«Pelé, como era conocido mundialmente el señor Edson Arantes do Nascimento, fue sin duda un deportista que manifestó en su vida las características positivas de la práctica deportiva», transmitió el papa mediante la autoridad religiosa de la ciudad.
El Sumo Pontícipe, un fanático del fútbol que abrazó la pasión por San Lorenzo de Almagro en su etapa infantil, consideró que «la memoria del ‘Rey del Fútbol’ permanece indeleble en la mente de muchos y estimula a nuevas generaciones a buscar en el deporte este medio para favorecer los vínculos de unidad entre todos”.
En el primer aniversario de su deceso, el tricampeón mundial con Brasil (1958, 1962 y 1970) fue evocado con un homenaje en el tradicional monumento del cerro Corcovado, donde se realizó una animación con presencia de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Río de Janeiro.
”Quiero unirme espiritualmente a este gesto de homenaje enviándole a los participantes mi bendición y mi pedido a todos para que no dejen de rezar por mí”, concluyó en su misiva el jefe de la Iglesia Católica.
Durante la misma jornada de viernes, el astro brasileño también fue recordado con una misa en la ciudad de Santos, donde brilló con la camiseta del club homónimo, y con otra ceremonia religiosa en su lugar de nacimiento: Tres Coracoes, estado de Mina Gerais.