, también se puso a disposición de la familia Canobra.
