Un retoque de Carlos Tevez en el entretiempo fue indispensable para que Independiente le gane 1-0 al duro Independiente Rivadavia de Mendoza. Después de un muy mal primer tiempo, el entrenador del elenco de Avellaneda movió las piezas con el ingreso de Santiago Tolaza, conductor del contragolpe que culminó con el festejo de Ayrton Costa, que pasó de zaguero a lateral en esa segunda parte.
Lució un gran marco el estadio Bautista Gargantini, con todas las tribunas colmada e incluso con las escaleras completamente ocupadas por los hinchas. Al cabo, se trató del regreso de Independiente Rivadavia a la máxima categoría reas 41 años. Vale recordar que la Lepra mendocina tan solo participó en los viejos torneos Nacionales. Y ese fervor externo se trasladó adentro de la cancha y por eso los locales fueron bastante superiores a los dirigidos por Tevez, que culminó con cara de pocos amigos en la etapa inicial.
Los esquemas fueron espejos: 5-3-2. Pero la Lepra se impuso en el mediocampo y mostró más movilidad en ataque. Así, se quedó a mitad de camino el conjunto de Avellaneda y el rendimiento dejó más dudas que certezas. No hicieron pie Marcone y Mancuello y lució lento el Rojo. El debutante ecuatoriano Jhonny Quiñónez estuvo tímido, aunque mostró algunas cositas interesantes, como la pegada y velocidad para pasar de defensa a ataque.
Fue un equipo pasional Independiente Rivadavia; fue más esforzado que vistoso. Con el ímpetu le alcanzó para ser más que el rival. La lupa de muchos estuvo puesta en la dupla de ataque, Alex Arce y Matías Reali, dos que la rompieron en la Primera Nacional y que fueron sondeados por varios clubes. De los dos, Reali fue el más participativo, flotando por todo el frente de ataque y pidiendo la pelota en casi todas las acciones. Sí, no le pesó el debut ante uno de los grandes. Una particularidad del delantero de 26 años y 165 centímetros: le pega con las dos piernas. En una secuencia ejecutó un córner con la derecha y a la acción siguiente lo hizo con la zurda. Y en ambas le pegó bien.
El fervor del local no se tradujo en muchas ocasiones de gol. Igual, Rodrigo Rey se tuvo que revolcar para desviar un disparo lejano de Juan Manuel Vázquez y un anticipo ofensivo de Emmanuel Mas tras uno de los tiros de esquina de Riali. También tuvo un cabezazo claro Francisco Petrasso que fue directo a las manos de Rey.
A Independiente le costó ser punzante en ataque. Mauricio Isla casi no se proyectó con derecha. Lo más inquietante del conjunto de Avellaneda fueron las pelotas paradas, todas manejadas por Mancuello. Un cabezazo de Aguilar y otro de Laso fue lo único destacado. Demasiado poco para un equipo que sueña con ser protagonista en la Copa de la Liga.
Gabriel Ávalos choca con el defensor Mauro Maidana. (Télam)La vieron Tevez y sus ayudantes de campo y pudieron modificar e rumbo del juego para el complemento. El ingreso de Santiago Toloza por Damián Pérez fue vital no solo por lo que jugó el mediocampista ofensivo, sino por el cambio de esquema que se produjo. El Rojo pasó a jugar 4-3-1-2 y con eso logró imponerse. Es cierto que el gol tempranero también ayudó.
El tanto de la victoria fue con un contragolpe perfecto, un gol de Bundesliga. Canelo alargó para Ávalos, que aguantó hacia Toloza y éste habilitó al solitario Ayrton Costa -jugando de lateral izquierdo fue más productivo que de zaguero- que definió fuerte y cruzado ante la salida de Marinelli.
Con la ventaja crecieron todos, principalmente Iván Marcone, que manejó los tiempos del equipo desde su sector. El local solo buscó con envíos al área o con pelotas paradas. Se desdibujó el conjunto de De Paoli, que no encontró herramientas en el banco.
Ayrton Costa celebra su gol en Mendoza. (Télam)Otro de los que mejoró fue Ávalos, el refuerzo del que más se espera. El ex Argentinos jugó muy bien de espaldas al arco, pero le faltó de frente. Tuvo dos situaciones claritas para definir el duelo: en una remató desde adentro del área por arriba del travesaño; en la otra, definió un mano a mano al palo y también falló en el rebote.
Arrancó con el pie derecho Independiente, un equipo que buscará luchar en esta Copa de la Liga que recién asoma. Y tiene con qué soñar: un equipo en formación y un entrenador que va creciendo partido a partido.